¡Vaya gente! / Mara del Prado
Los duques de Sussex debieron escuchar al consejero de Sanidad andaluz y su ininteligible explicación sobre las limitaciones en las celebraciones navideñas y, para evitar malentendidos, están planteándose pasar las fiestas en Los Ángeles y evitar aglomeraciones en los salones de palacio.
Cuenta Semana que la pareja está pensando ya cómo organizarse y Meghan ha expresado su deseo de no viajar al Reino Unido. Según apunta un amigo cercano al hijo de Carlos de Inglaterra y su mujer a The Mirror en declaraciones recogidas por la revista, no están preparados para regresar al país del que huyeron a principios de año y planean pasar sus primeras Navidades con David Foster, la nueva figura paterna del príncipe y expadrastro de las tops Gigi y Bella Hadid, y su mujer, Katharine McPhee.
Sería así el segundo año en que plantan a Isabel II en Nochebuena, que seguirá sin ver a su nieto Henry y su bisnieto Archie porque, añade Vanity Fair, el marido de la exactriz americana aún no acaba de limar asperezas con su hermano Guillermo.
A quienes también se lo pone fácil la excusa del cupo máximo de seis comensales navideños -¿pero incluidos convivientes o no?- es a las dos nuevas estrellas televisivas y, de algún modo, emparentadas, Tamara Falcó y Esther Doña.
Según ha contado en La hora de la 1 la viuda de Carlos Falcó, desaparecido en marzo a causa del coronavirus, la hija de quien fuera su marido y nueva colaboradora de El Hormiguero en Antena 3 no se ha puesto en contacto con ella tras el triste fallecimiento.
“Ni me acuerdo la última vez que hablé con Tamara Falcó por teléfono. Con la que más relación tengo tras la muerte de Carlos es con Xandra”, ha comentado en plató, lamentando que la nueva marquesa de Griñón aún no le haya dado el pésame. “Hubo una buena relación, o una relación más cercana cuando Carlos y yo empezamos la relación. Se distanció cuando nos íbamos a casar”, decía.
A la lacrimógena pregunta de si Carlos Falcó esperaría de sus hijos dieran la espalda a su viuda, contestó: “No le gustaría para nada, pero él podía suponerlo. Él siempre pedía a nuestros amigos más cercanos que me cuidaran y me protegieran”. ¿La herencia? “Ninguno hemos recibido nada todavía”, aclaró, pero aseguró estar “muy satisfecha con lo que mi marido decidió en su momento” y, subrayó, “espero que se cumpla su voluntad”.
Tampoco es que ella ponga fácil un posible acercamiento. Preguntada por el título nobiliario más conocido de su marido y que ha ido a parar a manos de su hija más mediática, contestaba Esther Doña que “he visto declaraciones en las que decía que le haría muchísima ilusión poder ser marquesa”, si bien precisaba que “lo que sí sé es que ese título está muy vinculado a las bodegas, porque son propietarias de la marca Marqués de Griñón”. ¿Suenan acaso tambores de guerra? La televisión, sin duda, estará ahí para contarlo.