José Luis Martínez-Almeida ha asestado un nuevo golpe a la memoria democrática de la ciudad de Madrid. Después de haber eliminado los nombres y fechas del asesinato de 2.937 personas ejecutadas en los primeros años de la dictadura franquista del memorial del cementerio de la Almudena, “resignificado” por el alcalde en recuerdo de los fusilados de los dos bandos entre los años 1936 y 1944 –es decir, incluyendo el periodo de la Guerra Civil–, ahora ha decidido obviar las palabras que iban a ser grabadas en tres placas ya instaladas, según El Diario.
Se trataba de doce versos de Miguel Hernández del poema El herido que debían haber sido grabados en una de las láminas de bronce: “Para la libertad me desprendo a balazos / de los que han revolcado su estatua por el lodo”, decía dos de ellos. “Porque soy como el árbol talado, que retoño: porque aún tengo la vida”, continuaban.
En la segunda debían aparecer las palabras de una carta de Julia Conesa, una de Las Trece Rosas: “Que mi nombre no se borre en la historia”. En la tercera, el texto acordado era el siguiente: “Finalizada la Guerra Civil en Madrid, la dictadura del general Franco reprimió ferozmente a sus enemigos políticos. Consejos de guerra carentes de cualquier garantía procesal dieron lugar a numerosas ejecuciones por fusilamiento o garrote vil”.
Los líderes del PSOE y de Podemos, presidente y vicepresidente del Gobierno, reaccionaban indignados en Twitter al conocer la noticia. “Los nombres de las víctimas y los poemas de Miguel Hernández nunca se borrarán de nuestra memoria, aunque lo intenten. Somos muchos los hombres y mujeres que sabemos que conservar viva esa memoria es la mejor manera de impedir que la barbarie se repita”, escribía Pedro Sánchez.
“Borrar a Miguel Hernández de un memorial a las víctimas de la Guerra Civil es un acto deleznable. La derecha debería, si tiene algo de dignidad, condenar a torturadores como ‘Billy el Niño’ y no andar borrando la memoria de los que se dejaron la vida por nuestra democracia”, apuntaba Pablo Iglesias.
La respuesta de alcalde y vicealcaldesa se movió entre el desdén y la tangente. Así, Martínez-Almeida le dijo a Sánchez: “¿Me puedes confirmar si el que te ha escrito este tuit es el mismo que escribió tu tesis?”, y Begoña Villacís escribió en la misma red social: “Sr. Presidente: Lamento que estos menesteres desvíen su atención de lo que realmente le preocupa, sus mesas parademocráticas, sus servidumbres con populistas, lo de Delgado, lo de Garea, lo de Ábalos. Pero ni había placa ni la hemos quitado. Nosotros sí tenemos otras prioridades”.