
Mari Carmen Martínez
El momento actual que sufre el campo español resulta dramático. La sequía extrema que asola desde hace meses al paisaje patrio pone en jaque el futuro más próximo de nuestro sector agrícola. La ausencia de lluvias se ha llevado por delante las cosechas de secano, principalmente en el centro y el sur del país. Mientras, en las zonas de regadío se están limitando las siembras de verano como el maíz, el girasol, el arroz o el algodón.

Ciudadanos lleva meses ofreciendo al Gobierno soluciones concretas para combatir una situación de la que advertimos en el mes de marzo desde la Comisión de Agricultura en la que represento a mi partido
Junto a una meteorología adversa, el desigual reparto de agua de los embalses para la agricultura termina por dibujar un escenario desolador que afecta también a la ganadería extensiva: la reducción de pastos para las ovejas ha llevado a los ganaderos al punto de tener que sacrificar animales ante la imposibilidad de mantenerlos.
Y es que España atraviesa una situación de estrés hídrico severo. Para comprender la gravedad de este diagnóstico, algunas cifras: la reserva hídrica española está al 50,7% de su capacidad total, tras el segundo mes de marzo más seco del siglo y pérdidas irreversibles en 3,5 millones de hectáreas de secano.
Ante esto, Ciudadanos lleva meses ofreciendo al Gobierno soluciones concretas para combatir una situación de la que advertimos en el mes de marzo desde la Comisión de Agricultura en la que represento a mi partido. Pero mucho antes, en los Presupuestos Generales del Estado 2022, ya habíamos solicitado medidas que hubieran amortiguado esta crisis agrícola. Lejos de atenderlas, el PSOE llegó a votar en contra de algunas de estas propuestas sólo 24 horas antes de convocar un Consejo de Ministros extraordinario contra la sequía donde anunció algunas de ellas.
Hemos pedido por ello un Plan Nacional de Aprovechamiento Hídrico que aborde la construcción de centrales de bombeo combinando el almacenamiento de agua con el almacenamiento de energía y la generación de ésta en centrales hidroeléctricas. Es urgente además la puesta en marcha de un plan de apoyo fiscal a la agricultura que recoja cuatro medidas fundamentales: la devolución de los cánones de riego de la campaña 2022, la rebaja de la cuota del IBI rústico a las fincas afectadas, el incremento al máximo posible del porcentaje del anticipo de la PAC, y la implantación de nuevas líneas de créditos ICO bonificados para agricultores y ganaderos.
Junto a estas medidas, hemos propuesto al Ejecutivo que aplique la solidaridad interterritorial como principio rector de la gestión hidrológica en España y que active un plan de racionalización del regadío y del uso de aguas depuradas para reabastecer acuíferos. Aprovechando la presidencia española del Consejo de la UE, cabría plantearse también la utilización el Fondo de Solidaridad de la UE para paliar los daños de la sequía.
Iniciativas todas ellas que pretenden sostener con la mayor de las garantías un sector absolutamente vital para nuestra economía. Unas medidas que los agricultores y ganaderos de nuestro país merecen por justicia y de manera urgente. Como agua de mayo.
María del Carmen Martínez Granados (Jerez de la Frontera, 1979). Diplomada en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Huelva. Diputada en el Congreso de los Diputados por Cádiz desde 2019. Previamente ocupó un escaño en el Grupo Parlamentario de Ciudadanos en el Parlamento de Andalucía. Actualmente es portavoz del GPCs en las Comisiones de Hacienda; Industria, Comercio y Turismo; Agricultura, Pesca y Alimentación; y Transición Ecológica.
Creadora de la marca Miss Catas, proyecto empresarial para acercar el mundo del vino a todos los públicos con catas exclusivas para particulares y empresas. Fundadora y presidenta de la Asociación de Sumilleres de Cádiz. Es también miembro de la Asamblea de la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa).