
El Acento/ Inmaculada Sánchez.
El próximo 28 de mayo tendrán lugar en la mayor parte del territorio nacional las primeras elecciones autonómicas después del vuelco en nuestras vidas, y en nuestros servicios sanitarios y sociales, que provocó la pandemia del Covid-19. Algunas comunidades ya pasaron por las urnas antes del fin de la emergencia sanitaria: Euskadi y Galicia, en julio de 2020 aún en plena batalla contra el virus, Madrid, en 2021, en un sorpresivo adelanto electoral que no evita que los madrileños tengan que votar de nuevo este mayo, y Cataluña y Andalucía, en febrero y junio del año pasado, con una gestión política todavía inmersa en el final de la larga batalla contra el Covid.
La próxima cita electoral llega, por fin, sin mascarillas ni restricciones, pero con una alerta sanitaria que recorre toda España. El deterioro de la atención sanitaria, competencia exclusiva de las comunidades autónomas, se ha convertido en los últimos meses en uno de los principales ‘incendios’ sociales y políticos que los gobiernos autonómicos intentan apagar, con desigual fortuna, antes de su comparecencia ante los ciudadanos el próximo mayo.

El Sistema Nacional de Salud ha batido un triste récord de pacientes en lista de espera quirúrgica con casi 800.000 personas y 122 días de media. La atención sanitaria pública es competencia de las autonomías y cada una debe asumir su propia responsabilidad el próximo 28 de mayo en las urnas
La caída en la calidad de la atención es escalofriante y, junto a la percepción cotidiana de los pacientes, la acaba de poner sobre la mesa con cifras el Ministerio de Sanidad esta misma semana en su informe de 2022. El Sistema Nacional de Salud ha batido un triste récord de pacientes en lista de espera quirúrgica con casi 800.000 personas, cerca de 90.000 más que el año anterior. La media para ser operado de casos no urgentes alcanza ya los 122 días de media. Si se suman los periodos de espera a ser visto por un especialista y la realización de pruebas diagnósticas previas estamos ante unos inaceptables plazos que superan los seis meses y, en no pocos casos, se acercan al año. Se trata de las peores cifras de nuestra sanidad pública en su historia reciente.
Los datos del Ministerio también distinguen entre comunidades, ya que la gestión les compete y desde la dotación de sus hospitales hasta la contratación de médicos o los horarios y protocolos de atención varían según autonomías. Extremadura, Canarias, Castilla-La Mancha y Cataluña encabezan el deshonroso ranking de lista de espera quirúrgica, con más de 170 días de demora, mientras País Vasco y Madrid son las que menos días hacen esperar, con entre 70 y 60.
Con todo, las esperas quirúrgicas son un dato más que añadir al de las crecientes demoras en ser vistos por el médico de familia, que alcanza los 11 días de media. La Atención Primaria, considerada el primer eslabón de todo servicio de salud pública, es el que más ha sufrido tras la pandemia al volcarse los recursos en urgencias y hospitales. Sanitarios de distintas comunidades vienen protagonizando huelgas y movilizaciones en los últimos meses reclamando recursos, plantillas y salarios acordes al esfuerzo exigido que se han saldado con distintos acuerdos de mejoras laborales. El más reciente, el de la comunidad de Madrid, que acabó con más de cuatro meses de huelga de los médicos de la primaria tras lograr una subida de sueldo de 450 euros al mes y después de masivas manifestaciones ciudadanas.
Pocas elecciones locales como éstas han tenido el foco tan dirigido a hospitales, centros de salud y batas blancas. La inflación sigue ahogando a las familias, a pesar de la resistencia de la economía y los buenos datos de empleo, pero las esperanzas o frustraciones respecto al nivel de vida suelen recaer en el gobierno de la nación, en La Moncloa y su inquilino. Pese al alto nivel de ‘contagio nacional’ de estos comicios autonómicos, tan cercanos a las siguientes elecciones generales de fin de año, los votantes deberían haber aprendido que lo del médico y el hospital es cosa de su presidente autonómico. Se trata de prioridades en la gestión, de dotaciones, de inversión, de impuestos… Tengámoslo en cuenta este próximo 28 de mayo y convirtámoslo en el ‘de la sanidad’. Que de eso hemos aprendido, y sufrido, mucho estos últimos tres años.
Periodista y directora de ‘El Siglo’ desde 2011, revista que contribuye a fundar, en 1991, formando parte de su primer equipo como jefa de la sección de Nacional. Anteriormente trabajó en las revistas ‘Cambio 16’ y ‘El Nuevo Lunes’ y en la Cadena Ser. Actualmente también participa asiduamente en diferentes tertulias políticas de TVE y de Telemadrid