J.Q.
La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, confirmó este pasado martes tras el Consejo de Ministros que el Ejecutivo ya ha recaudado 1.454 millones de euros del impuesto a la banca y las energéticas, que tenían hasta ayer para avanzar el 50% de la cuota prevista para este año. Los bancos han aportado 637,1 millones de euros, por los 817,4 millones de las empresas energéticas. En vista de estos datos, Montero ha augurado una recaudación anual de 2.900 millones, y apunta que este impositivo fiscal “en ningún momento puede considerarse confiscatorio, sino proporcionado a los beneficios y por tanto cumpliendo el mandato constitucional”, tratando de contraargumentar así a los sectores económicos que siguen criticando la medida.
En el caso de los bancos, CaixaBank será el que más deberá aportar a las arcas públicas. El impositivo fiscal grava el 4,8% de los ingresos por comisiones y por márgenes de intereses de las empresas bancarias que facturen más de 800 millones de euros anuales. Bankinter, que ya ha pagado su 50%, es la única entidad bancaria que ha recurrido el impuesto a la Audiencia Nacional. La empresa indica que no ve “ninguna razón objetiva” que lo justifique.
En cuanto a las energéticas, el impuesto grava en este caso el 1,2% de los ingresos también de las entidades que facturen más de 800 millones anuales. Repsol presentó un recurso que la Audiencia Nacional ya rechazó en su momento.