La pandemia hundió los ingresos del sector del juego en un 33% en 2020, una cifra que llegó hasta el 48% en el juego privado presencial. Estos son algunos de los datos que recoge el ‘Anuario del Juego’ que cada año editan la Universidad Carlos III y la patronal Cejuego, que también señala que el juego on line creció -un 13%, 100 millones de euros- pero no compensó los casi 3.500 millones que dejaron de ingresar las empresas del sector.
La covid-19 ha tenido un impacto considerable sobre las cantidades destinadas a jugar, con un descenso del 33,2% en el juego real, es decir, la diferencia entre las cantidades jugadas y los premios. La cantidad destinada al juego y, por ende, los ingresos de las empresas del sector ascendieron a 6.771 millones de euros, frente a 10.220 en 2019.
El Estado y las comunidades recaudaron en impuestos sobre las empresas y los premios 1.244 millones de euros en 2020, casi 500 millones de euros menos que en 2019
Con lógica, dadas las circunstancias sobrevenidas con la covid19, el descenso se ha concentrado en el juego presencial, con un -37,0%, y dentro de este el juego de entretenimiento (casinos, bingos, salones, apuestas y máquinas recreativas en bares), -48,0%, mientras que el juego de suerte o ilusión (loterías y cupones de la ONCE) “sólo” descendió un -26,8%. La caída del juego presencial se compensó muy parcialmente con el aumento del 13,7% del juego online. Pero en términos globales esta “compensación” es irreal: el juego presencial perdió 3.498 millones de euros mientras que el online aumentó 107 millones de euros. En el juego de entretenimiento todas sus variedades, menos las apuestas, descendió alrededor del 50% o más, las apuestas sólo -18,5%.
El juego ha sido una de las actividades económicas que ha sufrido un mayor descenso por el impacto de la covid-19: mientras el conjunto de la economía nacional descendió un 9,8%, el juego lo hizo en un 33,7%:
-El gasto real en todos los juegos en España supuso el 0,6% del PIB, mientras en 2019 representó el 0,8%.
-La suave tendencia al crecimiento del juego en los últimos años, con una media del 3% anual, se truncó.
-En los juegos de ilusión, las loterías y apuestas mutuas deportivas de SELAE y las loterías de la ONCE, se jugaron 3.385 millones de euros, un -26,8% respecto a 2019. Esta vertiente del juego representa el 0,24% del PIB.
-En el juego de entretenimiento presencial (casinos, bingos, salones de juego, apuestas deportivas y máquinas en hostelería) gestionado por empresas privadas, se jugaron 2.504 millones de euros, un -48,0% respecto a 2019. Todas las vertientes del juego de entretenimiento presencial descendieron. Esta vertiente del juego representa un 0,22% del PIB, con un descenso respecto al 0,38% que representaba en 2019.
–Online se jugaron 882 millones de euros, casi todo canalizado a través de las webs reguladas por el Estado, 850 millones de euros, el resto, 31 millones de euros se jugaron en webs reguladas por las comunidades (Madrid, Murcia, Navarra, País Vasco y La Rioja). Pese a la elevada atención que suscita el juego online representa sólo el 0,08% del PIB.
-La participación del juego online en el gasto total en juego alcanzó el 13,7% en 2020, pero es más un espejismo que otra cosa.
-820 millones de euros del juego real de entretenimiento presencial se destinaron a impuestos especiales sobre el juego, ya fueran del Estado (181,2 millones de euros) o de las Comunidades Autónomas (638,7 millones de euros).
-Las comunidades autónomas de régimen de financiación autonómica general recibieron 898,1 millones de euros del fondo COVID previsto por el Estado para compensar los descensos de recaudación de los impuestos cedidos, entre ellos el juego.
-Además, 421,3 millones de euros se detrajeron de los premios de loterías o de bingo. Es decir, impuestos que gravitaron sobre los premiados, no sobre las empresas. El volumen de estos impuestos va en descenso dado el aumento de los umbrales de premios de lotería sobre los que gravita este gravamen.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del INE. Sobre el juego: asociaciones empresariales sectoriales.
Cantidades jugadas en 2020 y su distribución entre empresas
A partir de la declaración del estado de alarma en marzo de 2020 la recuperación del juego iniciada en 2013 se truncó. El juego real en 2020 se redujo a dos tercios del de 2019 (66,8%), considerando el conjunto del año, si se consideran sólo los nueve últimos meses se podría hablar casi de colapso de la actividad. Como se verá, el juego ha sido uno de los sectores que más han sufrido la crisis de la covid, tanto en términos de ingresos como en términos de empleo, buena parte de sus plantillas se acogieron a ERTES durante meses.
Como muestra el gráfico 1, la crisis de 2008- 2014 supuso un descenso del 24,2% en el juego real. Su profundidad fue similar a la que se produjo en otros mercados de bienes “prescindibles”, como la moda. También, como otros mercados de este tipo, la recuperación fue incompleta y supuso una sensible transformación en la estructura del mercado: entre 2014 y 2019 el juego real creció un 23,2%, pero aún está por debajo de los datos de 2008. En paralelo a esta salida parcial de la crisis hasta 2019, se produjo una reconversión del sector con la aparición del juego online, el crecimiento de los salones, las apuestas y el cambio en las ubicaciones de los casinos, aproximándolos al centro de las ciudades. Esto trajo consigo el descenso en el número de máquinas B en los bares, también afectados por su propia reconversión. La crisis desencadenada por la covid19 va a provocar otra profunda reconversión tanto en el juego como en la hostelería.
El gráfico 2 desglosa en porcentajes el juego real en los distintos operadores:
-Como se avanzó, la caída de los ingresos del sector fue de un tercio de los registrados en 2019.
-El juego gestionado por los operadores públicos, la vertiente menos afectada por la covid19, representó en 2020 casi la mitad del juego real (49,5%), casi un 5% más que en 2019. Estas empresas gestionan los juegos denominados de ilusión: esencialmente loterías, cuyo atractivo se basa en grandes premios que el operador puede dar por las grandes ventas.
-SELAE tiene dos grandes componentes: la Lotería Nacional, y dentro de ella el sorteo de Navidad, que representa el 18,1% del mercado del juego y las loterías primitivas, el 20,0%. Las apuestas mutuas deportivas, La Quiniela, representaron sólo el 1%. Aunque en términos relativos SELAE incrementó su peso en el sector, en realidad sus ingresos también disminuyeron.
-La vertiente del juego que más se contrajo en 2020 fue el de entretenimiento presencial (casinos, bingos, salones, apuestas y máquinas recreativas en hostelería) que sumó sólo el 37,6% del juego real.
-El juego online creció realmente, pasando de un juego real de 775 Mill € en 2019 a 882 Mill. € en 2020, pero, en términos relativos, supuso el 13,7% de los ingresos del sector. Este dato está motivado por la covid, en condiciones normales estos ingresos hubieran representado apenas el 8,2% del conjunto del juego.
El juego online de entretenimiento creció apenas 107 millones de euros en 2020, el presencial descendió 2.258 millones de euros
Los mercados del juego
El juego se divide en varios mercados con dinámicas diferentes, no necesariamente competitivas entre sí. La crisis de la covid ha acelerado algunas tendencias, como en todos los mercados. Utilizando la conocida curva de ciclo de vida de los productos se aprecia que los juegos están en fases diferentes:
-La Lotería de Navidad y, en cierto modo, el Niño, se pueden considerar marcas “olímpicas”, casi a salvo de los vaivenes económicos, aunque los hayan sufrido, sobre todo El Niño. Su posición en el imaginario social las coloca más allá de las crisis, pueden sufrirlas eventualmente pero su recuperación es casi automática. De todos modos, la lotería de Navidad mostró su vulnerabilidad a la reducción de relaciones sociales, hay que suponer que sólo es un episodio.
-Las apuestas presenciales están agotando su ciclo ascendente derivado del atractivo de su novedad para entrar en una fase de estabilidad. Tal vez pueda decirse lo mismo del juego online, cuyas tasas de crecimiento se moderan, incluso en los tiempos de la covid, pero la mitad del juego online son apuestas, por tanto, es lógico que discurran en paralelo ambas tendencias.
-En fase ascendente están las loterías instantáneas de la ONCE, con fuerte atractivo sobre los jóvenes
-En declive están la Quiniela y las otras apuestas deportivas de SELAE y la gama de cupones de la ONCE. En realidad, la ONCE se ha convertido en un operador multiproducto para salir de esta dinámica de sus cupones.
-Las apuestas hípicas están más allá del declive, con la colaboración de algunas de las entidades y empresas que los gestionan. Son un producto nicho para el entretenimiento ocasional de los asistentes a hipódromos.
-En fase ascendente están los salones de juego, ahora congelada.
-Los juegos de casino y bingo online están también en fase ascendente.
-Están en renovación de sus modelos de negocio los casinos (presenciales), con su aproximación a las grandes ciudades y áreas metropolitanas.
-La estrategia de SELAE con las primitivas depende de la canibalización de unos productos sobre otros que lleva, implícitamente, a una renovación casi constante. No obstante, son productos que dependen mucho de la existencia de botes. Es una gama que parece estancada y que no se activa a pesar de los esfuerzos del operador por conseguirlo añadiendo nuevas ofertas de juego. En todo caso, su volumen de negocio sólo puede considerarse un logro de este operador.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del INE. Sobre el juego: asociaciones empresariales sectoriales.
El empleo en el juego
El empleo en el sector del juego se estabilizó a partir de 2017 en torno a 85.000 personas, de ellos, más de 47.000 en las empresas de juego de entretenimiento (privadas). El juego ha sido especialmente vulnerable a las restricciones impuestas para controlar la epidemia de covid con el consiguiente impacto sobre el empleo. Gran parte de los empleados, en algún momento el 50%, estuvieron en ERTES, las plantillas se redujeron prácticamente a los puestos de mantenimiento mecánico y administrativo de las operaciones e instalaciones.
SALAE y la ONCE, por su parte, mantiene cada una algo menos de 20.000 empleados, ya sea directamente, en el caso de la distribución de loterías, a través de su red de administraciones. De manera indirecta, el sector del juego genera 175.000 empleos cada año, cantidad reducida en 2020 a apenas 130.000, de ellos casi 50.000 en hostelería, que en 2020 se redujeron a 38.164 empleos. Cabe pensar que, dada la situación de la hostelería, buena parte de estos empleos se hubieran destruido sin la aportación de las máquinas “B” recreativas en los bares.
Impuestos y cotizaciones sociales
Como cualquier sector empresarial, el juego está sujeto a los impuestos y cotizaciones sociales vigentes para el conjunto de las actividades económicas. Esto implica las siguientes transferencias a las arcas públicas:
-Los beneficios de SELAE se transfieren directamente a la SEPI en forma de dividendos: 1.456 millones de euros.
-Además SELAE transfiere habitualmente alrededor de 30 millones de euros a través de patrocinios deportivas y subvenciones a entidades sociales, como Cruz Roja, Asociación Española Contra el Cáncer, etc. Tales transferencias se reseñan con detalle en sus Memorias Anuales. En 2020 sumaron 27 millones de euros.
-Por la vía del impuesto sobre las apuestas mutuas deportivas que gestiona SELAE, se transfirieron en 2020 a la Real Federación Española de Fútbol, 1,4 millones de euros; a las diputaciones provinciales, 15,7, y a la Liga de Fútbol Profesional, 14,3 millones de euros. Dado el declive de la Quiniela, estas aportaciones se reducen de año en año.
La aportación a través de los demás impuestos debe estimarse a partir de indicadores indirectos, por lo que pueden tener desviaciones:
-En Impuesto de Sociedades las empresas privadas pagaron en 2018 unos 36 Mill. € (estimación).
-El IAE supuso para el sector privado del juego 40 millones de euros, gravitando sobre los casinos y bingos sobre todo (estimación). Al ser un impuesto calculado sobre indicadores ajenos a la actividad real, este impuesto es rígido afectando igualmente a estos establecimientos aunque no tuvieran actividad durante parte del año, algunos ayuntamientos han previsto deducciones proporcionales al tiempo de cierre.
-El IVA que repercute sobre los operadores de máquinas B asciende a 99 millones de euros, el 21% de la factura que repercuten los bares por su servicio de ubicación de las máquinas.
-Las cotizaciones sociales procedentes de SELAE supusieron 6,9 millones de euros de su plantilla central y se puede estimar que 55 de sus Administraciones, en cotizaciones como autónomos (estimación).
-En el sector privado del juego las cotizaciones sociales se pueden estimar en 258 millones de euros a cargo de las empresas (estimación), con un descenso respecto a 2019 por pasar parte de sus plantillas a ERTES.
-El IRPF generado por los empleados de las empresas privadas de juego se puede estimar en 45 millones de euros.
-Indirectamente, en un año normal, el sector del juego sostiene más de 175.000 puestos de trabajo, incluyendo los más de 50.000 en hostelería, sin embargo, en 2020 se redujeron a 129.408 y 38.164, respectivamente.