Teresa Carreras.
Elisabetta Piqué (Florencia, 1967), que ya escribía en los cuadernos de chiquita que quería ser periodista, es corresponsal de guerra y biógrafa del Papa Francisco, para el rotativo argentino La Nación. Habla con ‘El Siglo’ al poco de la intervención y los cambios en Cáritas Internacional ordenados por el Papa, sobre lo que señala que “Francisco tomó con una serenidad enorme la decisión de intervenir Cáritas Internacional y cambiar su cúpula directiva después de una investigación que rebela numerosas deficiencias de gestión”.
Ante un auditorio de más de ciento treinta personas venidas de las diócesis de Madrid, Getafe, Vitoria, San Sebastián, Bilbao, Menorca, Valencia y Castellón, entre otras, Elisabetta Piqué participó, en Barcelona, en la XVII Jornada Sant Jordi. El trabajo se centró en entender la acción y el estilo de un líder mundial a quien no le falta oposición.
¿Cómo llegó Francisco a esta decisión en relación a Cáritas?
El Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral dijo que tras la investigación independiente que se hizo en Cáritas Internacional (CI) se observaron deficiencias en los procedimientos de gestión. Por lo que el Papa decidió nombrar a un “comisario extraordinario”, un ingeniero italiano. El Pontífice tomó esta drástica decisión después de investigar el ambiente de trabajo de este ente que coordina las más de 150 diversas Cáritas de las conferencias episcopales de todo el mundo. El decreto pontifico que anuncia la intervención, que nadie esperaba, pretende “mejorar el cumplimiento” de la misión del CI de asistencia al Sumo Pontífice y a los obispos con los más pobres y necesitados.
¿Cómo hace frente Francisco a la oposición interna que tiene dentro del Vaticano?
Él es perfectamente consciente que todo Papa tiene su oposición. Sabe que la visión que un Papa tiene de la Iglesia no siempre es compartida por todos. Él acepta muy bien la diferencia de ideas y defiende el diálogo por encima de todo. Pero cuando tiene que tomar decisiones como lo ha tenido que hacer numerosas veces durante estos diez años, o ahora con CI, lo enfrenta con una serenidad enorme. No le tiembla el pulso para luchar contra la corrupción. Él es un hombre de gobierno y todo hombre de gobierno sabe que hay oposición. Él siempre lo ha tomado con la máxima naturalidad y la máxima firmeza de acuerdo con su carácter. Recuerdo que una vez le pregunté “es mejor que haya discusiones que la paz de los cementerios, verdad ? Y de aquí salió otra frase famosa de este Papa: “hagan lío”. En su opinión está bien que la gente haga lío y que incluso esté en contra de sus ideas porque él también puede llegar a tener una idea equivocada. De toda manera déjeme decirle que estamos en la era de las redes sociales, cosa que no existía con otros Papas, y que la oposición que tiene es muy ruidosa pero no es tan grande como parece. Yo diría: mucho ruido y pocas nueces.
¿Actos como éste, organizado por el Grupo Sant Jordi en su XVII edición, ayudan a conocer mejor la figura del Papa?
Creo que todo ayuda. Todo forma parte de esta gran discusión que el Papa quiere que haya entre católicos y no católicos. Para él se tiene que potenciar la cultura del encuentro, de juntarse, dialogar, comunicar, hablar con el hagan lío por bandera. Estas reuniones del Grupo Sant Jordi forman parte de este hagan lío porque ayudan a los católicos de hoy a moverse. Y aunque el Grupo surgió antes está muy bien alineado.
Una de las heridas que denuncia Francisco es la guerra de Ucrania y todas las guerras. ¿Qué puede hacer el Papa para detener el conflicto iniciado por Putin?
El Papa haría cualquier cosa para detener la guerra. Lo está intentando. Iría a Kiev, iría a Moscú. A Kiev sí que podría ir, pero es un país en guerra. El Papa está abierto a una mediación pero no hay condiciones para que se dé esta mediación. En este conflicto una parte no quiere dialogar con la otra para encontrar una salida. En este momento en el que el Patriarca Kyril bendijo esta guerra en Ucrania el Papa ya dijo que no hay que hacer monaguillos del poder. Kyril es muy cuestionado dentro de la iglesia ortodoxa que dependía del Patriarcado de Moscú. En Ucrania muchos lo han abandonado y el Papa se pregunta como se puede bendecir una guerra. Para Francisco mediar, negociar serÍa una prioridad.
«El Papa está abierto a una mediación en la guerra de Ucrania, pero no hay condiciones para que se dé esta mediación»
¿En estos casi diez años de Pontificado, que pronto se cumplirán, que es lo que más destacaría de la reforma de la Curia que emprendió el Papa y con la que todavía continúa?
El Papa siempre ha dicho que venía a hacer cambios de fondo, no cambios cosméticos. Más allá de la reforma de las estructuras de la Curia al Papa lo que más le interesa es la reforma de las mentalidades, y de los corazones de las personas para que caminen juntos. Y a veces esto es lo más difícil. Esta no es una reforma que viene dictada de arriba abajo sino al revés porque en las bases hubo consulta y mucha discusión. El Papa Francisco está convencido de que la realidad es más importante que la idea. Y que se debe trabajar juntos donde sea posible teniendo las prioridades muy claras: a favor de los migrantes, de los pobres y contra el cambio climático. Me ha interesado mucho lo que ha dicho el otro ponente que nos ha acompañado, el teólogo mallorquín, Martí Gelabert sobre la necesidad de “mostrar en la predicación la preocupación de Francisco por los más pobres, el compromiso con la justicia y la transformación de las estructuras eclesiásticas”.
Tanto usted como Gelabert, dicen que Francisco pone mucho énfasis la importancia del lenguaje. ¿Qué pasaba hasta ahora en relación a este tema?
Francisco siempre dice que cuando una Iglesia no sabe hablar al mundo, el evangelio no es comprensible y esto es lo que sucedía. Por esto él impulsa el diálogo bidireccional y de escucha mutua. Creo, como dice Gelabert , que este Papa da muestras concretas de apertura también desde los sacramentos. Habla de la acogida a las personas homosexuales, de la participación de los divorciados en los sacramentos y de acompañar adecuadamente a las mujeres que viven situaciones muy duras.
¿Usted opina que el Papa cree que el tema de la pederastia ya está encarrilado?
Este ha sido uno de los puntos de cambio fuertes de este Pontificado. El tema estalló ya con Juan Pablo II, siguió con Benedicto XVII y continua con Francisco. El Vaticano creó la Pontificia Comisión para la tutela de Menores. Se realizó en 2018 una Cumbre de Pederastia y abusos en la Iglesia a la que se invitó a todos los presidentes de las conferencias episcopales para poner sobre la mesa un tema tabú. El Papa se apoya incluso en la legislación que dice que los obispos que encubren también deben ser castigados. Vamos a ver como resultará todo. El tema se tiene que resolver con transparencia y que cada uno asuma su responsabilidad. El Papa desea que se deriven responsabilidades y para bien o para mal espera que termine un proceso que ha dañado enormemente la credibilidad de la Iglesia.
¿Hasta dónde va a llegar el Papa en la incorporación de la mujer en la estructura de la Curia?
Creo que Francisco lo que ya ha hecho es mucho. Él ya dijo claramente: mujeres sacerdote, no. Este es un tema. Pero no hace mucho que nombró a una mujer como número dos del Vaticano. La monja Raffaella Petrini es la mujer de más alto rango en el organigrama de gestión del Estado más pequeño del mundo. Aunque es lenta, estos cambios han supuesto una apertura sin precedentes. Hay ya muchas mujeres en puestos de responsabilidad.
«El Papa desea que se deriven responsabilidades (sobre la pederastia) y para bien o para mal espera que termine un proceso que ha dañado enormemente la credibilidad de la Iglesia»
¿Cómo valora la renovación por dos años del acuerdo provisional con China sobre el nombramiento de obispos?
Para el Papa Francisco es muy importante esta renovación del acuerdo de 2018. El tema del nombramiento de obispos era el principal escollo entre las dos partes que no tienen relaciones diplomáticas.Más allá de los problemas que hay de respeto a los derechos humanos y a la libertad religiosa en China es importante que haya un diálogo. No hay relaciones diplomáticas pero hay un diálogo que está funcionando. China es una de las grandes potencias y esta relación forma parte de la cultura del diálogo y el encuentro con todos del Vaticano actual. Forma parte de la diplomacia de hablar con todos. En el acuerdo se habla de proseguir el diálogo respetuoso y constructivo con China para un desarrollo ulterior de las relaciones bilaterales. En China hay una minoría católica muy importante a la que Francisco quiere llegar sabiendo que donde más crecen hoy los católicos es en Asia. Para él es muy importante, más allá del respeto a los derechos humanos y a la libertad religiosa en China .
¿Qué cree usted que el Papa podría haber mejorado en este Pontificado, hasta ahora?
Seguramente puedo decir que fue un error no haber viajado a su país hasta ahora. En Argentina ha creado una gran desafección y por esto la gente le acostumbra a preguntar por qué no va. Él suele decir que hay otros lugares del mundo donde un Papa no ha ido nunca. Pronto va a cumplir ochenta y seis años y quizá después va a quedar que fue el Papa que nunca visitó su país. Podría ser… pero ya veremos.