J. Q.
Si bien llevamos meses escuchando la importancia de reducir las importaciones de gas ruso (y, a su vez, la escasa dependencia española de este recurso) los datos publicados por la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores) deja bastantes dudas sobre la concienciación real de los países europeos con esta tesis.
En el caso de España, en 2022 importó 56.021 GWh de gas ruso. Es decir, un aumento del 54, 8% respecto a las importaciones del año previo. Desde el Gobierno apuntan a que se trata de acuerdo de empresas privadas que “no les hacen gracia”. El Ministerio para la Transición Ecológica apunta además la imposibilidad de tomar medidas. “No podemos decirle a las empresas lo que tienen que hacer”.
Asimismo, las importaciones de gas estadounidense crecieron un 112,6%, mientras que la importación argelina se redujo en un 40,2%.