Yolanda Díaz estrena su largamente demorada plataforma, Sumar. Y lo hace tras haberse alineado con la dirección de Podemos, una vez demostrado en las elecciones andaluzas que las luchas internas se pagan caras en las urnas. La vicepresidenta ha asumido la oposición morada al aumento del gasto militar que planea Pedro Sánchez y ha plantado cara al presidente a su estilo, firmemente pero sin los aspavientos mediáticos que han caracterizado a los morados. Eso sí, el acercamiento a Podemos no significa que sus líderes estén presentes en la presentación en sociedad de Sumar. Díaz quiere poner el foco en la sociedad civil y ha pedido a los líderes de los partidos que la apoyan que se mantengan al margen del acto.
La semana política de Yolanda Díaz se preveía plácida, con un viaje a Roma para participar en unas jornadas organizadas por la Autoridad Laboral Europea y para reunirse con su homólogo italiano, Andrea Orlando, y con el comisario de Empleo y Derechos Sociales de la Unión Europea, Nicolas Schmit. El objetivo de la cita era analizar la propuesta de Directiva de trabajo de los riders que ha presentado la Comisión. Sin embargo, la semana se ha terminado enredando con la partida extraordinaria de 1.000 millones de euros que Pedro Sánchez pretendía aprobar en el consejo de ministros. A los ministros morados les pilló completamente desprevenidos mientras Moncloa explicaba que habían sido informados -la propuesta había pasado por la comisión de secretarios y subsecretarios-.
La unidad de acción en UP se ha conseguido gracias a algunos gestos de Díaz de puertas para adentro, que los dirigentes de Podemos han agradecido
En medio de la estupefacción inicial en Unidas Podemos, Díaz primero solicitó una reunión urgente de la comisión de seguimiento del pacto de gobierno, para analizar lo sucedido. Después, tras algunos contactos en el seno del Gobierno, se mostró convencida de que habrá un entendimiento sobre el gasto en Defensa. “Estoy segura de que tanto el presidente como yo misma llegaremos a un punto de encuentro”, afirmaba desde Roma.
La vicepresidenta ha conseguido marcar perfil propio, enfrentándose al presidente en su apuesta por el gasto militar, alineándose al mismo con la dirección de Podemos. En muchas tertulias mediáticas y columnas sorprendió el tono de las ministras moradas, Ione Belarra e Irene Montero, tras las muertes de personas migrantes en la frontera de Melilla. Y, esta semana, el sorprendente crédito extraordinario de 1.000 millones de euros para Defensa no ha dado pie al ruido mediático que hasta hace pocos meses estos desencuentros provocaban. Unidas Podemos ha expresado sus críticas y su disconformidad en un tono mucho más comedido a lo que venía siendo costumbre. Una unidad de acción que se ha conseguido gracias a algunos gestos de Díaz de puertas para adentro, que los dirigentes de Podemos han agradecido, junto con el convencimiento de todos de que los rifirrafes continuos no hacen ningún bien a un espacio político que no pasa por su mejor momento, como han demostrado las últimas elecciones autonómicas.
Los portavoces morados están expresando sus críticas en el Gobierno en un tono mucho más comedido a lo que venía siendo costumbre
Díaz ‘oficializaba’ el armisticio con las líderes de Podemos acudiendo hace unos días a una entrega de premios organizada por Irene Montero y su equipo en el Ministerio de Igualdad con motivo del Orgullo LGTBI, junto a la ministra de Derechos Sociales y secretaria general de los morados, Ione Belarra. En el seno de Unidas Podemos se ha acordado en las últimas semanas elevar las demandas en la negociación presupuestaria -la defensa del impuesto a las compañías energéticas ha sido buena muestra de lo que está por venir-, que empieza a dar sus primeros pasos y que se encarrilará a lo largo de septiembre. También ha resuelto buena parte de las tensiones internas de UP el acuerdo de voto negativo en el Congreso a la ampliación de la base naval de Rota para acoger más buques de guerra estadounidenses.
Sumar se presenta en sociedad
La vicepresidenta adelantaba algunos detalles del acto el pasado miércoles, desde Roma. La vicepresidenta ha insistido en su preocupación por la “enorme fractura” entre la ciudadanía y la esfera política, que debe ser “reparada”. Para ello, en su nuevo proyecto, Díaz planea realizar una fase de consulta a la sociedad civil para recoger sus iniciativas. La vicepresidenta ha explicado que aspira a un país “moderno”, “dinámico”, “ecologista”, “económicamente democrático”, “feminista” y “diverso”, por lo que ha decidido hacer la presentación pública de Sumar, en el centro cultural Matadero de Madrid, coincidiendo con la celebración del Orgullo LGTBI, que es un “baluarte” cultural y social.
Lo acordado es que los partidos es que estén presentes en la presentación de Sumar, pero no por sus principales líderes
La relación con los partidos le está costando a Díaz dar muchas explicaciones. Después de que Ione Belarra explicara en declaraciones a TVE que no estará en la presentación de Sumar porque así se lo ha pedido la vicepresidenta, Díaz explicaba este jueves que “no es verdad que yo haya dicho que no estén los partidos”. “Quiero que esté todo el mundo, hago un llamamiento para que estén todas sus gentes”, subrayaba. Ha asegurado que cuenta con todos los partidos progresistas para su proyecto -citando expresamente a Podemos, IU, En Comú, Más País y Compromís- y espera su presencia en el acto de presentación de Sumar, pero les ha trasladado que la idea es darle el protagonismo a la sociedad civil.
Así las cosas, Iñigo Errejón, líder de Más País, anunció que no estaría en el acto, como tampoco el coordinador general de IU, Alberto Garzón, ni la que ha sido su principal apoyo política hasta ahora, la alcaldesa de Barcelona y Líder de Catalunya En Comú, Ada Colau. Lo acordado con estas formaciones es que estuvieran representadas, sí, pero no por sus principales líderes. Tanto Belarra como el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, han transmitido que “respetan” y “acompañan” los “plazos y tiempos” que Díaz decida para su proyecto. Pero, al mismo tiempo, la secretaria general de los morados señalaba que Podemos es el partido “más grande” de este espacio político, una afirmación que podría discutir IU, tanto por militantes como, sobre todo, por representantes en municipios en los que Podemos no tiene presencia. Esta fue la cuestión que se disputaba en las negociaciones previas a las elecciones andaluzas, quien hacía valer su peso. Y ése será la gran cuestión que tenga que resolver Díaz para la viabilidad de su proyecto.