El Ingreso Mínimo Vital (IMV) ha llegado a 284.000 hogares, el 40% de sus beneficiarios potenciales (700.000), y cubre al 22% de los hogares en riesgo de pobreza (1,3 millones), lo que deja fuera al 60% de potenciales beneficiarios y al 78% de dichos hogares, según la primera Opinión sobre el Ingreso Mínimo Vital (IMV) elaborada por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef). «Es una prestación que ha conseguido avances pero tiene un amplio recorrido para ser un instrumento potente de lucha contra la pobreza y la exclusión social», valoraba el pasado martes en rueda de prensa, la presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), Cristina Herrero, al tiempo que ha rechazado hablar en términos de éxito o fracaso.
La Airef constata que 400.000 hogares que podrían recibir el IMV aún no lo han solicitado, el 57% de los posibles beneficiarios, fenómeno conocido como ‘non take-up’. «Es algo que sorprende pero al hacer la comparativa con los países del entorno, es un rasgo común», ha explicado la presidenta de la Airef, añadiendo que la gestión de este tipo de prestaciones es «compleja».