Javier Quintana
Tal y como ha adelantado esta semana El Mundo, el rey emérito tiene intención de fijar en breve su residencia fiscal en los Emiratos Árabes. Según informa este diario, Juan Carlos I ya habría iniciado los trámites administrativos para cerrar su relación con Hacienda. Si todo prosigue con normalidad, el monarca ni siquiera tendría que presentar la declaración del IRPF relativo al año pasado. Desde que abandonara España en agosto de 2020, Juan Carlos solo ha pisado territorio nacional durante su breve visita el pasado mes de mayo.
Una vez regularizada su situación con Hacienda, tras dos pagos de 678.000 y 4,4 millones millones de euros, y después de que Felipe VI le retirara su asignación como miembro de la Casa Real, el emérito sigue cortando lazos con España.
Asimismo, las actuales fuentes de ingresos del monarca siguen siendo un misterio. Más aún cuando, tal y como ha informado El Confidencial esta semana, el bufete de abogados defensores de Juan Carlos en la demanda de Corinna Larsen ha emitido una factura de un millón de euros por la vista del pasado mes de noviembre. Se trata del bufete Carter-Ruck, que el monarca contrató siguiendo los consejos del traficante de armas Abdul Rahman el Assir, figura muy influyente para Juan Carlos en los últimos meses.
La próxima aparición pública del emérito se dará en la ceremonia de ingreso del escritor Mario Vargas Llosa en la Academia francesa.