L.M.
El Consejo de Ministros ha propuesto este martes al exministro de Justicia, Juan Carlos Campo, y a la antigua directora general de Presidencia, Laura Díez, para los dos puestos vacantes de lTribunal Constitucional que le corresponde proponer. El Ejecutivo ha tomado esta decisión sin esperar a que el Consejo General del Poder Judicial haya escogido a los otros dos candidatos que le corresponden para renovar los cuatro cargos del tribunal, y para los que no ha alcanzado un acuerdo semanas después de superar los plazos establecidos.
A la espera de que la decisión del Gobierno sea ratificada por el Pleno del Tribunal Constitucional, las criticas contra el PSOE por su elección no se han hecho esperar.
Unidas Podemos, socios del PSOE en el Gobierno, se ha mostrado muy crítico con el nombramiento de Juan Carlos Campo puesto que el Partido Socialista aceptó el veto del PP contra Victoria Rosell en el Consejo General del Poder Judicial por ocupar un cargo gubernamental. Jaume Asens, portavoz de los morados ha declarado que la decisión es “un acto de cinismo” y que se ha utilizado “una puerta giratoria” para llevar a Campo al tribunal de justicia.
Inés Arrimadas, presidenta de Ciudadanos, ha hecho pública su opinión al respecto a través de su cuenta de Twitter donde ha afirmado lo siguiente: “Sánchez coloca en el Tribunal Constitucional al ministro artífice de los indultos a los golpistas del procés y a una ex alto cargo de Moncloa. La lealtad al PSOE por encima de la lealtad a España. Nadie ha degradado más las instituciones que él”, argumentos que también ha utilizado el PP para oponerse a la propuesta.
Por su parte, el ministro de Presidencia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha defendido la actuación del Gobierno en una rueda de prensa en la que ha afirmado que el Ejecutivo “tiene el derecho y el deber de tomar esta decisión” y que ambos candidatos “cumplen con los requisitos” para ocupar el Tribunal Constitucional. Además, insta al Poder Judicial a que nombre a los otros dos candidatos.