Ya se sabe que, para ciertos sectores de las derechas, los políticos de izquierdas no pueden hacer ningún gasto. Poco menos que deberían irse a vivir debajo de un puente y vivir de la caridad, esa cosa tan cristiana. Todo lo demás les escandaliza, confundiendo ser de izquierdas con ser franciscanos. Esta vez le ha tocado a Iñigo Errejón, que este fin de semana subió una foto haciendo una barbacoa. En mala hora, pensaría luego, porque las redes se le han llenado criticando absolutamente todo, sin dejarse nada. Que si el modelo de barbacoa que está usando es caro; que si funciona con gas, con lo ecologista que es él; que hay que ver que banquete se está dando, cuando lo que quieren los comunistas es que no comamos carne…
Hermann Tertsch, eurodiputado de Vox, que no pierde ocasión de meterse en charcos, escribía en Twitter: “Mola el Rolls Royce de barbacoa de Errejón. ¡No coman carne, malditos pobres reaccionarios!, dicen”. El portavoz de Más País se pasó la tarde respondiendo a algunos de los mensajes. También los anónimos. Entre otras cosas, escribió que: “Yo no estoy en contra del consumo de carne. Me parece que es bueno moderarlo. Hay algunos sectores conservadores que creen que las personas de izquierdas deberíamos vivir en una cueva, caminar descalzos y cocinar cosas en una lata”.