L.H.
El Presidente de Renfe, Isaías Taboas y la secretaria de Estado del Ministerio de Transportes, Isabel Pardo de Vera, han dimitido como consecuencia de la polémica por los trenes de Asturias y Cantabria, que se han diseñado de un tamaño mayor a las infraestructuras de la red de Cercanías de la zona. Junto a ellos han sido también cesados dos altos cargos, el titular de la jefatura de Inspección y Tecnología de Adil y el gerente de Área de Gestión de Material de Renfe Viajeros.
El problema ha derivado de una irregularidad en los contratos que Renfe anunciaba en 2020 sobre aumento de 31 trenes nuevos para las regiones de Asturias y Cantabria por la antigüedad de sus convoyes actuales que dificultan las conexiones de la zona. La empresa contratada para llevar a cabo el proyecto, Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF), con un presupuesto de 258 millones de euros, tenía intención de terminar el proyecto en 2024. Esta empresa es la que ha detectado el error de las dimensiones en el diseño de los trenes que se iban a fabricar, sin embargo, todavía no se ha aclarado de quién es la responsabilidad. El ministerio ha anunciado que ha encargado una auditoría interna con las empresas Renfe y Adif, para “poder determinar con detalle cuando se produjo el error”. Además, propone construir un grupo de trabajo en el que puedan participar los gobiernos de las dos comunidades para hacer un seguimiento del nuevo proceso.
Como consecuencia, este error tendrá un retraso de dos años en la fabricación de estos nuevos trenes, es decir, se entregarán los primeros trenes a comienzos de 2026. El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla ha declarado, “hay que ver quién ha cometido el gravísimo error de sacar a licitación un proyecto que no era viable”. Mientras que Adrían Barbón, el presidente de la comunidad de Asturias, ha declarado también su decepción ya que considera, que “las cercanías son un factor clave para Asturias”. Ambos presidentes se han reunido con Ranquel Sánchez, la ministra de Transportes para negociar nuevas soluciones, que concluyen en la determinación de la gratuidad de Renfe hasta que se entreguen los trenes previstos. Además aumentan a 38 trenes, 21 para Cantabria y 17 para Asturias y también, durante el proceso de espera, el Gobierno se encargará de mejorar los trenes actuales para poder disfrutar de un mejor servicio.