
El Acento/ Inmaculada Sánchez.
En la Génova de Feijóo se han desayunado esta semana con suculentas novedades del caso Mediador casi todos los días. La trama de corrupción del exdiputado socialista canario va creciendo por momentos y desde su ya vacío escaño se expande un hedor a prostíbulo, billetes ocultos en cajas de zapatos, comilonas y conchabeo con empresarios corruptibles que el PP de la Gürtel y la Kitchen no está dispuesto a desaprovechar.
El IPC y el euribor, con sus persistentes subidas en el mes de febrero, se han unido al festín popular contra el Gobierno y uno de los principales empresarios del país le ha puesto la guinda anunciando que su compañía, una de las grandes multinacionales españolas, va a trasladar su sede social a Países Bajos, donde hay un «marco jurídico estable». Se trata de Rafael del Pino, presidente y principal accionista de Ferrovial, junto a dos de sus hermanos, además de dueño de la tercera fortuna de España.

Si Rafael del Pino se lleva su Ferrovial a Países Bajos por la inseguridad jurídica, la voracidad fiscal y el desastre económico de este Gobierno, como jalea el PP, será que no confía mucho en la victoria de Feijóo en las próximas elecciones porque si no, esperaría unos meses su llegada a La Moncloa para que España vuelva a ser fiable
El PP se ha lanzado en tromba a echar la culpa al Gobierno de Sánchez de la marcha de una de las grandes del Ibex 35. «Las decisiones tienen consecuencias», es lo más suave que han dicho desde Génova, señalando a la subida de impuestos a las grandes fortunas o a los bancos y energéticas como responsable de la huida de la constructora, además del supuesto debilitamiento de la unidad nacional, con las ‘concesiones’ gubernamentales a los independentistas catalanes, vía modificaciones penales, y sus repercusiones en la seguridad jurídica y la estabilidad política del país. No han debido calibrar bien en la sede del PP que tan insistentes acusaciones concluyen que si este rico empresario se va de España por culpa de lo que Sánchez está haciendo es que no confía en una pronta sucesión en La Moncloa.
La principal motivación de Del Pino, máximo dirigente de una compañía multinacional que ya tiene la mayor parte de su actividad fuera de España, como también ocurre con el Banco Santander o iberdrola, por ejemplo, apunta inexorablemente a la fiscalidad. Países Bajos, sin ser un paraíso fiscal dentro de la UE, sí es territorio preferido para SICAV, sociedades de gestión de grandes patrimonios (como la que tiene el propio Del Pino desde hace tiempo) o compañías que pretenden pagar menos a Hacienda por los dividendos generados, como ocurrirá en el caso de Ferrovial si se consuma el traslado.
Mala estrategia para Feijóo jalear que nuestros mejores empresarios huyen de España. ¿Acaso no perciben que el PP, como señalan todas las encuestas, está a un paso de desalojar del poder a tan confiscatorio gobierno socialcomunista en las elecciones generales que tendrán lugar este mismo año? O será que el dinero no entiende de encuestas.
Periodista y directora de ‘El Siglo’ desde 2011, revista que contribuye a fundar, en 1991, formando parte de su primer equipo como jefa de la sección de Nacional. Anteriormente trabajó en las revistas ‘Cambio 16’ y ‘El Nuevo Lunes’ y en la Cadena Ser. Actualmente también participa asiduamente en diferentes tertulias políticas de TVE y de Telemadrid