L.H.
Este jueves ha concluido la XII Reunión de Alto Nivel entre España y Marruecos en Rabat para consolidar la relación entre ambos países y cerrar la tensión de pasadas turbulencias desde que España acogió al líder del Frente Polisario en un hospital para tratarlo de una enfermedad sin el conocimiento de Marruecos. En la cumbre se han firmado 24 acuerdos con el objetivo de asentar unas bases sólidas en las relaciones diplomáticas y evitar que se vuelva a producir nuevas crisis. La presencia del líder saharaui en suelo español llevó a la retirada de Marruecos de su embajadora en Madrid. Meses después el Gobierno español daba un giro a su tradicional política sobre el Sáhara Occidental, cambiando su postura de neutralidad para aceptar la propuesta marroquí de que se convierta en una región bajo la tutela del Rabat.
A pesar de estos cambios en la diplomacia española la celebración de esta cumbre ha generado polémica por la ausencia del Rey de Marruecos, Mohamed VI, que se confirmó a través de una llamada telefónica desde Gabón y que ha criticado la oposición calificándola de «humillante» para el presidente Sánchez. Sin embargo, desde La Moncloa han quitado hierro a este asunto, ya que confirman que la llamada ha sido suficiente para resolver las cuestiones pendientes.
Al encuentro ha asistido durante el miércoles y jueves de esta semana Pedro Sánchez, junto a 11 ministros, como la vicepresidente primera Nadia Calviño y tercera, Teresa Ribera. De los acuerdos, destaca un nuevo protocolo que permitirá la financiación de proyectos en Marruecos de 800 millones de euros, un programa de colaboración en materia de seguridad y terrorismo, la cuestión de la migración irregular y la continuación con la reapertura de las fronteras y aduanas en Ceuta y Melilla, que seguirá de manera gradual tras la reunión. Por otro lado, se han centrado en la importancia de la descarbonización de ambas economías y en una apuesta común por el desarrollo de energías limpias.