Las consecuencias del coronavirus con epicentro en la provincia china de Wuhan empiezan a extenderse más allá de las sanitarias. De he hecho, ya ha ‘contagiado’ al Mobile World Congress de Barcelona, previsto para finales de este mes en Barcelona, al que no acudirá la compañía coreana LG Electronics, a fin de eliminar «por completo» el riesgo de exponer a sus empleados al coronavirus en viajes internacionales. Aunque en un primer momento la compañía china ZTE parecía que tampoco acudiría a la gran cita de la telefonía en Barcelona, finalmente ha confirmado su asistencia.
Con las Bolsas en rojo, los analistas ya están empezando a calibrar el posible impacto económico de la epidemia. En un informe, la consultora Oxford Economics dijo que el brote actual «podría ser un evento de alto impacto, pero de corta duración, similar al episodio del SARS de 2003», aunque reconoció que hay un riesgo de que su pronóstico de crecimiento de China durante el primer semestre baje. En aquel entonces, recuerda la consultora, el crecimiento del PIB cayó dos puntos en el segundo trimestre (del 11,1% al 9,1%), y posteriormente se recuperó hasta el 10% en el segundo trimestre de 2003. «En línea con esto, esperamos que el impacto del coronavirus de Wuhan se sienta principalmente en el consumo, a través de sectores minoristas y relacionados con el turismo, y en menor grado en otros factores económicos como la inversión y el valor agregado industrial», apunta.