
Ya lo dejó escrito Antonio Machado: “En España lo mejor es el pueblo. Siempre ha sido lo mismo. En los trances duros los señoritos invocan la patria y la venden. El pueblo no la nombra si quiera, pero la compra con su sangre y la salvan”. No serviría de nada apelar al patriotismo de quienes más tienen.
A las trabajadoras y los trabajadores nos queda la negociación colectiva. Empresa a empresa. Centro de trabajo a centro de trabajo. Sector a sector. Por justicia social, interés económico colectivo y, si se quiere, por patriotismo. El de la gente como cualquiera de nosotros y nosotras que cuando han venido mal dadas, cuando el país atravesaba una crisis histórica sin precedentes, se puso a trabajar para que la sociedad no parase. Sabíamos que es el mundo del trabajo, aún en el centro de nuestra sociedad, el que debe sustentarlo todo en interés de lo común.

Un sindicato de clase como CCOO no puede renunciar a las cláusulas de revisión salarial. Teniendo en cuenta el crecimiento de la inflación, la inestabilidad e incertidumbre de los precios, ese elemento es fundamental como única garantía de mantenimiento del poder adquisitivo de los salarios
Con las cartas repartidas y en un momento crucial, un sindicato de clase como CCOO no puede renunciar a las cláusulas de revisión salarial. Teniendo en cuenta el crecimiento de la inflación, la inestabilidad e incertidumbre de los precios, ese elemento es fundamental como única garantía de mantenimiento del poder adquisitivo de los salarios. Desde el lado patronal no quieren ni oír hablar de ello mientras siguen cultivando, en buena medida, el crecimiento de sus excedentes en las cuentas de resultado favorecidos por las mismas circunstancias que empobrecen a la mayoría. ¿Les suena?
Tras la ruptura de las negociaciones del V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), CCOO y UGT reivindicarán subidas salariales “mínimas” del 3,5% para este año; del 2,5% para 2023 y del 2% para 2024, incluyendo cláusulas de revisión salarial que garanticen el mantenimiento del poder adquisitivo, en el caso de que la inflación interanual supere los incrementos pactados. Si la posición empresarial es seguir frenando el desarrollo de la negociación colectiva, en un año en el que ésta juega un papel fundamental para que las trabajadoras y trabajadores puedan hacer frente a la subida de los precios, vamos a desplegar con mayor intensidad la negociación de los convenios, de manera que la movilización y el conflicto serán inevitables.
Debían ser las propias empresas las interesadas en mejorar los salarios, ya que si no se salvaguarda la capacidad de compra, la gente no va a poder consumir, no irá a los mercados, ni a los comercios, ni a conciertos, ni a los cines, ni a los bares, con lo cual la actividad caerá y el empleo se va a resentir. Se trata de reasignar los recursos distribuyéndolos con eficacia y equidad. Creemos que la corresponsabilidad de la que hicieron gala los agentes sociales durante la pandemia debería regir también en las políticas económicas y sociolaborales para hacer frente a una crisis de causa bien distinta. Pero claro. Tampoco aquí hay que ser ilusa. En aquel momento llegar a acuerdos era más fácil: pagábamos todos y todas los retornos gigantescos que esperaban de esa acción concertada. Lo tenían presente y ahora lo disfrutan.
En contraste, si os asomáis conmigo al abismo de los precios, ¿qué podemos ver? Observamos los efectos de segunda ronda sobre la inflación derivados de las subidas de precios empresariales para mantener los márgenes de beneficios.
Parece evidente que no servirán llamamientos a la corresponsabilidad a los “patriotas de pulserita”. Por eso lo elevo a las organizaciones empresariales y el Gobierno: se debería acordar un gran pacto de rentas amplio que reparta los costes de la inflación entre la gente y los beneficios empresariales, rentas del alquiler y contribuyentes. Tengámoslo muy presente. El pueblo sano no nombra la patria, pero sí la salva.
Diplomada en Relaciones Laborales por la Universitat de València. Máster en Prevención de Riesgos Laborales (técnica superior en Ergonomía y Psicosociología) por la Universitat Politècnica de València. Máster en Género y Políticas de Igualdad por la Universidad Rey Juan Carlos I. Community Management por la Fundación UNED. Formadora Ocupacional por FOREM PV. Vinculada a CCOO desde 1996 de forma militante en la Secretaría de Juventud de CCOO PV. Se incorpora como miembro de la Comisión Ejecutiva Confederal de CCOO PV en el 8º Congreso como secretaria de Juventud del País Valencià. En el 9º Congreso asume la Secretaría de Comunicación y Política Lingüística en CCOO PV. En el 10º congreso se incorpora a la Dirección Confederal estatal de CCOO como secretaria de Movimientos y Redes Sociales. En el 11º Congreso es nombrada secretaria de Comunicación, cargo que mantiene actualmente en el 12º Congreso de CCOO.