J.Q.
Según ha avanzado esta semana el INE, la inflación española apenas creció una décima este pasado mes de enero, hasta el 5,8%. La retirada del descuento a los carburantes es un factor a tener en cuenta en esta mínima subida. Aún así, se trata del nivel más bajo de inflación de toda la zona euro junto a Luxemburgo.
Por otro lado, el IPC subyacente (que no incluye energía o alimentos frescos) sigue aumentando hasta situarse en el 7,5% pese a la bajada del IVA en los supermercados. Se trata del máximo histórico de España desde 1986. Parece evidente que muchas empresas están aprovechando la coyuntura inflacionista para aumentar sus márgenes de beneficio. Sin embargo, la caída de los precios de las materias primas probablemente moderará también el IPC adyacente en los próximos meses.
Letonia y Estonia, con una inflación interanual del 21% y 18,8% respectivamente, siguen situándose a la cabeza según los datos proporcionados esta semana por Eurostat. Se han registrado subidas en Austria, donde la energía doméstica se ha encarecido considerablemente, y en Francia, donde la ayuda de 10 céntimos/litro a los carburantes se ha sustituido por un cheque de 100 euros para los consumidores más vulnerables. Sorprende la bajada del IPC italiano, que desciende del 12,3% de diciembre al 10,9% de este mes.
La inflación media de la eurozona se coloca en el 8,5%.