
Mari Carmen Martínez
Si hay un componente de nuestra gastronomía que a los españoles nos identifica y representa alrededor del mundo, además de ofrecernos cifras muy positivas para nuestra economía, ese tiene que ver con el mundo del vino. Un baluarte también cultural que debemos cuidar al máximo para garantizar su sostenibilidad y afianzar su producción.
La Federación Española del Vino (FEV) muestra puntualmente unas estadísticas que no debemos olvidar ni pasar por alto. España es el primer exportador mundial en volumen y el país con la mayor extensión de viñedos (copando el 13% del total). Exportamos a 189 países, producimos el 25% del vino europeo y atraemos por nuestras bodegas a casi tres millones de personas al año que se dejan cerca de 80 millones de €. El impacto económico interior tampoco se queda atrás: el vino ocupa a cerca de 450.000 personas, su actividad supone el 2,2% del Valor Añadido Bruto en España y reunimos 97 Denominaciones de Origen protegidas con 150 variedades autóctonas de uva.

Como portavoz en la Comisión de Agricultura, hemos traído al Congreso de los Diputados durante esta legislatura una serie de iniciativas concretas y cercanas a los profesionales del sector del vino que buscan una mayor atención por parte de la administración
Como sumiller, siento la responsabilidad de trasladar a las instituciones durante esta etapa en política la relevancia que el sector supone a muchos niveles para nuestro país. Cuento también con el reto de abrir determinados debates que tengan recorrido en el futuro y no se pierda de vista a corto y medio plazo todo lo que podemos crecer a nivel económico gracias al sector vitivinícola.
Así, como portavoz en la Comisión de Agricultura, hemos traído al Congreso de los Diputados durante esta legislatura una serie de iniciativas concretas y cercanas a los profesionales del sector del vino que buscan una mayor atención por parte de la administración. Como ejemplo, hace unos meses pedimos una excepción para que la práctica del aserpiado pueda seguir llevándose a cabo en viñedos de todo el país que así lo requieran. Propusimos también una campaña de promoción para las Denominaciones de Origen de los vinos andaluces. Y muy recientemente hemos reclamado una serie de límites a la instalación de energías renovables para proteger el paisaje y patrimonio del Marco de Jerez.
La figura de los denominados ‘winelovers’ tiene cada día más seguidores y consiguen mostrar al gran público las esencias y matices de este universo tan apasionante. Porque el vino es cultura, tradición, economía y turismo. Pero sobre todo representa una parte vital del carácter patrio que nos anima a quedar con amigos para contarnos nuestras cosas con unas copas de vino como testigo. Una actitud muy nuestra. Un estado de ánimo que nos define. Un sentimiento de pura cepa.
María del Carmen Martínez Granados (Jerez de la Frontera, 1979). Diplomada en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Huelva. Diputada en el Congreso de los Diputados por Cádiz desde 2019. Previamente ocupó un escaño en el Grupo Parlamentario de Ciudadanos en el Parlamento de Andalucía. Actualmente es portavoz del GPCs en las Comisiones de Hacienda; Industria, Comercio y Turismo; Agricultura, Pesca y Alimentación; y Transición Ecológica.
Creadora de la marca Miss Catas, proyecto empresarial para acercar el mundo del vino a todos los públicos con catas exclusivas para particulares y empresas. Fundadora y presidenta de la Asociación de Sumilleres de Cádiz. Es también miembro de la Asamblea de la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa).