¡Vaya gente! / Mara del Prado
Los días previos a la declaración del estado de alarma fueron un auténtico hervidero de información vírico-política; el Congreso y la sede de los partidos no dejaban de arrojar positivos en coronavirus sin distinguir el género o la filiación ideológica. En Vox casi hicieron pleno con su congreso del 8 de marzo, y eso que la culpa de la pandemia la tuvimos las ‘feminazis’. También se contagió la popular Ana Pastor, la ministra de Podemos, Irene Montero, y hasta familiares del presidente del Gobierno. Fue el caso de su madre y su esposa, Begoña Gómez.
Todavía hay quien dice que la culpa la tuvo una manifestación al aire libre y no el recinto cerrado de Moncloa, donde se multiplicaron los casos de Covid en los primeros compases de la pandemia. Pero eso es porque hay gente a la que le escuece que las mujeres quieran la igualdad real y efectiva y han querido demonizar el 8-M.
A lo que íbamos, que la inquilina del palacio presidencial pasó la cuarentena en medio de las primeras medidas excepcionales vividas por toda la ciudadanía española y, aunque acabó completamente recuperada, no se ha ‘desconfinado’ hasta que han pasado seis meses desde el día en que su marido echó el cierre a todo el país.
Como cuentan en LOC, ni se la ha visto en el palacio mallorquín de Marivent, donde sí acudió en 2018 y 2019 para acompañar a Sánchez en su despacho con Felipe VI, ni se ha dejado ver en sus vacaciones en el palacio de La Mareta, en Lanzarote, donde la familia ha descansado unos días después de un curso político extremadamente duro en medio de los reproches de la oposición.
Su regreso a los titulares tras medio año desaparecida ha coincidido con la Mercedes-Benz Fashion Week, la pasarela celebrada en Madrid coincidiendo con un momento especialmente delicado para la moda española, uno de los sectores que acusan las graves consecuencias económicas de la crisis del coronavirus.
En su edición número 72, la nueva normalidad ha desdibujado la cita de diseñadores, modelos, prensa especializada y celebrities; ha habido menos desfiles y también menos público. Una razón más para que destacara la presencia de Begoña Gómez, que lució un ajustado vestido negro y unos botines blancos en el front row.
Tercera razón para que llamara la atención; a su lado se sentaba Ágatha Ruiz de la Prada, que estos días es noticia porque le dijo al torero Francisco Rivera, flamante entrevistador en Espejo Público, que esta crisis no la arreglan los políticos sino “un tío serio” como el presidente de Inditex, Pablo Isla. Y ahí estaban ellas, una luciendo un elegante combo black & white y, otra, vistiendo una colorista mezcla con rebeca rosa y medias azules por debajo de la rodilla.
Pero no será hasta noviembre que la mujer de Sánchez sea realmente noticia. Entonces, ejercerá como codirectora de un nuevo máster en la Universidad Complutense de Madrid. Según publicaba Vanitatis el pasado julio, en ello se ha estado preparando durante estos meses, en estar lista para las actividades por las que cada alumno pagará 7.000 euros de tasas. El máster se denomina Transformación Social Competitiva: Los ODS como estrategia y en él se detalla “cómo son los nuevos modelos de negocio, casos de éxito, cuáles son las estrategias de las organizaciones que tienen impacto social, las métricas y herramientas que se usarán para medir ese impacto y, por último e importante, cómo tienen que ser las finanzas para que esas empresas sean sostenibles en el tiempo”. Con ese propósito, a lo mejor consigue la aprobación de Ruiz de la Prada.