
Sin Maldad / José García Abad
El presidente de la CEOE está recibiendo disparos desde su derecha, o sea, de la ultraderecha pura y dura. Sus argumentos, torticeros, de tan poco fundamento, muestran ya de entrada su intencionalidad. Se refieren a cuestiones de tipo administrativo sobre la condición laboral del presidente de la patronal, de si es autónomo, falso autónomo o mediopensionista y cuyo origen se sitúa en el pasado remoto, en 2014, cuando Antonio Garamendi optaba a la presidencia de la Confederación Española de Pequeñas y Medianas Empresas (CEPYME) atacando a su presidente de entonces, Jesús Terciado, de quien procede parte de los proyectiles contra Garamendi. También es significativo el apoyo mediático a esta batalla por el diario ‘La Razón’, que si no es de ultraderecha sí es de derecha extrema. Como se ve, la guerra contra el presidente de la CEOE es una mezcla de política y venganza personal.
En el trasfondo del asunto está la sutil dualidad que define la CEOE: una parte, la fundamental es la negociación de los convenios con los sindicatos, que se hace dentro de la cordialidad, pues en el fondo les va a ambos interlocutores sociales su razón de ser y el origen de sus sueldos y estatus social. La otra parte es la CEOE política, que nutre de ideología a la derecha política y que considera que Garamendi no es todo lo crítico con el Gobierno que consideran necesario.

En el trasfondo del asunto está la sutil dualidad que define la CEOE: una parte, la fundamental, es la negociación de los convenios con los sindicatos, que se hace dentro de la cordialidad pues en el fondo les va a ambos interlocutores sociales su razón de ser y el origen de sus sueldos y estatus social. La otra parte es la CEOE política, que nutre de ideología a la derecha política y que considera que Garamendi no es todo lo crítico con el Gobierno que consideran necesario
Garamendi se sienta bien
En todo caso, la silla de Antonio Garamendi no se tambalea, pues acaba de ganar holgadamente las elecciones que le permiten cuatro años más de mandato, los últimos, pues no puede ser relegido mas que para dos periodos.
El presidente de la CEOE cuenta con el apoyo de los grandes del Ibex incluidos los energéticos: Ignacio Galán, José Bogas, Francisco Reynés, Antonio Brufau o José Manuel Entrecanales; y los banqueros Ana Botín, José Ignacio Goirigolzarri, Carlos Torres y los medianos, a pesar de que ambos sectores están que trinan con el Gobierno.
Cuenta también Garamendi con el apoyo de otros empresarios ‘neutrales’ pero que optan por la continuidad de las instituciones como José María Álvarez-Pallete, de Marta Ortega, entre otros, además de Juan Roig, presidente de Mercadona que no está en Bolsa pero que es el primero en el sector de la distribución alimentaria, y de Marta Álvarez, presidenta de El Corte Inglés que tampoco cotiza en Bolsa pero que tiene importancia simbólica.
Ninguno de estos presidentes forma parte de la directiva de la gran patronal ni falta que les hace, pues su influencia es manifiesta, entre otras razones porque son los que más dinero aportan a la misma.
Pasaron los tiempos del menosprecio que ostentaban contra la CEOE los grandes del Ibex agrupados en el Consejo Empresarial de la Competitividad (CEC), un poderoso ‘lobby’ integrado, como confesaba uno de sus miembros por “15 machos alfa que quisieron arreglar el mundo”, que pretendieron suplantar a la CEOE, a la que tachaban de organismo ineficaz.
En general, el empresariado colabora lealmente con el Gobierno
Obviamente, los empresarios preferirían un gobierno de derechas, pero ante todo son pragmáticos y se adaptan a los imperativos de la realidad. Antonio Garamendi, que preside una patronal con 4.500 organizaciones, ha actuado con notable pragmatismo.
Apoyos activos
Cuenta Garamendi con la casi totalidad de las organizaciones regionales; incluso con la poderosa patronal madrileña CEIM, presidida por Miguel Garrido, quien mostró su discrepancia con la actitud de colaboración con el Gobierno. A pesar de estas críticas, declaró públicamente su apoyo al presidente.
Su último mandato
Antonio Garamendi Lecanda (Getxo, 1958), casado, tres hijos, iniciará previsiblemente su último mandato (sólo pueden permanecer dos) el 23 de noviembre.
Educado en los jesuitas desde la Primaria, licenciado en Derecho por la Universidad de Deusto, hijo, nieto, biznieto y tataranieto de empresarios, gobernará la CEOE hasta 2026, dando fin a un largo periodo de zozobras para la organización que se inician desde la dimisión de José María Cuevas, quien mandó la organización desde 1984 a 2007, 23 años, seguido del escandaloso mandato de Gerardo Díaz Ferrán, que terminó en la cárcel.
Se le ha reprochado a Garamendi que su itinerario profesional es más de dirigente de asociaciones empresariales que de empresario propiamente dicho, pero él insiste en que es un empresario concreto, pero fundamentalmente empresario de las organizaciones empresariales, “pues –razona– también debe haber empresarios de las asociaciones que hay que potenciar para llevar nuestros mensajes a la sociedad y a los gobiernos”.
En alguna ocasión, Garamendi se ha calificado así mismo en conversaciones conmigo como el Pepito Grillo del Gobierno: “Somos independientes. Somos los que decimos: “Oye Pinocho, te lo estás pasando de puta madre en el parque de atracciones pero no sólo te está creciendo la nariz sino también las orejas y te acabarás convirtiendo en burro. Se lo decimos a Pinocho con mucho cariño. Se lo decimos a Sánchez y a los demás políticos. Estamos en un momento complicado y es lógico que hable con Sánchez, con los ministros, con los directores generales, pero también con el dirigente de la oposición, con quien haya que hablar”.
Insistió en que en CEOE no son políticos, pero tienen mucho que decir y que aportar siempre desde tres grandes requisitos: “Primero: independencia para ser libres y decir lo que queremos. Segundo: con sentido de Estado. Nos podemos equivocar, pero que nadie pueda decir que lo hemos hecho con mala fe. Y tercero, lo que es un punto clave que está faltando en España y que yo lo pongo siempre encima de la mesa: lealtad. Somos leales al presidente del Gobierno, sea quien fuere, el que decidan los españoles. Nuestra obligación como institución que representa una parte fundamental de la sociedad civil es ser leal con el Estado”.
Lleva ejerciendo la profesión de periodista desde hace más de medio siglo. Ha trabajado en prensa, radio y televisión y ha sido presidente de la Asociación de Periodistas Económicos por tres periodos. Es fundador y presidente del Grupo Nuevo Lunes, que edita los semanarios El Nuevo Lunes, de economía y negocios y El Siglo, de información general.