M. C.
Tras el atentado yihadista que acabó con la vida del profesor Samuel Paty, decapitado el viernes 17 de octubre en la región de París tras haber mostrado caricaturas de Mahoma en una clase, y el perpetrado en Niza el día 29, esta última semana el terrorismo islamista ha atizado con dureza a Viena, la capital de Austria. Cuatro personas- dos hombres y dos mujeres- murieron tiroteadas y al menos una veintena resultaron heridas el pasado lunes por la noche durante un ataque con armas de fuego consumado en seis puntos del centro de la ciudad.
El grupo yihadista Estado Islámico asumió la autoría del ataque en un comunicado difundido a través de Telegram. La organización terrorista afirmó que «un soldado del califato» se lanzó hacia «unas agrupaciones en la ciudad de Viena» atacándoles con un arma automática, pistola y un cuchillo.
La policía austriaca ha detenido al menos a dos personas por su relación con este atentado, en el que uno de los atacantes fue abatido por los agentes. Este ha sido identificado como un joven de 20 años con antecedentes penales, nacido en Viena, con padres de Macedonia del Norte.