A. M.
El coronavirus ha precipitado la aprobación del Ingreso Mínimo Vital (IMV) por el Congreso de Ministros. Esta renta mínima es una de las medidas de mayor calado del Ejecutivo de coalición.
Esta ayuda se podrá solicitar desde el 1 de junio. A partir de esa fecha la Seguridad Social, entidad encargada de gestionarla, dispondrá de tres meses para responder. Si no contesta dentro de ese plazo significa que se ha denegado la solicitud. El Ministerio de Seguridad Social tomará como referencia la unidad familiar. Hasta 850.000 familias obtendrán esta ayuda, que representan unos 600.000 hogares con ingresos inferiores a 230 euros mensuales por unidad de consumo. Podrán solicitarla personas de entre 18 y 65 años, aunque si el beneficiario vive solo, debe ser mayor de 21 años y vivir emancipado tres años. Y será compatible con otros ingresos, incluidos salarios, para incentivar la búsqueda de empleo. La cantidad recibida varía desde los 462 euros hasta los 1.015 euros dependiendo de la situación familiar. El Ejecutivo incluye un complemento de 100 euros para familias monoparentales.
A comienzos de mayo, el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, cifró en 3.000 millones el coste anual que esta ayuda supondrá para las arcas públicas, lejos de las primeras estimaciones que ascendían a los 5.500 millones. Estos números se basan en un informe realizado por Escrivá cuando presidía la AiRef. La medida será permanente y se mantendrá tras levantar el estado de alarma porque España es uno de los países de la OCDE con mayor tasa de pobreza severa y peor distribución de la renta.