Lucía Hernández.
El jueves de esta semana se ha aprobado en el Congreso la reforma impulsada por el PSOE de la ley del ‘solo sí es sí’, con el apoyo del PP y el rechazo de Unidas Podemos y los aliados de izquierda del Gobierno, por 233 votos a favor (PSOE, PP, PNV y CS, entre otros), 59 en contra (UP, ERC, EH Bildu, Más País, Compromís) y 4 abstenciones (Junts). Vox no ha querido participar en la votación. El nuevo texto, como medida principal, modifica la horquilla de penas para los casos en los que haya violencia, intimidación o se den sobre una víctima con la voluntad anulada.
Hasta el último momento ha continuado la intención de un acuerdo con Podemos, que finalmente no ha llegado. UP había propuesto en sus enmiendas, que considerasen la violencia y la intimidación como circunstancias agravantes de la agresión, sin embargo el PSOE ha considerado que eso no era una solución al problema de las revisiones de penas. En el Ministerio de Igualdad, consideran que esta reforma “desplaza” al consentimiento como elemento definitorio y por tanto obligará a las víctimas a someterse a demasiadas preguntas y juicios para probar los hechos. Los socialistas en cambio no están de acuerdo con esta interpretación ya que la nueva reforma sigue considerando el consentimiento como eje principal. En la tribuna, Irene Montero, ministra de igualdad ha admitido la necesidad de una modificación de la ley, aunque considera que esta debería haber sido «unitaria».
En cambio, el PSOE sí ha aceptado otras enmiendas propuestas por el PP, que corrigen la destipificación que la ley introdujo sobre las implicaciones en internet de la difusión de imágenes de menores y un error que dejaba fuera los delitos de las personas jurídicas que pudieran infringir un trato degradante. Sin embargo, también ha habido desencuentros entre el PP y el PSOE, ya que los primeros consideran que el texto aprobado es muy similar al que ellos propusieron. El PSOE, en cambio, defiende que su propuesta había sido enviada a UP antes de presentar la del PP y que a pesar de que hay similitudes, también se diferencian en algunos puntos como no considerar la violencia como un elemento que siempre implica que el acto sexual sea una agresión.
Además Andrea Fernández, diputada del PSOE ha respondido a las críticas de UP, ERC y EH Bildu por negociar con el PP y ha declarado que considera que exponen falta de “madurez parlamentaria”. Por su parte, la portavoz del PP, Cuca Gamarra, ha recordado las numerosas revisiones de sentencias que ha propiciado la ley y ha exigido «responsabilidades políticas». Los diputados del PP aplaudieron la aprobación de la reforma como un éxito propio mientras la bancada socialista y del Gobierno asistía con cara de circunstancias a la escena.