Javier Quintana
El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha visto cómo se complicaba esta semana la aprobación del segundo paquete de medidas de la reforma de pensiones. La patronal, los sindicatos y prácticamente todo el hemiciclo se han opuesto a su propuesta de ampliar el periodo destinado a calcular la pensión de los 25 a 28 años, los mejores dentro de los últimos 30 de carrera laboral. Es decir, el trabajador podría descartar sus dos peores años cotizados.
El ministro se ha llevado el mayor varapalo cuando Unidas Podemos, su principal socio de gobierno, se ha desmarcado de la propuesta. La vicepresidenta segunda Yolanda Díaz, desde México, ha criticado la iniciativa y ha señalado que “endurece” el acceso a la jubilación y que “recorta” los derechos de los pensionistas. “Esto no es recuperar derechos, es recortar derechos. En este sentido, nuestra posición es bien conocida y no la compartimos”, ha sentenciado Díaz. Más País, Compromís y BNG también han sido duros con la iniciativa de Escrivá. “Es el camino correcto para empobrecer a los pensionistas de mañana”, ha señalado irónicamente Íñigo Errejón, portavoz de Más País. El PP, por su parte, acusa al gobierno de “improvisar” la medida.
Pepe Álvarez, secretario general de UGT, comentó en RNE que Escrivá “se equivoca de nuevo”, mientras que CCOO considera “insuficiente” la propuesta del ministro.
El ministro ha recordado que “este planteamiento es un punto de partida, abierto a nuevas aportaciones de la mesa de diálogo social, que se reunirá en los próximos días”.