
Sin Maldad / José García Abad
Borja Prado, presidente de Mediaset, el hombre de máxima confianza de Berlusconi, es hoy uno de los personajes más solicitados por los políticos y más perseguido por la prensa, pendientes de si va a posicionar a Telecinco en la derecha o en la extrema derecha.
“Soy católico practicante –nos confesó en una entrevista–, lo digo aunque no esté de moda, y así he educado a mis hijos, pero muy respetuoso con todos los que practican otras religiones o los que no tienen ninguna”.

Borja Prado, presidente de Mediaset, el hombre de máxima confianza de Berlusconi, es hoy uno de los personajes más solicitados por los políticos y más perseguido por la prensa, pendientes de si va a posicionar a Telecinco en la derecha o en la extrema derecha.
“Soy católico practicante –nos confesó en una entrevista–, lo digo aunque no esté de moda, y así he educado a mis hijos, pero muy respetuoso con todos los que practican otras religiones o los que no tienen ninguna”.
Y en el terreno político: “Soy demócrata, liberal, de centro derecha moderado. Tengo gran respeto por los políticos cuando se hacen respetar”
Y en el terreno político: “Soy demócrata, liberal, de centro derecha moderado. Tengo gran respeto por los políticos cuando se hacen respetar”.
Prado ha tenido siempre sumo cuidado en llevarse bien con todos los dirigentes políticos. No es sorprendente verle almorzando en Horcher con Nicolás Sarkozy, a quien valora como uno de los grandes líderes que ha habido en Europa, y con José María Aznar, a quien Prado hizo consejero de Endesa, la compañía que Prado presidió más años que ningún otro, con exclusión del fundador de la empresa, Feliciano Fuster, que la dirigió desde 1984 a 1997.
Es Prado un relaciones públicas perfecto que se ha llevado estupendamente con todos los presidentes del Gobierno que se han sucedido, desde antes y después de su mandato empresarial, desde Adolfo Suárez hasta Pedro Sánchez.
“He sido respetuoso con ellos y ellos conmigo y sigo manteniendo una relación –nos aseguró Prado–. He tenido el privilegio en mi vida profesional de haber conocido a todos los presidentes de la democracia. Todos ellos se esforzaron con la mejor voluntad por sacar España adelante.
Adolfo Suárez, a quien le tocó lo más difícil, tuvo más aciertos que fallos. España le tiene que agradecer mucho. Felipe González, una excelente cabeza, fue y sigue siendo un gran líder internacional y un socialista ejemplar.
José María Aznar fue un gran presidente que negoció bien con Europa, saneó la economía española y dio continuidad al prestigio de España en el mapa internacional.
A José Luis Rodríguez Zapatero lo considero una buena persona. Tuvo que bregar con una situación económica peliaguda y quizás fue sometido a muchas presiones de gente de su partido que dificultaron las medidas adecuadas. En el último momento de su mandato desplegó un gran esfuerzo para sacar a España adelante en una situación tremenda, pero no pudo con ello.
Mariano Rajoy es una persona muy honesta. Contra lo que dicen algunos, muy trabajador, nada vago. Sacó a España de una crisis brutal aplicando una austeridad necesaria que España debe agradecer. A Pedro Sánchez lo veo con las mejores intenciones”.
Con Sánchez mantuvo charlas sinceras y cordiales. “Hablamos de todo -nos contó-, obviamente del sector eléctrico, pero también de política nacional e internacional, de los medios de comunicación y demás temas de actualidad.
Nos aseguró que no fue a pedirle nada ni que Sánchez le pidió nada a él. “Estaba muy interesado –recordó- por la posición internacional de España y, naturalmente, le preocupaba Cataluña. Se mostró convencido de que con diálogo se pueden ir solucionando cosas”.
Lleva ejerciendo la profesión de periodista desde hace más de medio siglo. Ha trabajado en prensa, radio y televisión y ha sido presidente de la Asociación de Periodistas Económicos por tres periodos. Es fundador y presidente del Grupo Nuevo Lunes, que edita los semanarios El Nuevo Lunes, de economía y negocios y El Siglo, de información general.