¡Vaya gente! / Mara del Prado
¿Crisis en la pareja Borbón-Urdangarin? ¿Rumores de una ruptura que Felipe VI lleva largo tiempo acariciando? Parece que no, o al menos eso dice Hola en una pequeña nota en su popurrí de noticias. Cuenta la revista que, tras conseguir el tercer grado y trasladarse a Vitoria, el cuñado del rey disfruta de una nueva vida en su tierra natal, arropado por su madre, hermanos, sobrinos y amigos. Sin embargo, aún no se ha visto la esperada imagen del condenado en el caso Nóos con su mujer, la infanta Cristina, y han surgido rumores de distanciamiento.
La publicación, interesada por esta posible eventualidad, ha consultado con fuentes cercanas al matrimonio que descartan este extremo y, según dicen, están “condicionados por las restricciones sanitarias” pero “se las arreglan para encontrarse en secreto”. Y, aunque no trasciendan esas ‘citas clandestinas’, recuerdan que tampoco hubo testimonio gráfico de las visitas de la hija de los reyes Juan Carlos y Sofía en la cárcel abulense de Brieva. Además, sostienen que ahora pueden hablar a diario y verse a través de las videollamadas y defienden que la vida de la expatriada en Ginebra pasa por la ciudad suiza “donde tiene sus trabajos”.
Cabe recordar que no tuvo ningún problema en mantener su trabajo para La Caixa en Barcelona cuanto la presión judicial y mediática la empujó a ella y a su familia a abandonar España, pero está bien saber que es una infanta independiente que no va a cambiar sus planes y su vida por su marido. Lo de la crisis matrimonial, de ser cierta, no tardaría en saberse.
Quienes no se ven desde hace tiempo son los duques de Sussex y los Windsor. De hecho, no hay fecha prevista para un encuentro entre la pareja y la Familia Real británica. La había, el 12 de junio, cuando estaba prevista la celebración del Trooping the colour para celebrar de forma oficial el cumpleaños de Isabel II, que el 21 de abril cumplirá 95.
Cuenta Hola que todos los preparativos estaban en marcha, incluso se había cursado ya invitación a Harry y Meghan. Sin embargo, la reina británica ha cancelado el desfile militar por segundo año consecutivo. Según el comunicado emitido por el Palacio de Buckingham, “tras consultar con el Gobierno y otras partes relevantes, se acordó que no se llevará a cabo este año en su forma tradicional en el centro de Londres. Se están considerando opciones para un desfile alternativo en el castillo de Windsor”.
Es cierto que el Covid lleva trastocando los planes de cada rincón del planeta desde hace más de un año. Incluso se puede reconocer que la crisis sanitaria se ha recrudecido en el Reino Unido y no podría hablarse de imprevisión. Pero, si habrá finalmente un acto privado, ¿por qué la cancelación del desfile afecta al hijo pequeño de Carlos de Inglaterra y su familia? ¿Por qué lo llaman pandemia cuando a nadie se le escapa el disgusto en Palacio con la entrevista a Oprah Winfrey?