J.Q.
El pasado lunes un grupo de técnicos entró por primera vez a las criptas del Valle de Cuelgamuros para buscar e identificar los cadáveres que allí se encuentran. El equipo accedió al interior de la basílica de Santa Cruz, que alberga alrededor de 34.000 víctimas de la Guerra Civil. En los trabajos están participando científicos del Instituto de Ciencias Forenses, así como agentes de la policía científica. La información sobre el inicio de las exhumaciones llegó a los familiares la misma madrugada del lunes.
La búsqueda ha comenzado en los cinco pisos de cajas mortuorias situadas en la cripta de la Capilla del Santo Sepulcro, a la derecha del altar mayor. Hay hasta ocho de estas criptas en el interior de la basílica. Se ha optado por comenzar por aquí al tratarse de la cripta donde se piensa que se encuentran los restos de los anarquistas Antonio y Manuel Lapeña, caso que cuenta con un auto judicial pendiente de ser ejecutado.
Prácticamente la mitad de los cuerpos enterrados en el mausoleo recibieron sepultura sin ser identificados. Las víctimas republicanas llegaron directamente desde fosas comunes.
Tras la recuperación de las cajas, los forenses realizarán análisis genéticos de los restos para proceder a su identificación. Se ha instalado un laboratorio en el mismo monumento para realizar estas labores.
El Gobierno ha indicado que se seguirán los protocolos amparados internacionalmente en todos los trabajos, que buscan identificar hasta 128 las víctimas reclamadas por familiares de las mismas.