J.Q.
El Congreso de los Diputados aprobó el pasado 7 de marzo la creación de una medalla especial para aquellos sujetos ligados a la institución que reúnan “méritos excepcionales desde el punto de vista del Parlamento”. Se espera que la medalla, que consistirá en un disco de esmalte de treinta milímetros de diámetro, sea entregada a presidentes y ex presidentes de la Cámara Baja y a otras personas que hayan realizado “actividades relevantes” en el Parlamento. La Mesa del Congreso definirá los criterios específicos. “La Medalla del Congreso de los Diputados se concederá por la Mesa, previa la tramitación de un expediente en el que se recojan los méritos y circunstancias que concurren en la candidatura propuesta, así como, en su caso, los documentos e informes que se consideren oportunos”, explica el nuevo reglamento. También indica que la Mesa entregará en su primera sesión la medalla a la “Presidencia saliente”. Además de a esta y a todas las anteriores presidencias, la medalla podrá entregarse a un máximo de otras cincuenta “personas físicas o jurídicas, públicas o privadas, de nacionalidad española extranjera”.
Se trata de un galardón sin precedentes en el Congreso. La Medalla de Oro de las Cortes Generales es el distintivo que más se le asemeja.