Javier Quintana
Este pasado martes, tan solo unas horas después de que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se reuniera con los líderes sindicales, el presidente Pedro Sánchez anunció la subida de un 8% del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) distribuida en 14 pagas. “Nuestra lucha por mejorar las condiciones de los trabajadores no ha hecho más que empezar. Vamos a aprobar una nueva subida del SMI del 8% para llegar a los 1.080 euros”, ha explicado el presidente. Se opta así por una subida salarial próxima al máximo del arco porcentual que el comité de expertos creyó conveniente, con cifras que iban del 4,2% al 8,5%. Se trata de una subida acorde a la inflación media del año pasado, que cerró en un 8,5%.
Según el secretario general de CCOO, Unai Sordo, la subida beneficiará a más de dos millones y medio de trabajadores.
Con esta subida el Ejecutivo ya ha aumentado en un 47% el SMI durante la presente legislatura, es decir, 344 euros más de salario mínimo. Tal y como ha comentado la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, con este último aumento el Gobierno hace efectivo “uno de los grandes compromisos de la legislatura: alcanzar al menos el 60% del salario medio”.
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha criticado duramente el acuerdo entre los sindicatos y el Ministerio de Trabajo. La patronal cuestiona que el Gobierno “no haya querido tratar la situación del sector agrario ni la de contratos públicos afectados”. La patronal no acudió al último encuentro entre los agentes sociales para determinar la subida. Si no se va a hablar de eso [la situación de los agricultores y los contratos del sector público] pues que nos digan la cifra y ya está”, indicó Garamendi a la salida de una jornada organizada por Ceaje.
El secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, ha tachado de “irresponsable” la actitud de la CEOE.