
Sin Maldad / José García Abad
La ocupación fundamental de Enrique Barón, que desempeñó, entre otros altos cargos, el de ministro y presidente del Parlamento Europeo, es desarrollar el “Legado Gandarias” en memoria de su esposa, la pintora Sofía Gandarias, quien fuera Patrona de la Fundación Yehudi Menuhin España, fallecida en enero de 2016.
El último acto, celebrado el pasado 9 de noviembre, tuvo un emocionante contenido histórico en el que se unía la política y la cultura donde la memoria de Gandarias se unió a la célebre actriz María Casares, y al compañero de la actriz, el gran escritor francés de ascendencia española, Albert Camus, a quienes Gandarias dedicó sendos retratos de la serie ‘El Espectador’.
“María Casares (en la imagen, abajo con Albert Camus) es un bello ejemplo de lo que puede hacer el arte en una persona que desde que tuvo que irse de su Galicia y de España “vivió siempre en estado de urgencia” como ella misma dijo. Sus memorias se llaman de modo expresivo “residente privilegiada”, que era el carné que recibió de la República Francesa”, recordó Enrique Barón (en la imagen arriba, junto a Sofía Gandarias) quien aludió a su época como diputado de las Cortes españolas, así como presidente del Parlamento Europeo para reflejar los importantes pasos que se dieron entonces para la reconciliación entre los pueblos
La Guerra Civil convirtió a María Casares en una exiliada con 14 años
María Casares, hija de Santiago Casares Quiroga, quien, hombre de confianza de Manuel Azaña, fue ministro de la Gobernación y de Obras Públicas durante la II República y presidente del Consejo de Ministros en los meses anteriores a la sublevación militar.
La Guerra Civil convirtió a María Casares en una exiliada con 14 años. “Mi patria es el teatro y mi país de origen, la España refugiada”, diría. En Francia, la ‘residente privilegiada’ (título de su tarjeta de residente y de sus memorias), dominó la lengua y entró en el Conservatoire. Exiliada, huérfana y sola en la veintena, consiguió convertirse en la gran dama del teatro francés en la Comédie Française, además de triunfar en el cine.
“Hay dos personas en la vida que me educaron profundamente: mi padre y Albert Camus”, decía María Casares. Camus es una figura esencial de las letras francesas de la literatura europea del siglo XX.
Ambos se conocieron en marzo de 1944 y el ‘couple hispanique’ vivió un romance apasionado. La hija del escritor, Catherine Camus, ha publicado su correspondencia. “Gracias a los dos, sus cartas hacen que la tierra sea más vasta, el espacio más luminoso, el aire más ligero, simplemente porque han existido”, escribe en el prólogo. En las 856 misivas hay amor, pasión, complicidad y erotismo. La muerte de Camus en enero de 1960 supuso un mazazo para Casares.
Después, asumió el desafío de hacer teatro en su lengua materna en Argentina. Para la España exiliada, la actriz era mucho más que un símbolo. Bajo la dirección de Margarita Xirgu representó Yerma en Buenos Aires. En 1976 regresó a España con la obra El adefesio, de Rafael Alberti. Enferma, suspendió la gira. Un final amargo para el esperado regreso.
Importantes pasos para la reconciliación entre los pueblos
El acontecimiento de donación de dichos cuadros estuvo organizado por la Concejalía de Educación y Memoria Histórica y Área de Cultura del Ayuntamiento de A Coruña presidido por la alcaldesa, Inés Rey García, al que acudió una amplia representación de las letras y la cultura gallegas.
“Deseo, ante todo –inició su discurso Enrique Barón–, agradecer a Dª Inés Rey, alcaldesa de A Coruña, su decisión de culminar el proceso de donación de la serie ‘El Espectador’, dedicada a la gran María Casares que inició su antecesor Javier Losada. Proceso que inició la autora, mi añorada esposa la pintora Sofía Gandarias, y que nuestro hijo Alejandro y yo hemos continuado cumpliendo con su voluntad. Como ella decía, “cada cuadro debe estar en su sitio”.
Barón recordó las palabras de Sofía Gandarias, al presentar la serie en la embajada francesa en España con motivo de la imposición de la Legión de Honor: “Sus protagonistas son dos grandes de la cultura, María Casares y Albert Camus, que tras su paseo en bicicleta por el París ocupado de 1944, vivieron una gran historia de amor, diálogo y pasión” tal como se refleja en la correspondencia que ha publicado Catherine Camus.
Un bello ejemplo
María Casares es un bello ejemplo de lo que puede hacer el arte en una persona que desde que tuvo que irse de su Galicia y de España “vivió siempre en estado de urgencia” como ella misma dijo. Gracias a su vocación artística, en la guerra y el éxodo aprendió e interiorizó el francés y triunfó en el teatro, la radio y el cine.
Sus memorias se llaman de modo expresivo “residente privilegiada”, que era el carné que recibió de la República Francesa“, recordó Enrique Barón, quien aludió a su época como diputado de las Cortes españolas así como presidente del Parlamento Europeo para reflejar los importantes pasos que se dieron entonces para la reconciliación entre los pueblos.
“Esta inauguración, en la que el Ayuntamiento de A Coruña –concluyó Barón– honra a dos ilustres hijos suyos, se inscribe en este proceso. Es un acto artístico y a la vez simbólico en el que nos podemos ver representados por una gran mujer y excelsa artista que cuidó hasta el final al coruñés que era el gobernante democrático de España al comienzo de nuestra Guerra Civil. Gracias a María Casares somos todos y todas espectadores y residentes privilegiados”.
Sofía Gandarias retrató la historia
Sofía Gandarias dedicó su vida a la pintura. Plasmó a figuras como Primo Levi, Albert Camus, Jorge Semprún, María Casares, Augusto Roa Bastos, Carlos Fuentes o José Saramago, obras que, como dijo este último, eran “mucho más que retratos”, eran “las luces y las sombras de su mundo interior”.
Sofía retrató la historia reciente a través de interpretaciones pictóricas de la obra de grandes escritores y pensadores que lucharon contra la guerra y la violencia y llevó su estilo, entre el neoexpresionismo y el simbolismo-surrealismo, a numerosas galerías europeas. Recibió a lo largo de su extensa trayectoria diferentes menciones, como la Orden de Caballero de las Letras y las Artes francesas y la Medalla de Honor de la Legión.
Lleva ejerciendo la profesión de periodista desde hace más de medio siglo. Ha trabajado en prensa, radio y televisión y ha sido presidente de la Asociación de Periodistas Económicos por tres periodos. Es fundador y presidente del Grupo Nuevo Lunes, que edita los semanarios El Nuevo Lunes, de economía y negocios y El Siglo, de información general.