D.G.
Los malos resultados de PP y Ciudadanos en las elecciones de Cataluña han llevado a sus direcciones a convocar sendas reuniones de urgencia. En ambos casos, las ejecutivas nacionales han recibido críticas de diversas figuras importantes de sus propios partidos, que han llegado a pedir dimisiones.
Tras su reunión, el líder del PP, Pablo Casado, ha anunciado que su partido cambiará de sede, ya que considera que este nuevo PP no debe “seguir en un edificio cuya reforma se está investigando esta misma semana en los tribunales”. Además, ha relacionado las investigaciones judiciales sobre la sede y las irregularidades del partido con la debacle electoral en Cataluña.
Después de conseguir tan solo 3 escaños (uno menos que en las anteriores elecciones), la exportavoz en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, ha puesto en cuestión al actual presidente y lo ha culpabilizado de la gran derrota electoral con algunas duras declaraciones, además de afirmar que no se ha debido a las investigaciones judiciales o a la alta abstención. Mientras, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, ha sido menos vehemente y ha pedido autocrítica y reflexión.
Por su parte, la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha comunicado que no habrá ningún cese y ha vinculado el desastre electoral en el que ha perdido 30 escaños a la anterior dirección. Figuras como el vicepresidente de Andalucía, Juan Marín, o la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, centraron sus críticas en el número dos de Arrimadas, Carlos Cuadrado, y el Vicesecretario General Adjunto, José María Espejo.