Alba del Prado
Perdido el control del Tribunal Constitucional el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, busca rearmar su brazo judicial como medida de presión contra el Gobierno. Una cena secreta entre el presidente conservador y la Asociación de Fiscales ha venido a mostrar, una vez más, la tantas veces negada -desde la derecha- politización de la justicia. En ella, Núñez Feijóo, aseguró a los miembros de esa asociación conservadora de fiscales que si gobierna derogará por la vía de urgencia las leyes que ha aprobado el gobierno de coalición que preside Pedro Sánchez. Entre ellas, mencionó la recuperación del delito de sedición.
Por su parte, el líder popular recibió todo tipo de muestras de apoyo por parte de destacados fiscales del Tribunal Supremo que atacaron con dureza al Gobierno, y preguntaron por las medidas que adoptaría para acabar con la, según uno de los asistentes, falta de democracia en los procedimientos legislativos de los últimos años o poner bajo sospecha el propio proceso electoral español. Los fiscales habrían mostrado su apoyo al PP contra la «deriva» del Gobierno.
Feijóo y su equipo tratan de recuperar un frente, el de la Justicia, en el que la formación de un Tribunal Constitucional -ahora sí- legal y renovado les ha dejado sin la capacidad de veto y obstrucción de la que han disfrutado. Sigue en pie el bloqueo -supera los cuatro años- de la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que, entre otras ‘gracias’ constitucionales ha aportado la paralización durante seis meses de la renovación del Constitucional. Ahora, el PP de Feijóo busca nuevos frentes.
La dinámica con la que el nuevo Constitucional solventa sentencias paralizadas durante trece años, como la del aborto, y el ‘acelerón previsto’ antes del verano, dejarán sin ‘pólvora’ los clásicos argumentos del PP.
Ante cualquier duda sobre los efectos que ha traído la renovación del Constitucional basta contrastar la situación de paralización anterior con la agilidad que Cándido Conde-Pumpido, su actual presidente, ha impreso al Alto Tribunal para solventar en apenas meses recursos a leyes consideradas ‘muy delicadas’ como la del aborto, cuya sentencia estuvo parada durante trece años. El Constitucional -hoy de mayoría progresista-, resolverá antes del verano sentencias pendientes desde hace años como las relativas a la reforma educativa, la Ley Orgánica de Modificación de Ley Orgánica de Educación, (conocida como ley Celaá) y la ley de Eutanasia. Además, la institución que preside Conde Pumpido ha dado respaldo a importantes medidas sociales recurridas por el PP y/o Vox como la que equipara el permiso de paternidad al de maternidad, y la que prohibió los desahucios durante el estado de alarma en 2020 y 2021. Eso parece haber ‘mojado la pólvora’ popular en lo referente a los cambios sociales promovidos por el gobierno de coalición. Y si le faltaba algo al líder de la oposición, los últimos datos de paro y empleo colocan a España con cifras hasta ahora desconocidas como estar por debajo de los tres millones de parados.
El PP necesita mostrar unos ‘fracasos’ que el Gobierno (política interna), la Unión Europea (cambios estructurales) y la cruda realidad (política internacional, economía) se empeñan en desmentirle.
Con unos posicionamientos tan próximos a Vox como lo estaba en tiempos de Pablo Casado, el PP de Feijóo necesita incendios. De hecho, en línea con las declaraciones de Santiago Abascal, que ha amenazado con “poner en su sitio a los sindicatos”, el propio PP ha dicho que derogará varias leyes de Sánchez.
Huelga de jueces y fiscales
Por ello, además de los consabidos ‘contactos corporativos’ previos a cualquier campaña electoral -y vienen tres- y propios de un líder de la oposición que sigue de aterrizaje entre colectivos clave, Feijóo busca aprovechar cualquier situación que le pueda ser beneficiosa. Y, si de paso, se recogen apoyos y voluntades, mejor que mejor.
El PP no quiere desaprovechar la huelga indefinida que han convocado las asociaciones de jueces y fiscales. Según unos, la reclamación principal es salarial. Según otros el malestar entre jueces, fiscales, abogados o letrados deriva además del mal funcionamiento de la Justicia , por falta de presupuesto fundamentalmente.
Tres asociaciones de jueces y dos de fiscales tienen convocada una huelga indefinida para reclamar la recuperación del poder adquisitivo perdido desde 2009. De tal modo que los ‘cuerpos’ judicial y fiscal se suman al de los letrados de la Administración de Justicia (los antiguos secretarios judiciales) en sus reivindicaciones.
Es evidente que las huelgas agudizarán el colapso que arrastran los tribunales desde antes de la pandemia. Según datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), la justicia española empezó sus reivindicaciones salariales y laborales en 2003 y dos décadas después estos colectivos de profesionales siguen a la espera de una actualización de sus retribuciones.
El Gobierno quiere evitar la huelga de jueces y fiscales, convocada para el próximo 16 de mayo, y ofreció el miércoles 44 millones de euros para mejorar sus retribuciones. Ambos colectivos mantienen en estudio la oferta.
Marea política
Como es lógico, las reacciones al encuentro entre Feijóo y los fiscales conservadores no se han hecho esperar. Varios miembros del gobierno, de las dos formaciones que lo conforman, han salido a la palestra tras conocerse el encuentro de Núñez Feijóo con los fiscales
La ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha señalado que lo grave de la reunión del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, con un grupo de fiscales es que no haya transparencia sobre lo que se trató en la misma y que el líder de la oposición no aclare qué leyes derogará si llega a gobernar. “Debe contárselo «a todos los españoles”, dijo.
Y aseguró que lo grave del caso no es que se produjera la reunión «sino el objeto de la reunión», que a su juicio es la instrumentalización de la justicia, como ha venido haciendo el PP desde el inicio de la legislatura.
El ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, considera «gravísimo» el encuentro del líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, con medio centenar de fiscales afiliados a la mayoritaria asociación conservadora, por lo que le ha acusado de «maniobrar en la oscuridad» con el Poder Judicial.
Tras la triste imagen dada en la Puerta del Sol, de Madrid, Bolaños ha pedido a Feijóo que dé explicaciones sobre la cena que mantuvo con los fiscales «de manera clandestina”. «¿Qué compromisos adquirió con una parte del Poder Judicial sobre derogar leyes en nuestro país? ¿Por qué el señor Feijóo se reúne con gente del Poder Judicial?», ha cuestionado, para criticar que el PP pretenda «retroceder España una década”. Para el ministro de Presidencia, «se ve muy a las claras por qué Feijóo no puede renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y tampoco ha podido hacerlo con el Tribunal Constitucional». «Lo que quiere es seguir maniobrando en la oscuridad con el Poder Judicial», ha sentenciado.
Para la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, la reunión de Feijóo con los fiscales conservadores es «algo inherente al Partido Popular: que lleva en sus genes el oscurantismo y esa actitud conspiranoide«
La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, ha criticado la «reunión secreta» del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, con medio centenar de fiscales afiliados a la mayoritaria asociación conservadora, ya que a su juicio representa «algo inherente al Partido Popular: que lleva en sus genes el oscurantismo y esa actitud conspiranoide«. «Busca lo que siempre ha buscado el PP: la instrumentalización de la Justicia a favor de sus intereses», ha denunciado la ministra que, además, ha apuntado como la «prueba más evidente» al bloqueo de los ‘populares’ a la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). La titular de Transportes ha rechazado la «actitud obstruccionista del PP», que el Gobierno ve «con mucha preocupación y ciertamente incrédulos ante cómo se puede actuar de una manera tan desleal a los intereses de los españoles”. «El PP se dedica incansablemente a criticar y cuestionar la imagen de nuestro país; no solo dentro, también fuera», ha señalado en alusión a «esos capítulos bochornosos de Feijóo hablando mal (de España) en las instituciones europeas».
Por su parte, la ministra de Trabajo y líder de la plataforma Sumar, Yolanda Díaz, ha calificado de «grave» el encuentro de Feijóo con fiscales y pide «respuestas» sobre su contenido aunque se ha mostrado cauta a la hora de lanzar más ataques políticos al líder de la oposición.
La líder de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, aprovecha la ocasión y recrimina al PSOE que no se frena a la derecha ‘asalvajada’ siendo «timorato» y ha exigido a su socio desplegar medidas «valientes» de forma rápida. Belarra advierte a su socio en el Gobierno, que el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ya ha dejado claro ante los fiscales conservadores que va a «derogarlo todo”. Durante un mitin, con motivo de la festividad del Dos de Mayo en Madrid, Belarra aludió a la cena de Feijóo con fiscales conservadores para censurar que el PP «no para de secuestrar» el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y se dio un «golpe judicial» por parte del ala conservadora del Tribunal Constitucional (TC) al poder legislativo, cuando se paralizaron enmiendas para reformar el proceso de elección del alto tribunal. «Si gobiernan van a derogarlo todo, van a echar atrás todos los avances, todo lo que tanto nos ha costado construir. A estas derechas asalvajadas sólo se les para con más derechos, impulsando cambios estructurales, con políticas valientes», ha avisado Belarra, en clara referencia al PSOE. Es más, ha apostillado que no hay que ser «timoratos», una actitud que «demasiadas veces» tiene el PSOE sino hacer cambios estructurales «más rápidos» y «gobernar hasta el último minuto de esta legislatura».
La líder de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, recrimina al PSOE que no se frena a la derecha ‘asalvajada’ siendo «timorato» y ha exigido a su socio desplegar medidas «valientes» de forma rápida
El líder de Más País, Íñigo Errejón, tachó de «preocupante» la reunión con fiscales afiliados a la mayoritaria asociación conservadora, porque, en su opinión, el líder popular «no le tiene mucho respeto a la separación de poderes”, ya que, está “intentando que las togas le den lo que no le dan las urnas», según ha advertido.
Por su parte, el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, aseguraba que su cena con fiscales afiliados a la mayoritaria asociación conservadora fue «absolutamente correcta e institucional» y en ella defendió la «independencia de los fiscales”. Según ha dicho, Feijóo aprovechó el encuentro para explicar a los fiscales su modelo para la Fiscalía General, a lo que estos hicieron preguntas a las que él contestó «tranquila y libremente”. «Fue una reunión absolutamente correcta e institucional, a la que yo he ido previa invitación», ha insistido, para relatar que también les transmitió que cree «en la carrera fiscal» y «en la independencia de los fiscales».
Utilización política de la Fiscalía
Los fiscales independientes, por su parte, denuncian la politización de la Fiscalía y reclaman unidad ante la huelga. El presidente de la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales (APIF), Salvador Viada, ha considerado que hay un «poco de manipulación» en las críticas a la cena que mantuvo el pasado 18 de abril el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, con miembros de la Asociación de Fiscales, la mayoritaria y de tendencia conservadora. Dicho esto, ha señalado que el encuentro tuvo lugar en un momento que «no es el más oportuno, en plena precampaña electoral».
Viada considera que se ha intentado «sacar tajada» política ante la cercanía de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo y ante la huelga indefinida de jueces y fiscales prevista a partir del día 16. «Esta situación está mal pensada, mal diseñada desde quien lo concibió», ha dicho.
Para él, la influencia política en la Fiscalía es un «problema muy grave que no se va a solucionar» y ha lamentado también que haya «arraigado» en la forma de ser de «muchos fiscales» que, para ascender en la carrera, tengan que posicionarse a favor de unos u otros.
Por su parte, la organización promotora del encuentro con Alberto Núñez Feijóo, mayoritaria en la profesión, la Asociación de Fiscales (AF) censura la «utilización política» del encuentro con Feijóo y lo enmarca en la normalidad.
Para los fiscales independientes, se ha intentado «sacar tajada» política ante la cercanía de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo
Así, la AF ha subrayado que estos encuentros entre asociados y diferentes personalidades del ámbito jurídico, político, intelectual y cultural del país se vienen organizando desde el año 2017 con el objetivo de «promover el conocimiento mutuo a través del debate que no se sujeta a más cortapisa que el respeto inherente a cualquier proyecto de diálogo y propio de personas que hacen de la palabra el instrumento para construir argumentos y medio para la exposición y expresión del pensamiento».
En este sentido, la Asociación explica que «quizás el hecho de que tales encuentros se lleven a cabo en establecimientos públicos ha dado lugar a confusión sobre la naturaleza netamente privada de los mismos» y que únicamente son invitados los miembros de la Asociación de Fiscales y la persona determinada en torno a la que gire el evento.
Así, la Asociación asegura que la finalidad esencial de sacar la información en el día de hoy y no cuando sucedió la cena/coloquio no tiene otro objeto que crear cortinas de humo ante las justas reivindicaciones de jueces y fiscales en la mesa de retribuciones que se tiene que celebrar mañana», defiende.
Finalmente, la AF relaciona el polémico encuentro con Feijóo con el choque existente entre Justicia en relación a la convocatoria de huelga para el próximo día 16 de mayo. «Si se trata de deslegitimar la posición hecha pública por la Asociación de Fiscales en relación a la convocatoria de huelga para el próximo día 16 de mayo mediante la insinuación de un seguidismo al partido líder de la que encabeza la oposición al Gobierno de la Nación entonces no sólo los hechos sino también la cronología les es desfavorable», recalca el texto.