J.Q.
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, se reunió el pasado lunes en Bruselas con el comisario de Economía europeo, Paolo Gentiloni, para estudiar los últimos detalles de la reforma de pensiones. El acuerdo, tal y como anunció Escrivá tras el encuentro, podría estar “muy cerca” de cerrarse. El ministro incluso se atrevió a apuntar la Semana Santa como fecha tope para que el proyecto por fin salga adelante.
Escrivá también reveló que finalmente el texto incluirá la ampliación del periodo de cómputo de las pensiones de los 25 a los 28 años. El ministro explicó que se trata de “una recomendación del Pacto de Toledo”. “Tiene en cuenta a personas con carreras no lineales, que suponen el 30% de los jubilados”, apuntó el ministro, que también ve en la reforma una solución a las “lagunas” de periodos en los que muchas mujeres no han cotizado a lo largo de su vida laboral.
La fructificación de la reforma es clave para el cuarto pago de los fondos Next Generation, que asciende a unos 10.000 millones de euros.
Los sindicatos, sin embargo, no se muestran tan optimistas respecto al acuerdo. Hace solo unos días representantes de UGT apuntaban que la negociación se encontraba en “punto muerto”.