En Zarzuela existe una hoja de ruta para recomponer la imagen de la monarquía de la que participan, de forma activa y consciente, la profesional reina Letizia y la prometedora princesa Leonor. Compensando la lenta modernización de la monarquía con una actualización del discurso y guiños a las generaciones más jóvenes, que asisten con indiferencia a los esfuerzos de la Corona por demostrar su ejemplaridad mientras el emérito no hace más que trastocar sus planes. Ahora, con ocasión de la demanda por acoso que presentó contra él su examante, Corinna Larsen. El Tribunal de Apelaciones de Londres acaba de dar luz verde a un proceso legal para determinar si Juan Carlos de Borbón gozaba o no de inmunidad antes de su abdicación por tratarse de un asunto de índole privado. Será a principios de octubre cuando arranque la vista, un nuevo espectáculo nada edificante para un rey que trata de reconstruir una institución que su padre ha puesto en peligro de demolición.
Acababa de arrancar el año 2022 y Juan Carlos de Borbón se permitía construir castillos en el aire. En marzo, la Fiscalía del Tribunal Supremo archivaba las diligencias de las tres causas abiertas contra él por presunto delito fiscal y blanqueo de capitales esgrimiendo razones de forma y el emérito comenzaba a preparar su regreso a España. Un regreso ocasional, se supo meses después, más por consejo de su abogado que por obediencia al rey.
El exmonarca viajaba el mes de mayo a Sanxenxo, donde protagonizó una provocadora visita de regatas y mariscadas que contravenía las condiciones pactadas con Zarzuela. Particularmente, la discreción que Felipe VI necesita para tratar de capear un temporal que no amaina.
Antes de volver a Abu Dabi, su residencia desde hace dos años, el emérito hacía escala en Zarzuela donde, esta vez, parecieron ser más convincentes; tras su marcha, Palacio hacía público un comunicado donde reiteraba que las visitas de Juan Carlos I serían ocasionales y privadas y donde dejaba la puerta abierta a un futuro regreso permanente.
El Tribunal de Apelaciones londinense no desestimaría la demanda porque los hechos denunciados se prolongan cuatro años después de la abdicación
Tan convincente fue el rey que su padre no volvió a la localidad costera pontevedresa en junio, donde tenía previsto participar en unas regatas que llevan su nombre. El rey o la Agencia Tributaria, desde donde requerían a Juan Carlos de Borbón que justifique quién pagó los gastos derivados de las cacerías a las que asistió después de su abdicación como jefe del Estado en junio de 2014, publicaba El Mundo.
En El Periódico, en línea con la noticia publicada por el rotativo de Unidad Editorial, se asegura que el abogado del exmonarca, Javier Sánchez-Junco, le habría aconsejado en octubre que hiciera visitas cortas a España para que Hacienda no le pudiera citar. De hecho, según El País, la Fiscalía no descarta reabrir la investigación en torno al patrimonio del rey emérito si de las “comprobaciones administrativas” que está realizando la Agencia Tributaria se deducen nuevos indicios de delito. Unas comprobaciones a las que se sumaría el avión privado que empleó el emérito para sus desplazamientos y que, por trayecto, tiene un precio de unos 100.000 euros costeados supuestamente por sus amigos en Abu Dabi.
Deberes para otoño
La investigación de Hacienda se prolongará con la llegada del nuevo curso. También la de la justicia londinense, que promete intensidad informativa en torno a la demanda por acoso presentada por Corinna Larsen contra Juan Carlos I y admitida a trámite en el Reino Unido.
La razón esgrimida es que él la regaló los 100 millones de euros saudíes que dieron origen a la primera de las causas investigadas por la Fiscalía y, cuando su relación acabó en 2012 tras la polémica cacería en Botsuana que destapó su affaire, el exmonarca trató de recuperar el dinero sometiendo a su examante a un hostigamiento del que también habrían participado los servicios secretos españoles, apuntando directamente al que fuera director del CNI, Félix Sanz Roldán.
La defensa del exmonarca ha tratado de convencer al juez de que no tenía competencia para procesar a su representado por ser un miembro de la Familia Real española y, por tanto, por gozar de “inmunidad”. Un argumento que no convencía a Matthew Nicklin que, a finales de marzo, anunciaba que “no se ha demostrado” la existencia de inmunidad de Estado y, por tanto, “la demanda debe seguir adelante”.

La decisión del juez daba un giro esta semana. Los magistrados Nicholas Underhill y Peter Jackson, de la Corte de Apelación de Inglaterra y Gales, han admitido un recurso parcial contra la decisión de su colega Nicklin. A partir de ahora, los abogados de Juan Carlos I podrán presentar argumentos de apelación correspondientes al periodo comprendido entre abril de 2012, cuando habría terminado la relación de Borbón y Larsen y comenzado el presunto acoso, y el 18 de junio de 2014, día de la abdicación y, por tanto, del fin de la sobreprotección constitucional.
Comienza así una nueva etapa en el proceso que dará lugar a una nueva vista de apelación en otoño aunque, en ningún caso, pondría fin al caso; los representantes legales de Larsen argumentan que, quien fuera jefe del Estado español, no disfrutaba de inmunidad cuando aún ostentaba el cargo porque los hechos demandados los habría cometido en el ámbito privado. Pero, si Underhill y Jackson no lo entienden así, aún quedarían cuatro años por juzgar.
Tampoco parece que los argumentos esgrimidos por los abogados del exmonarca para conseguir la admisión de un recurso parcial sean los más convenientes para Felipe VI, al que han utilizado como excusa en un caso de acoso. “Los actos o a la retirada de la inmunidad” del emérito “afectarían directamente a la dignidad del actual monarca y al normal ejercicio de sus funciones”, sostienen, provocando una “distracción” por estar “atento” a que su padre “fuera juzgado en el extranjero”.
Equipo de refuerzo
Las agendas de la reina y, ahora, de sus hijas, son permeables a los compromisos relacionados con la sostenibilidad o el feminismo
Al rey no le queda más remedio que poner buena cara mientras Juan Carlos de Borbón sigue haciendo estragos en la Corona. Con una agenda que seguirá siendo cualitativamente intensa a la vuelta de las vacaciones de verano –acaba de participar en el homenaje a Miguel Ángel Blanco y ha visitado la zona afectada por el incendio forestal en Las Hurdes– y con un equipo de refuerzo cada vez más activo.
Doña Letizia trata de sacar provecho a la atención de la crónica social sobre su aspecto físico con su papel como embajadora especial para la Nutrición de la FAO o con sus vestidos con mensaje, ya sea porque recicla la ropa de su armario, porque está confeccionada con material sostenible, porque está hecha en España o porque le permite hacer guiños feministas.
Mención particular merece el protagonismo internacional reservado a la reina, el de los viajes acompañando a la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, ingrediente fundamental de una agenda articulada en torno a políticas sociales trasversales que a –casi– todos gustan.
Por el mismo camino discurre la heredera. Entre su reciente viaje catalán con motivo de la entrega de los Premios Princesa de Girona y su presencia en Oviedo el próximo octubre para entregar los Premios Princesa de Asturias, en la agenda de Leonor se colaba un viaje a Londres para asistir con su hermana Sofía a un partido de fútbol de la fase de grupos de la Eurocopa femenina entre las selecciones de Dinamarca y de España, a la que visitaron en el vestuario en un gesto lleno de referencias a su generación, como el deporte y el empoderamiento femenino que, por otra parte, define ya los actos de los que participa la adolescente.
El papel de la princesa se maneja en Zarzuela como una oportunidad para conectar la monarquía con los jóvenes que, según las encuestas –salvo el CIS, que no pregunta–, manifiestan una clara desafección por la Corona. Porque, sabiendo que la del emérito siempre va a ser la asignatura pendiente para el nuevo curso, al resto de la Familia Real no le queda más remedio que seguir hincando los codos.