Destacado Económico / N.L.
Pedro Sánchez, con la colaboración de Marc Murtra, presidente no ejecutivo de Indra, ha necesitado dos años para completar la operación de cargarse en cuerpo y alma a Fernando Abril-Martorell, el presidente provisto de todos los poderes al frente de la compañía en 2015 por Mariano Rajoy, cesado en 2021.
El último movimiento ha sido el cese del consejero delegado, Ignacio Mataix, el pasado 6 de marzo, un año después de que fuera confirmado como único consejero delegado de la compañía tras el cese de la consejera delegada del área de negocio de TI, Cristina Ruiz Ortega. Murtra se ha cargado con este cese efectuado con manos de seda a quien fuera el compañero de pupitre de Abril-Martorell en ICADE, la Universidad Pontificia Comillas, su mejor amigo.

El Gobierno es el principal accionista de Indra al controlar a través de Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), cerca del 28% del capital, que ha potenciado su influencia al contar con la alianza con Amber Capital y la empresa Sapa, especialmente con Amber, primer accionista de Prisa y cuyo propietario, Joseph Oughourlian, también es el presidente de la sociedad que posee algo más del 5% de Indra, que recibió a cambio de que el Gobierno autorizase quedarse al borde del 10% de Prisa.
La alianza con Joseph Oughourlian fue decisiva para cepillarse a los consejeros independientes discrepantes con la dirección.
Cayó Mataix, el mejor amigo de Abril-Martorell
La operación ha culminado con la sustitución el pasado 18 de mayo de Mataix por José Vicente de los Mozos, un empresario neutro políticamente, presidente de Ifema Madrid, visto con buenos ojos por el Partido Popular.
“Es un privilegio para Indra contar con un consejero delegado con la experiencia internacional, la independencia y el bagaje industrial de José Vicente de los Mozos. Vamos a trabajar juntos para impulsar la compañía del futuro, una Indra más centrada en los negocios y en las nuevas oportunidades tecnológicas que la nueva coyuntura internacional nos ofrece”, ha afirmado Marc Murtra.
José Vicente de los Mozos nació en 1962, está casado y tiene cuatro hijos. Es titulado en Ingeniería Aeronáutica por la Universidad Politécnica de Madrid, cuenta con un Máster en Técnicas de Producción, por el CESEM de Madrid y un Executive Program por la Universidad de Stanford (SEP). Ha sido miembro del Comité Ejecutivo del Grupo Renault, presidente del Consejo de Administración de Renault España y presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles (ANFAC). Además, es poseedor de numerosos premios y reconocimientos, entre los que destaca, un Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Valladolid.

“Es un privilegio para Indra contar con un consejero delegado con la experiencia internacional, la independencia y el bagaje industrial de José Vicente de los Mozos. Vamos a trabajar juntos para impulsar la compañía del futuro, una Indra más centrada en los negocios y en las nuevas oportunidades tecnológicas que la nueva coyuntura internacional nos ofrece”, ha afirmado Marc Murtra. / EP
En 1978, entra en Renault España como aprendiz y, tras obtener su titulación de ingeniería, pasa a formar parte del equipo de ingenieros de la Factoría de Carrocería Montaje de Valladolid.
En 1993, se traslada a París para desempeñar diferentes tareas de responsabilidad en la Dirección de Ingeniería de Renault para posteriormente regresar a España como jefe del Departamento de Embutición de la Factoría de Carrocería Montaje de Valladolid y, más tarde, responsabilizarse de los Departamentos de Chapa y Embutición de la planta de Palencia.
En 2003, pasa a Nissan Motor Ibérica, en Barcelona, como adjunto al director industrial, para posteriormente ser nombrado director de Nissan Motor en 2005. Un año después, ocupa la vicepresidencia, encargándose de todas las operaciones industriales de Nissan España.
En septiembre de 2008, entra en la empresa FICOSA (proveedor de la automoción) como director general de Automoción. En octubre de 2009, regresa a Renault como director de Fabricación de Vehículos del Grupo y, posteriormente, director de Fabricación y Logística en Europa. En 2018, José Vicente de los Mozos es nombrado director general de Fabricación y Logística del Grupo Renault a nivel mundial.
Buenaventura investiga
La tarea de liquidar definitivamente el efecto Abril-Martorell no ha sido fácil pues, aparte de los movimientos internos relatados, había que contar con la suspicacia de Rodrigo Buenaventura, presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), alertado por quienes denunciaban una interferencia irregular por parte del Gobierno y la legalidad del cese de Mataix como consejero delegado.

Buenaventura compareció en la Comisión de Asuntos Económicos del Congreso de los Diputados para dar cuenta sobre la investigación ejecutada sobre el vuelco vivido en el máximo órgano de decisión de la empresa española vivido en el marco de la junta general ordinaria de accionistas celebrada en 2022.
El responsable del supervisor señalaba que la clave radica en si realmente se trata de una salida voluntaria de Mataix o un cese obligado. Lo que se ha comunicado formalmente por parte del grupo es que se trata de un «proceso de sucesión» que se aprobó por unanimidad de todos los miembros del órgano de decisión y de común acuerdo con el propio Mataix (que continua en la compañía como asesor estratégico).
Pese a las preguntas de Vox y el Partido Popular, Buenaventura no entró en explicar que supone esta monitorización y si realmente existen indicios reales de que esta decisión se toma como consecuencia de los cambios producidos en el consejo tras la «coordinación» de Sapa, SEPI y Amber en la junta.
Coordinar no es pecado
El presidente de la CNMV defendió durante su comparecencia que la existencia de una «coordinación” entre la SEPI, Sapa y Amber Capital para introducir ‘in extremis’ los puntos en el orden del día sobre el cese de los independientes no implica que exista una «concertación”. «Que varios accionistas se pongan de acuerdo para promover o proponer ceses de administradores en sí mismo no es una acción concertada; ni aquí ni en Londres», argumentaba el presidente. Y lo justificaba en que la coincidencia entre los tres accionistas se produce para sacar a representantes del consejo y no para los nombramientos. «Si se cesa a unos consejeros y se sustituyen por otros tan independientes es difícil sostener que ha habido cambios en las mayorías del consejo», argumentó.
En su opinión, esa posible concertación «no se detecta en pocos meses», por lo que se mantiene esta investigación. Buenaventura no se privó de criticar lo sucedido en la junta general que, opinó, está «alejado» de lo que cabría esperar de una compañía cotizada y estratégica como Indra.

El hecho de no haber concluido que hubo esa concertación –que habría implicado exigir a la SEPI lanzar una OPA sobre el 100% de la compañía– “no quita un ápice de crítica» al hecho. Ante este contexto, Buenaventura anunció que trasladará al Gobierno tres propuestas para reformar la Ley de Sociedades de Capital orientadas a proteger a los consejeros independientes de ceses propuestos en plena junta de accionistas, tal y como ocurrió en la junta de Indra del pasado 23 de junio.
Tras la reconfiguración del consejo después de la junta general extraordinaria de octubre de 2022, el consejo de Indra quedó conformado por catorce puestos, en los que siete son independientes. No hay voto de calidad de Murtra, por lo que no podrá dirimir decisiones en las que haya división ‘perfecta’. Están los dominicales que corresponden a SEPI (Juan Moscoso, Miguel Sebastián, Antonio Cuevas) y Sapa (Jokin Aperribay).
Con el nombramiento de De los Mozos como consejero delegado, el presidente de la tecnológica cierra un consejo a su medida y apuntala un núcleo duro que controla cerca del 50% del capital
Desde la celebración de aquella tormentosa junta de junio de 2022, los títulos de la empresa se han revalorizado en torno al 13,5%, cuando el Ibex sólo lo hizo en un 0,5 %.