
Mari Carmen Martínez
España se enfrenta en los próximos meses a una triple cita electoral: municipales y autonómicas en mayo, y las elecciones generales presumiblemente a finales de año. Y sospecho que muchos españoles aún no son conscientes de la paralización que vamos a sufrir en determinados asuntos porque al bipartidismo le interesa. Pero voy más allá. Dudo que los ciudadanos sean conscientes de las graves repercusiones que esta paralización electoral interesada va a provocar en nuestro país. Podría poner muchos ejemplos que he vivido desde que llegué a la política en 2018. Pero voy a poner un ejemplo reciente que puede ayudar a que el lector abra los ojos.

La ministra socialista Reyes Maroto, ya con la cabeza puesta en las elecciones al Ayuntamiento de Madrid, pretende firmar un documento con modificaciones de última hora sin consenso alguno
Asociaciones, partidos políticos y personas de la sociedad civil llevan trabajando en los últimos años en la elaboración de un documento que recoja los principios fundamentales para un Pacto Nacional por la Industria. Un acuerdo que siente las bases para que la industria española pueda acometer los cambios que la transición ecológica y energética les obliga, y que además le permita ser más competitiva a nivel europeo y mundial. Hace prácticamente un año parecía que estábamos cerca de abrochar este acuerdo. Los partidos políticos nos encontramos en un texto que ayudaría a nuestra industria. Teníamos foto y anuncio del Ministerio. Pero con el bipartidismo hemos topado: la cercanía de las elecciones y las próximas campañas han dinamitado este Pacto Nacional por la Industria.
Hace sólo unas semanas, los portavoces de industria en el Congreso de los Diputados recibíamos el texto final e incluso se ponía fecha para la firma del Pacto. Pero de repente, tanto PSOE como PP se dan cuenta de que podría ser un arma electoral: todo el trabajo y las negociaciones de tantas personas, tirados por la borda.
La ministra socialista Reyes Maroto, ya con la cabeza puesta en las elecciones al Ayuntamiento de Madrid, pretende firmar un documento con modificaciones de última hora sin consenso alguno. Quiere ponerse la medalla a toda prisa para poder encarar la campaña con algún éxito en su haber. Porque, seamos sinceros: ¿Ha defendido con rotundidad al sector industrial de nuestro país ante la vicepresidenta Ribera con la crisis del precio de la energía que tanto lastra la competitividad de las empresas españolas?
En el otro lado encontramos al Partido Popular, que percibe en esta situación una oportunidad ideal para llegar a la campaña de las autonómicas asegurando que es imposible firmarlo porque las comunidades no han tenido la suficiente participación. ¿En serio? Años trabajando en este Pacto Nacional por la Industria y no son capaces de hacer un último intento junto con el resto de partidos para que al fin sea un realidad. Creo además que hay otros partidos, los de siempre, que también han visto la oportunidad de sacarle rédito a no firmar este Pacto.
Recuerdo hoy mis últimas palabras en aquella reunión de portavoces en la Comisión: “Ante esto, poco podemos hacer. Si falta un partido, ya no puede haber pacto.” Resulta inexplicable la impotencia que uno siente por dentro. Sobre todo, porque con la ruptura de este acuerdo, quien pierde es el sector industrial. Les vuelve a tocar esperar, y no sólo para que se reanude el Pacto, que mucho me temo que tendrá que esperar a que pasen las elecciones generales. También están muy pendientes de la Ley de Industria que prometió acometer el Gobierno de Sánchez.
Nos encontramos ante un nuevo fracaso de Reyes Maroto y todo su Ministerio. No han sabido hacerlo, o no han querido, que sería aún peor. De lo que no me cabe duda es de que estamos, una vez más, ante el inevitable bucle infinito del bipartidismo.
María del Carmen Martínez Granados (Jerez de la Frontera, 1979). Diplomada en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Huelva. Diputada en el Congreso de los Diputados por Cádiz desde 2019. Previamente ocupó un escaño en el Grupo Parlamentario de Ciudadanos en el Parlamento de Andalucía. Actualmente es portavoz del GPCs en las Comisiones de Hacienda; Industria, Comercio y Turismo; Agricultura, Pesca y Alimentación; y Transición Ecológica.
Creadora de la marca Miss Catas, proyecto empresarial para acercar el mundo del vino a todos los públicos con catas exclusivas para particulares y empresas. Fundadora y presidenta de la Asociación de Sumilleres de Cádiz. Es también miembro de la Asamblea de la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa).