El Consejo de Ministros aprobaba el martes el cambio legal que le permitirá elevar su participación en la Sociedad de Gestión de Activos de la Reestructuración Bancaria (Sareb) por encima del 50% y tomar el control del conocido como ‘banco malo’. Sareb, que nació en 2012 para recapitalizar las entidades financieras más afectadas por la crisis financiera de 2008, está controlada en un 45,9% por el Estado a través del FROB, mientras que el resto del capital está en manos de bancos y aseguradoras.
Sareb emitió en el momento de su constitución 50.781 millones de euros de deuda avalada por el Tesoro como medio pago para adquirir los activos de las nueve entidades financieras que habían recibido ayudas públicas. Al cierre de 2020, Sareb contaba con un patrimonio neto negativo de 10.500 millones y todavía tenía pendiente de devolver 34.918 millones de euros, un importe que pasó a computar como deuda pública tras una decisión de Eurostat que estableció que Sareb debía reclasificarse dentro del perímetro de cuentas del sector público.
«La reclasificación de Sareb como unidad perteneciente al sector de las Administraciones Públicas, así como su situación patrimonial, hacen imprescindible modificar su régimen jurídico para adaptarla a la situación actual. Esta modificación tiene como objetivo adecuar de forma ágil la gobernanza a la nueva realidad contable e institucional», ha informado Economía.