J. Q..
El primer ministro británico Boris Johnson salvó la moción de censura interna planteada contra él por diputados de su propio partido con una mayoría de 211 votos en contra de esta. En todo caso, la votación demuestra que el líder conservador solo cuenta con el apoyo del 58,7% de los votantes, lo que puede suponer una losa para el buen devenir de su legislatura. Casi la mitad de los parlamentarios tories le negaron el apoyo, lo que demuestra la fractura en el Partido Conservador a raíz de los acontecimientos del Partygate.
Durante la sesión, Johnson insistió en su capacidad para ganar las próximas elecciones, recordando que en diciembre de 2019 consiguió la victoria más amplia de su partido en los últimos cuarenta años. Advirtió además de la oportunidad que esta “guerra fratricida” de los tories está dando al líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, para hacerse con Downing Street.
El líder británico se mostró satisfecho con los resultados obtenidos, mostrándose dispuesto a “centrarse en lo importante” y a “dejar atrás eso en lo que los medios se han centrado”.
Johnson ha declarado que su victoria es “convincente” y ha descartado unas posibles elecciones anticipadas.