Manuel Capilla
La campaña electoral en Cataluña ya ha comenzado. Quim Torra ha pulsado el botón nuclear de la urnas, sin precisar fecha y condicionando así todo el escenario político español. Con el diálogo Gobierno-Generalitat corriendo en paralelo a la negociación de los Presupuestos Generales del Estado, Pedro Sánchez tiene en Torra y JxCAT un interlocutor cuyo objetivo primordial no es llevar el diálogo a buen puerto, sino impedir que Pere Aragonès y ERC confirmen las encuestas y lideren el nuevo Govern.
Pedro Sánchez se enfrenta a la espinosa tarea de empezar a desbrozar el diálogo con la Generalitat teniendo un interlocutor que quizá tenga tentación de boicotearlo. Y es que para llegar con posibilidades a las elecciones catalanas, Pere Aragonès y el resto de la cúpula de ERC tiene que demostrar que el diálogo es posible y viable. Al contrario, a la facción de exconvergentes y activistas a los mandos de JxCat, leales a Carles Puigdemont, le interesa dejar patente que la única opción es el enfrentamiento con el Estado. Al menos de baja intensidad, como viene practicando Quim Torra.
Buena prueba de la escasa voluntad del president y de JxCat de desencallar la situación es la pugna en el Govern acerca de la ya famosa figura del relator. La misma que ya provocó que la derecha y la vieja guardia del PSOE, con Felipe González a la cabeza, se le echaran encima a Sánchez, el principio del fin de la anterior legislatura. Lo confirmaba Meritxell Budó esta misma semana, explicando que la figura del relator/mediador “es una propuesta de una de las formaciones que apoya al Govern”, en clara referencia a JxCat, pero que como gobierno “todavía no está consensuada”.
El presidente del Gobierno, que parece haber escarmentado tras lo sucedido hace un año, ha despachado rápido esa posibilidad. En su comparecencia en el Palau de la Generalitat, tras la cita de este jueves con Torra, ha rechazado cualquier tipo de mediación, subrayando que “éste va a ser un diálogo franco, transparente” del que los “47 millones de españoles van a ser testigos”.
ERC las lidera las encuestas, con cierta ventaja sobre JxCAT. Pero la distancia se reduce, está ya en unos tres puntos, y crece el temor de que se repita lo que sucedió a finales de 2017
Mal arranque para un Torra que llegaba a la cita tras haber marcado territorio en una entrevista en Catalunya Ràdio, subrayando que: «necesito saber en qué condiciones negociaremos lo que sea necesario negociar, que es el ejercicio al derecho autodeterminación y la amnistía. Es el encargo que tenemos. No es una cuestión del presidente, es también de ERC y la CUP». Según el president, “en la política catalana hay un doble lenguaje y no siempre se dice la verdad”.
Más pressing para los líderes republicanos, que aunque le están perdiendo el miedo a regatear los marcos dialécticos que les impone JxCat, todavía notan el desgaste, sobre todo en las encuestas. ERC las lidera, con cierta ventaja sobre JxCat. Pero la distancia se reduce, está ya en unos tres puntos, y crece el temor de que se repita lo que sucedió a finales de 2017. En ese momento, ERC también iba en cabeza. Entonces, como ahora, la idea de un tripartito ya flotaba en el ambiente, impulsada por los Comunes. Y sin embargo, cuando se abrieron las urnas, JxCat volvió a ganar y los republicanos –si tuvieron intención de escapar en ese momento- quedaron atados al procesismo.
ERC coge aire
De momento, para tranquilidad de los líderes republicanos, que urgían al gobierno a poner en marcha la mesa de diálogo, Sánchez ha confirmado que la primera reunión tendrá lugar este mes de febrero, con él mismo y Torra liderando las delegaciones. Como también se reunirá la comisión bilateral Estado-Generalitat recogida en el Estatut. Por esta vía, pilotada por la ministra de Política Territorial, circulará el diálogo eminentemente administrativa, sobre transferencias, con la que el gobierno quiere tratar de engrasar la otra, la vía política, que circulará por la mesa ad hoc. Suspiros de alivio en la sede de ERC, donde viven en un ay y en la que se habían encendido las alarmas después de que Sánchez, tras el anuncio del president de adelantar elecciones, tratara de zafarse y de dejar la mesa de diálogo, ya si eso, para después.
El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, ha explicado que, tras entrevistarse con Junqueras, salió de la cárcel “con cierto optimismo” porque, a su juicio, la cúpula de ERC, “tiene las cosas claras y sabe por dónde hay que encarrilar la cuestión”
Algunas informaciones han achacado el entuerto a una supuesta falta de coordinación, con Iván Redondo y Carmen Calvo como protagonistas. Una explicación que en ERC parecen haber dado por buena, después de que Gabriel Rufián hiciera una visita relámpago a Moncloa y el asunto quedara arreglado. El propio Rufián, más conciliador que nunca, le quitaba hierro al día siguiente en los micrófonos de la Ser, explicando que al Ejecutivo hizo “un diagnóstico equivocado” de la situación al entender que ya no había Govern y, por tanto, tampoco interlocutor. “Mucho de lo que pasó ayer no nace de la mala fe, eso quiero pensar”, subraya el portavoz de ERC que, de paso, le mandaba otro recado a JxCat, aludiendo a la que “gente que comparte coalición con nosotros que no confía en esa mesa”. Pero, explicó, se trata de “no dar excusas a los extremos”.
El PNV se arremanga
Rufián ejerce así de contrapeso de un Junqueras que inquieta en Moncloa y Ferraz cuando asume ciertas actitudes, como la que adoptó durante su comparecencia en la comisión del Parlament que investiga la aplicación del 155. Sorprende poco el hecho de que Carles Puigdemont, por videoconferencia, explicara “que la DUI era la única opción digna y democrática”, teniendo la situación en la que se encuentra el expresident y la línea política que ha adoptado JxCat. Pero sí mella la capacidad del Gobierno para resistir las múltiples presiones que afronta el que Junqueras insista en la repetición del referéndum. Lo “volveremos a ejercer”, dijo.

Eso sí, lo que transmite Junqueras en privado es otra cosa, a juzgar por la sensación que se llevó el presidente del PNV, Andoni Ortuzar tras visitarle en la cárcel de Lledoners el pasado fin de semana. Ortuzar ha explicado en una entrevista concedida a Radio Popular que “quería saber cómo veía él la legislatura, cuáles eran los pasos que debemos ir dando y, en la medida de lo posible, ver si podíamos acompasar y conjuntar las posiciones políticas para que las cosas vayan bien”. Especialmente, en torno a la aprobación de los Presupuestos, ya que con ellos “se pasaría el ecuador” de la legislatura algo que, visto el “enfangado” panorama político de los últimos años, sería “casi una hazaña”.
Ortuzar no ha dado detalles de lo que le transmitió Junqueras, pero sí ha explicado en la entrevista que salió de la cárcel “con cierto optimismo” porque, a su juicio, la cúpula de ERC, “tiene las cosas claras y sabe por dónde hay que encarrilar la cuestión”. “Me maravilló que encontré dentro de la cárcel más dosis de serenidad y de ideas constructivas de por dónde hay que salir del conflicto de las que oí en el Parlament el día anterior o de las que se suelen oír en el Congreso”, ha señalado el líder de un PNV que parece decidido a ejercer de ‘tercer socio’ del Gobierno.
Lo que es posible y lo que no
“Para que esta legislatura se mantenga hay que tomar riesgos por parte de todos. En primer lugar, por parte del Gobierno español. Debe afrontar cosas que pueden no ser populares, pero que son explicables y lógicas. Si queremos hacer política, las fuerzas catalanas y nosotros también, tenemos que salir de nuestra zona de confort y explicar a la gente qué es posible y qué es imposible”. Así se expresaba otra voz autorizada del PNV, Aitor Esteban, en una entrevista en La Vanguardia esta semana.

La autodeterminación no es posible, lo ha vuelto a recordar el presidente Sánchez en el Palau de la Generalitat. Como tampoco lo es la amnistía que demanda Torra. Pero sí parece posible la “desjudicialización” y, en alguna medida, “el fin de la represión”. Por un lado, está la reforma del Código Civil planteada por el Gobierno que busca rebajar las penas del delito de sedición y aumentar las de rebelión, lo que reduciría el tiempo en prisión de los condenados por el 1-O. Una reforma que involucra al Congreso, reduciendo el coste político para el Gobierno, y, de paso, homologar este tipo penal con otros países europeos para tratar de evitar lo que ya ha pasado una vez: que los tribunales rechacen la euroorden contra Puigdemont.
Por otro lado, está la posibilidad de suavizar el régimen de los líderes políticos encarcelados. Es lo que ha pasado con Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, que, por decisión de la Junta de Tratamiento de la cárcel de Lledoners, podrán salir de la cárcel desde las ocho de la mañana hasta las ocho de la tarde. Condenados a nueve años por sedición –llevan encarcelados dos años y tres meses-, sólo tendrán que ir a Lledoners a pasar la noche.
Sànchez y Cuixart son los primeros presos del procès a los que se les aplica el artículo 100.2 del reglamento penitenciario, para el que no hace falta haber cumplido un mínimo de la condena y que tiene como objetivo flexibilizar el segundo grado penitenciario pese a no cumplir con todos los requisitos legales para obtener la semilibertad. Según la conselleria de Justicia, la decisión es de aplicación inmediata pero puede ser recurrida por la Fiscalía y debe ser ratificada por el juzgado de vigilancia penitenciaria y la Audiencia de Barcelona. Algunas informaciones apuntan al hecho de que casi todos los presos del procès ya han solicitado acogerse a este régimen, en lo que supondría una importante medida de distensión mientras arrancan la mesa de diálogo y la negociación de los Presupuestos. Mientras, Torra sigue pendiente de su inhabilitación definitiva y amenaza con pulsar el botón de las elecciones.
Cada vez que los nacionalistas, catalanes y no, proponen algo, es para exigir (con eufemismos y razones ambivalentes). Beneficios penales, cambios de leyes, partidas presupuestarias, amnistía… ad hoc. Lo peor es que da la impresión de que tenemos que agradecerles que se dignen de meter ruido (de momento). ?Cuánto ofrecen a cambio? Nada; se reforzarán ?Alguien se cree que van a cambiar su ideario? Se exhibirán como triunfadores y explicarán que «el Gobierno ha reconocido que estaba equivocado». Gracias por su esfuerzo. El Sr. Sánchez está cogido por el cuello (y con un abrazo a Podemos que lo va a asfixiar). Ni siquiera ha tenido a bien hablar con los que, incluso siendo catalanes, sufren agravios repetidos y adoctrinamiento en las escuelas. ?No tiene en su partido una oficina para recopilar lo que puede echar en la cara a Torra, ERC & Co.? Son muchas equivocaciones juntas. A ver si tiene alguna iluminación, echa el freno y coge otros pasajeros que no le den la cuchillada. Saludos.
CORRIJO. Que se dignen DEJAR DE meter ruido. Pido excusas.