
Sin Maldad/ José García Abad.
Pablo Casado, mirando a Europa, ha rectificado su forma de hacer oposición. El probable acuerdo en la comisión parlamentaria para la recuperación económica ha sido decisivo pues el presidente del PP sabe que sin el dinero europeo no hay recuperación que valga.
Casado ha aprendido de su gran error, cuando vino a ponerse de parte de los gobernantes europeos críticos con España al interpretar abusivamente la desconfianza de los que afean a Sánchez que no redujera el déficit presupuestario a pesar del fuerte crecimiento que observaba la economía española.
Mostró algo peor que un déficit patriótico. Fue una torpeza política. Me recuerda el desliz de José María Aznar que le costó la Moncloa cuando en el debate televisivo con Felipe González previo a las elecciones de 1993, tachó a este de “pedigüeño” porque había pedido para España más fondos de cohesión de la Unión Europea.
Casado ha aprendido de su gran error cuando vino a ponerse de parte de los gobernantes europeos críticos con España al interpretar abusivamente la desconfianza de los que afean a Sánchez que no redujera el déficit presupuestario a pesar del fuerte crecimiento que observaba la economía española. Un error que a Aznar le costó perder las elecciones de 1993.
Ahora el PP se ha precipitado en proclamar su apoyo a Nadia Calviño, candidata a presidir el Eurogrupo, aprovechando la ocasión para propinar un pellizco de monja al añadir que ellos la apoyan cuando solo lo hace medio gobierno, en referencia a las discrepancias entre Calviño y Pablo Iglesias.
La pandemia ha fortalecido el paneuropeísmo
El Covid-21 ha empujado al proyecto europeo; ha extendido la convicción de que solo una Europa unida puede abordar la solución de estas catástrofes. Pedro Sánchez se mueve en la Unión como pez en el agua donde ha ejercido cierto protagonismo al saca adelante su propuesta de que la Comisión Europea creará un gran fondo de cuantía sin precedentes para la recuperación económica de la zona, una parte como subvención a fondo perdido. Solo falta acordar las cuantías y las condiciones.
Este fondo – propone Sánchez – se aplicaría principalmente a la transición ecológica y digital que mejoraría la autonomía industrial y tecnológica de la Unión Europea, con especial atención a los sectores que más están sufriendo: el transporte y al turismo. Y que beneficiaría a los países más afectados entre los que destacan Italia y España. “No podemos limitarnos – sentenció Sánchez en el Congreso de los Diputados – a apagar el incendio. Se trata de reconstruir la casa para acoger a todos y a todas”.
Sánchez se va de gira
El presidente prepara una gira por los países miembros, cuidando especialmente a los más reticentes, a los “frugales”, como se llaman ahora, aunque algunos les tachen de “tacaños”.
Lo intentará con Angela Merkel que inicia su presidencia semestral y desplegará sus encantos con Holanda, el país más duro, en manos del liberal Mark Rutte, y con Suecia, donde gobierna el compañero socialdemócrata Stefan Löfven. Y el próximo dia 8 recibirá en Madrid al italiano Giuseppe Conte.
En vísperas del Covid-19 había caído en España el fervor europeísta que ahora, a la vista que la solución viene del euro, se ha convertido en el lema de aceptación total, más allá de las discrepancias políticas.
Del Rey abajo. Felipe VI, que solo puede permitirse afirmaciones de común aceptación lo proclamó solemnemente en la cumbre de grandes empresarios organizada por Antonio Garamendi, el presidente de la CEOE. El monarca pidió “una respuesta con visión europea», que en su opinión podría plasmarse con la «mejora del mercado único», acelerando la unión bancaria» y con la “elaboración de políticas europeas que persigan el fortalecimiento industrial».
Lleva ejerciendo la profesión de periodista desde hace más de medio siglo. Ha trabajado en prensa, radio y televisión y ha sido presidente de la Asociación de Periodistas Económicos por tres periodos. Es fundador y presidente del Grupo Nuevo Lunes, que edita los semanarios El Nuevo Lunes, de economía y negocios y El Siglo, de información general.