Javier Quintana
La suerte está echada. Tras mes y medio de campaña, los partidos encaran un 23-J crucial para el futuro del país. El presidente apostó hace unas semanas su reelección a una campaña mediática de la que ha salido triunfante en la mayoría de citas, aunque su cara a cara con Feijóo decepcionó a propios y extraños. Feijóo, ausente en el gran debate de TVE, se ha volcado en su `denuncia del sanchismo´ y ha tenido que lidiar con las polémicas que sus acuerdos de gobierno con Vox ya están suscitando en algunas localidades. Las encuestas auguran un combate parejo donde el binomio PP-Vox parte con ventaja pese al paso adelante del PSOE.
Los socialistas pusieron toda la carne en el asador cuando su líder, Pedro Sánchez, compareció en plena resaca del 28-M para anunciar el adelanto de las elecciones generales a este próximo 23 de julio. La avalancha derechista acontecida en las elecciones autonómicas y municipales fue el punto de partida para la precampaña de la izquierda. La llegada de Vox a los órganos de gobierno ya es una realidad gracias a la complicidad de Feijóo y los suyos. Este hecho, acompañado de una férrea defensa de la gestión económica llevada a cabo durante la última legislatura, ha sido el eje central del discurso que el presidente del Gobierno ha esgrimido estas semanas. Lo que ha sorprendido ha sido el escenario desde donde se han articulado estas palabras del secretario general socialista.
Los platós de TV, campo de batalla del sanchismo
Acostumbrada la ciudadanía a que los candidatos protagonicen un sinfín de mítines en las plazas, auditorios y polideportivos del país, ha resultado llamativo que el candidato del PSOE haya dejado de lado esta práctica tan clásica de estos procesos electorales y se haya zambullido en las principales cadenas televisivas y radiofónicas para exponer su ideario.
El presidente salió airoso de sus encuentros con Carlos Herrera, Pablo Motos y Ana Rosa Quintana (la principal detractora mediática del gobierno de coalición en los últimos meses). Su bien saldado cara a cara con esta última, especialmente, prometía un duro encuentro para Alberto Núñez Feijóo en el debate de Atresmedia. Sin embargo, Sánchez no cumplió con las expectativas que su hasta entonces bien llevada campaña había generado.

El debate se convirtió en un rifirrafe bronco y lleno de interrupciones donde las propuestas políticas y económicas brillaron por su ausencia. Sánchez, demasiado tenso en algunos puntos del encuentro, no logró desmantelar el discurso popular sobre la `derogación del sanchismo´, tal y como sí había logrado hacer en sus entrevistas previas. El presidente, además, no logró desarmar consistentemente los bulos sobre los que se sostuvo Feijóo a lo largo del mismo. El popular, que asistía al único de los seis encuentros propuestos por su contrincante semanas atrás, salió indemne de una cita que se preveía muy dura para el PP.
La defensa del modelo económico y la amenaza de Vox
Pese a que la oposición no sólo se niega a reconocer los datos, sino que los transforma y redirige a su antojo, los buenos resultados fruto de la política económica desarrollada durante esta última legislatura amparan el trabajo del equipo de Sánchez. Especialmente, de los departamentos dirigidos por las vicepresidentas Nadia Calviño y Yolanda Díaz. Es por ello que el presidente ha hecho de la economía su principal baluarte para esta campaña. Si bien Feijóo ha llegado a equiparar la trayectoria económica española a “una moto que no funciona”, el líder socialista ha sido muy tajante en este apartado.
“Las cifras son extraordinariamente positivas, somos la principal economía europea en términos de crecimiento económico, creación de empleo y reducción de la inflación”, declaró el presidente en Bruselas hace unos días tras la celebración del Consejo Europeo. Añadió, además, que el reconocimiento que se le hace “en privado por parte de distintos líderes, tanto socialdemócratas como conservadores y liberales, es el del extraordinario desempeño de la economía española”.
España es el primer país de la eurozona que ha rebajado esa barrera inflacionaria del 2%
La realidad es que España es el primer país de la eurozona que supera esa barrera inflacionaria del 2% que tiene el Banco Central Europeo como objetivo primordial. Las previsiones de crecimiento no dejan de crecer, tanto por parte del Gobierno como de la OCDE y del Banco de España. La predicción que probablemente más escueza en Génova es la que llega desde Bruselas, también revisada al alza y que sitúa a España como uno de los países que más crecerá a lo largo de este año y de 2024. El comisario de economía de la Unión Europea, Paolo Gentiloni, explicó hace semanas al respecto de España que su “ tasa de crecimiento del 1,9% en 2023 se mantiene muy por encima de la media de la UE, gracias a la implementación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y un mercado laboral muy fuerte”.
España, además, ha batido en los últimos meses su récord de afiliación en sendas ocasiones, y hace sólo unos días el Ejecutivo anunció la mayor oferta de empleo público de la historia del país. En relación a lo laboral, Sánchez ha insistido durante esta campaña en su objetivo de caminar hacia “el pleno empleo” durante los próximos años si es reelegido. Un “paro estructural” del 8% y la reducción del desempleo juvenil a la mitad son las principales metas socialistas en esta parcela.
Para el PSOE el buen devenir de España pasa por una política económica continuista. De hecho la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, destacó hace unos días que la aplicación del programa económico del PP podría “elevar en 20.000 millones el déficit público”.

La amenaza de un binomio PP-Vox también ha sido una constante en cada intervención de Sánchez. La derogación de prácticamente todas las políticas llevadas a cabo durante la última legislatura, propuesta tanto por la ultraderecha como por los populares, supondría para Sánchez `un precio muy caro´ para la salud económica y democrática del país. El presidente fue muy conciso hace unos días en Barcelona al referirse a la política de pactos de ambos bloques. “Nosotros acordamos para avanzar en derechos y libertades, ellos acuerdan para recortar esos derechos y libertades”, explicó.
La campaña del bulo
La línea que el PP ha seguido a lo largo de toda la campaña se pudo ver reflejada en el único cara a cara que han mantenido el presidente y el líder de la oposición. Feijóo no cesó a lo largo de todo el encuentro de manipular datos sobre la situación económica y de empleabilidad nacional. Los televidentes pudieron escuchar al popular defender falsedades tales como que Sánchez es “el tercer presidente que menos empleo ha creado, por debajo de Mariano Rajoy” (a estas alturas Sánchez ya ha creado casi medio millón de empleos más que su predecesor en sólo cuatro años), que la investigación sobre Pegasus ha sido paralizada por falta de colaboración del presidente (cuando en realidad la causa ha sido la negativa de Israel a cooperar) o que la UE va a “derogar” la excepción ibérica (cuando España y Portugal han pactado con Bruselas su ampliación hasta final de año).
PP y Vox han hecho del bulo su día a día en la campaña
En cuanto a la formación de Santiago Abascal, la mentira ha jugado también un papel trascendental en su campaña. El bulo más sonado fue el relacionado con el asesinato acontecido en Tirso de Molina, acerca del cual aseguró que había sido perpetrado por una persona magrebí cuando en realidad fue realizado por un español.
Abascal también ha alimentado las dudas en torno al voto por correo. Según el líder ultra, más de 450.000 personas se quedarán sin votar el próximo domingo por el `funcionamiento irregular´ de la empresa de mensajería. Circunstancia que había sido desmentida sólo unos días antes por Correos, que explicó en una nota que ya se habían repartido todos los votos solicitados por los ciudadanos. La cifra a la que se refiere a Abascal corresponde a las papeletas que se encontraban el pasado lunes en las oficinas a la espera de ser recogidas, después de que los carteros hayan intentado hasta en dos ocasiones hacerlas llegar a los solicitantes en sus domicilios.
Vox ha frecuentado los podcast de los principales streamers conservadores del país, apelando a la `rebeldía´ en una clara búsqueda del voto joven.
Díaz marca distancias con Sánchez, que ataca a un ausente Feijóo
El último debate de campaña organizado por RTVE no pudo contar con el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijoo. El popular se ha justificado en “la ausencia de los socios de Sánchez” del mismo y en “un tirón” en la espalda como razones para no acudir a la cita. No obstante su ausencia no pasó desapercibida. «Falta el señor Feijóo, y falta por dos razones: porque no puede hacerse cargo de su montaña de mentiras, y porque le da vergüenza comparecer junto a su socio Abascal», apuntó el presidente.
El debate transcurrió en un tono cómplice en lo que respecta a los líderes de Sumar y PSOE, que se tutearon durante el transcurso del mismo. Yolanda Díaz, eso sí, quiso desmarcarse de los socialistas en lo que respecta a las pensiones. Para la recientemente configurada formación política la extensión de la edad de jubilación es una línea roja que los de Díaz no están dispuestos a cruzar. Asimismo, subrayó la mayor ambición de las propuestas de Sumar sobre empleo respecto a las iniciativas del programa socialista.
El presidente y la vicepresidenta segunda se aliaron contra las ofensivas de Abascal, que volvió a utilizar el bulo como arma arrojadiza. El momento más llamativo se dio cuando el candidato de la ultraderecha afirmó que Bildu había votado a favor de la reforma laboral cuando la formación vasca, tal y como apuntó Díaz, votó en aquella sesión en contra de la iniciativa del Gobierno (al igual que el partido de Abascal).
El PP parte con ventaja
Los compendios de encuestas elaborados tanto por El Mundo como por El País otorgan la victoria al PP. Según ambos estudios, elaborados a partir de múltiples encuestas demoscópicas publicadas en los últimos días, un acuerdo con Vox sería suficiente para aupar a Feijóo a la Moncloa. Sin embargo, el margen de la derecha es de unos pocos diputados. Los compendios auguran al bloque aproximadamente 178 diputados, sólo tres por encima de la mayoría absoluta. Así pues, pese al optimismo imperante en la sede popular, los sondeos no otorgan una victoria clara a la oposición. Los votantes indecisos, más que nunca, jugarán un papel crucial en el devenir de la cita con las urnas.
Los votantes indecisos, más que nunca, jugarán un papel crucial en el devenir de la cita con las urnas
Todas las encuestas, menos el CIS, dan a los populares por ganadores de los comicios. La lucha por la tercera plaza sigue reñida entre Sumar y Vox, aunque ambos compendios colocan al partido de Abascal un diputado por delante de Díaz.