Juan Espadas y Juan Lobato aterrizan en las secretarías generales de los partidos socialistas de Andalucía y Madrid con la misión de recuperar dos territorios fundamentales para Pedro Sánchez. El primero, por ser un territorio histórico perdido por Susana Díaz en 2018 y un granero de votos para seguir en la Moncloa. El segundo, porque un partido que quiera gobernar España no puede permitirse los pobres resultados que viene obteniendo el PSOE en la región y, sobre todo, en la capital. De momento, a ambos les une haberse ofrecido al PP para llegar a acuerdos y tratar de romper la política de bloques. Poniendo el foco sobre los populares y su dependencia de Vox refuerzan su apuesta centrista, apoyados en unas encuestas que subrayan el hartazgo ciudadano por el rifirrafe político.
Otras mayorías son posibles. Ese es el lema con el que Juan Lobato y Juan Espadas han asumido las secretarías generales del PSOE en Andalucía y Madrid, ofreciéndose a Isabel Díaz Ayuso y Juanma Moreno para pactar los presupuestos autonómicos de 2022. “Espacio de colaboración”, es como ha denominado Lobato a su oferta, que quiere poner en valor su “capacidad de interlocución con diferentes fuerzas políticas”. “Le hemos pedido a Isabel Díaz Ayuso que retire sus Presupuestos y abra un espacio de colaboración con los grupos”, ha explicado Lobato, señalando que “el problema que tiene el PP es la debilidad de no tener mayoría suficiente y someterse al yugo de Vox”.
Díaz Ayuso ha rechazado de plano cualquier diálogo con Lobato, pero Moreno sí había tendido la mano a los socialistas para negociar los Presupuestos
En la misma línea se ha movido la dirección del PSOE andaluz, aunque el escenario preelectoral que ya se abre en esa comunidad ha frenado esta estrategia. La filtración del audio en el que el vicepresidente de la Junta y líder de Ciudadanos en Andalucía, Juan Marín, afirma que “no interesa” aprobar los presupuestos en el último año de legislatura, ha provocado que elos socialistas retiren su oferta y anuncien una enmienda a la totalidad a las cuentas que presentará Juanma Moreno. “No tenemos nada más que hablar con este gobierno. Sus cálculos electorales están por encima de los andaluces”, ha afirmado la número dos del partido y portavoz socialista en el parlamento andaluz, Ángeles Férriz.
Los socialistas andaluces, aún en horas bajas tras perder la presidencia de la Junta por vez primera en 37 años en enero del 2019, esgrimían dos argumentos para defender su oferta. Por un lado, que Espadas necesitaba impulsar una iniciativa “disruptiva” para aspirar a consolidarse como líder de la oposición en Andalucía y reafirmar su perfil político tras relevar a Susana Díaz. Por otro, que “la sociedad está harta de confrontación política”.
Díaz Ayuso ha rechazado de plano cualquier diálogo con el PSOE, pero Moreno sí había tendido la mano a los socialistas. Sea como fuere, la estrategia socialista abre diferentes escenarios. Si no hay acuerdos, como ha sucedido hasta ahora, los socialistas avanzan en la disputa del electorado más centrista, huérfano de Ciudadanos, arrinconando a los populares a la derecha, de la mano de Vox. Y si hay acuerdos, o al menos acercamientos, se abren nuevos escenarios políticos en el próximo ciclo electoral, que podrían llegar a liberar al PSOE de alianzas exclusivas con el espacio de Unidas Podemos.
Objetivo: recuperar Madrid
Lobato ha puesto en marcha la reconstrucción del partido en Madrid con el objetivo de hacerse fuerte en las zonas que el PSOE ha descuidado en los últimos tiempos y que llegaron a convertirse en un ‘cinturón naranja’. Barrios y municipios en los que arrasó Ciudadanos en 2015 y 2019 y que le han servido a Ayuso para cimentar la victoria de mayo. Los PAU’s construidos durante el boom inmobiliario de la primera década del siglo y los municipios conectados por la A-6: zonas de renta media o media-alta, poblados en su mayoría por profesionales liberales entre los 30 y los 50 años.

Durante las primarias en Madrid, el rival de Lobato, Francisco Ayala, alcalde de Fuenlabrada, ha insistido en su perfil de izquierdas, acusando a Lobato de estar próximo a Ciudadanos. Por su parte, el ex alcalde de Soto del Real -el primer alcalde socialista que tuvo ese municipio de la sierra madrileña desde la II República- ha hecho bandera de modernizar el partido y despojarle de la resignación que impone 25 años de derrotas en la Comunidad ante el PP. No hay que olvidar que en las elecciones de mayo el PSOE de Madrid obtuvo el 16% de los votos. Es su peor resultado desde el final de la dictadura, que ha provocado que los socialistas cedan el liderazgo de la oposición en favor de Mónica García y de Más Madrid.
Pero si el escenario en la región es malo, en la capital es aún peor. Los socialistas son la cuarta fuerza, superados también por Ciudadanos. Un escenario inaceptable para un partido de gobierno como es el PSOE y, por tanto, una prioridad para Lobato, que ha impulsado la creación de una agrupación para toda la ciudad de Madrid, dividida hasta ahora en 23 agrupaciones. La favorita para el cargo es la actual delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González. González ya ha confirmado que concurre a las primarias y empieza a sumar papeletas para ser también la rival de José Luis Martínez Almeida en las elecciones de mayo de 2023. De momento, Lobato ha dado a entender que también se presentará a las primarias para ser candidato en las próximas elecciones autonómicas.
Periodista y experta en comunicación institucional, González fue asesora del grupo socialista en el consistorio y directora de comunicación de la Federación Española de Municipios y Provincias. Desde 2015 y hasta su nombramiento como delegada era concejala del ayuntamiento de la capital. En su candidatura está la actual portavoz socialista en Cibeles, Mar Espinar. Las primarias se celebrarán el 2 de diciembre y en los días 10 y 11 tendrá lugar la convención que supondrá el punto de partida de la nueva agrupación socialista en la ciudad de Madrid.
La nueva dirección del PSOE en la Comunidad de Madrid ha sido elegida con el voto del 76% de los delegados, en el congreso que el partido ha celebrado el pasado fin de semana. Esa cifra supone 15 puntos más que los apoyos conseguidos por Lobato en las primarias, pero también un apreciable voto de castigo, con un 23% de votos en blanco, a pesar de que la nueva ejecutiva integra a un 15% de nombres próximos a Ayala. La diputada en el Congreso, Isaura Leal, que ha liderado hasta ahora la gestora, es la nueva presidenta del partido. La diputada autonómica Marta Bernardo es la nueva secretaria de Organización.
Espadas se prepara las elecciones
Espadas ofrece un perfil moderado e institucional, el de una persona capaz de tejer acuerdos, como demuestran los seis años que lleva gobernando en minoría en el Ayuntamiento de Sevilla
El fin de semana anterior, los días 6 y 7 de noviembre, el PSOE andaluz celebró su congreso regional. Una cita que inaugura oficialmente la ‘era Espadas’ en el PSOE de Andalucía, en la que el nuevo secretario general ofrece un perfil moderado e institucional, el de una persona capaz de tejer acuerdos, como demuestran los seis años que lleva gobernando en minoría en el Ayuntamiento de Sevilla. En la anterior legislatura ya pactó unos presupuestos con el PP y los últimos los sacó adelante con los votos a favor de Ciudadanos y Unidas Podemos.
Espadas ya ha afirmado que anunciará cuándo deja el consistorio sevillano y desvelará quién le va a sustituir cuando deje aprobados los presupuestos municipales para 2022, que, salvo sorpresa, obtendrán el apoyo de Unidas Podemos. Su sucesor en la alcaldía hispalense, también siempre según lo previsto, sería el concejal Antonio Muñoz. Pero habrá que ver qué sucede porque, según algunas informaciones, Ferraz apostaría por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, como candidata en 2023. Por tanto, puede terminar siendo otra persona quien lidere la transición hasta las elecciones.
Espadas no es un sanchista de primera hora. Como la inmensa mayoría del PSOE andaluz, estuvo en la órbita de Susana Díaz y antes en la de Manuel Chaves. El expresidente fue quien le fichó como consejero de Vivienda en 2008, tras haber ocupado, desde los años 90, diversos cargos técnicos en la Consejería de Medio Ambiente -es licenciado en Derecho y especializado en gestión medioambiental-. Aún sin ese pedigrí sanchista, Espadas cuenta con el firme respaldo de Ferraz y ha recibido guiños desde Madrid como el nombramiento de la diputada cordobesa Rafaela Crespín como secretaria general del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso.
El Congreso del PSOE andaluz ha tenido mucho de simbólico, de reinicio. Se ha celebrado en la localidad malagueña de Torremolinos, donde tuvo lugar el congreso constituyente del partido hace 44 años, y en él se han las etapas de Susana Díaz, Manuel Chaves y José Antonio Griñán. Ángeles Ferriz sale muy reforzada de la cita, ya que suma a la portavocía del partido el nuevo cargo de vicesecretaria general. El granadino Noel López, alcalde del municipio de Maracena, asume la secretaría de Organización, tradicionalmente ocupada por socialistas de Sevilla o Cádiz.
Continuidad en Euskadi y cambio en Galicia

En la ronda de congresos regionales que está viviendo el PSOE en estas semanas, las principales novedades se han concentrado en el País Vasco, Galicia y Murcia. En el País Vasco, Eneko Andueza asume este fin de semana la sucesión de Idoia Mendia en la secretaría general del PSE, tras haber arrasado en las primarias con el 95% de los votos. Su elección supone una línea continuista, de tendencia vasquista y partidaria de reforzar los acuerdos con el PNV. Además, su elección confirma el desplazamiento del centro de gravedad del PSOE desde Vizcaya y la ría de Bilbao, al área industrial de Guipúzcoa. Anduza es natural de Eibar, como el actual presidente del partido, Iñaki Arriola, y el secretario de Organización, Miguel Ángel Morales.
En Galicia, se ha hecho con la secretaría general Valentín González Formoso, el actual presidente de la Diputación de A Coruña, que derrotó en las primarias a Gonzalo Caballero. El sobrino del alcalde de Vigo, Abel Caballero, había perdido totalmente el apoyo de Ferraz tras salir muy tocado de las últimas elecciones gallegas, donde quedó relegado a la tercera posición, por detrás del BNG. El propio González Formoso ha subrayado que gobierna la diputación con el apoyo de los nacionalistas gallegos y que “tiene una afinidad muy elevada” con la formación liderada por Ana Pontón.
Y en Murcia, tras el fiasco de la moción de censura, también hay relevo en la secretaría general de los socialistas. Después de la renuncia a continuar de Diego Conesa, el gran favorito para el cargo es el actual delegado del Gobierno, José Velez, que ha conseguido reunir casi 2.500 avales, más de los que presentó Conesa en 2017.