¡Vaya gente! / Mara del Prado
Los recambios en las monarquías europeas hace años que se pusieron en marcha con las proclamaciones de Guillermo de Holanda, Felipe de Bélgica y Felipe VI aquí en España. Sin los tradicionales procesos traumáticos –“el rey ha muerto, viva el rey”–, sustituidos ahora por saludables abdicaciones que desde los países vecinos miran con cierta envidia.
Ahí tienen a Carlos de Inglaterra; a sus 71 años podría convertirse en príncipe regente… dentro de año y medio. Según la prensa británica, su madre y soberana británica, Isabel II, se plantea iniciar su retirada a los 95 años, una onomástica para la que aún quedan 18 meses.
Tampoco Margarita de Dinamarca (79 años) tiene planeado renunciar a la corona en el corto plazo, pero está empezando a ceder cierto protagonismo a su hijo Federico y su nuera, Mary; cuenta Semana que la princesa de origen australiano ha debutado como reina regente representando por primera vez a su suegra en varios compromisos.
El pasado octubre y adoptando una decisión sin precedentes para alguien sin lazos de sangre con la Familia Real, la Reina nombró regente a la esposa del heredero, lo que le permite asumir funciones de la soberana. Su debut tuvo lugar en su propia residencia, donde firmó dos propuestas de ley y el cese de dos jueces. Después vino la asistencia a un acto navideño. En el asta del palacio oficial de los príncipes en Copenhague ha llegado a ondear la bandera que representa su cargo de rigsforstander, esto es, “encargada del reino”.
El heredero de la corona británica resulta ser el peor parado de todos los príncipes europeos: porque las mayores atribuciones no le llegarán hasta el medio plazo y, para entonces, ya habrá superado en casi un decenio la edad de jubilación. Así las cosas, y viendo lejana la subida al trono, decidió encontrar su lugar en un mundo sostenible, donde ‘reina’ como el miembro de la realeza europea más concienciado con la reducción de su huella de carbono.
Recuerda Hola que “lleva hablando sobre la necesidad de una mejor gestión de los recursos naturales y advirtiendo sobre el cambio climático desde 1970”. Y no sólo eso. Señala que la mitad de la energía que emplea en su hogar y oficina procede de fuentes renovables, que ha creado jardines y huertos orgánicos en su finca de Highgrove y que su Aston Martin funciona con bioetanol.
Sé lo que están pensando; ustedes también quieren una finca y un Aston Martin para ser tan eco friendlies como el príncipe británico.