Javier Quintana
Esta semana el Banco de España anunció que dos tercios del ahorro acumulado por la ciudadanía durante la pandemia fue obra de las rentas más altas. La práctica, consecuencia de las dificultades que la crisis sanitaria impuso para adquirir ciertos bienes y servicios, quedó por lo general supeditada a las clases más pudientes.
Este factor explica el prácticamente nulo impacto de este ahorro en el consumo. Las familias con buena posición económica tienen menor propensión marginal a consumir. Según la encuesta Consumer Expectations Survey elaborada por el Banco Central Europeo, solo el 15% de los hogares que acumularon ahorros los han utilizado en los últimos trimestres.
“Los hogares que ahorraron durante la pandemia no anticipan un mayor dinamismo de su consumo, en un horizonte de un año, que el que contemplaban los hogares que no habían ahorrado”, indica Carmen Martínez-Carrascal, economista de la institución.
Asimismo, el Banco de España indica que el repunte del coste de la deuda que se ha dado en los últimos meses podría incentivar a destinar estos ahorros a cubrir los préstamos.