Como portavoz socialista de la comisión de investigación del ‘caso kitchen’, considera probado que el Gobierno de Mariano Rajoy utilizó el aparato del Estado “para una operación corrupta en la que el PP y sus dirigentes son los principales beneficiados y responsables”. Como portavoz de la Ejecutiva Federal del PSOE, confía en que su partido se ganará la confianza de la ciudadanía en las elecciones previstas en el año que ahora comienza. Presidente también de la Comisión de Justicia en el Congreso, Felipe Sicilia afirma que su partido lidera un Gobierno “que se preocupa de la ciudadanía, que dialoga y que llega a acuerdos” y, enfrente, tiene un modelo “cada vez más dependiente de la extrema derecha”.
El año 2021 lo despidió escuchando a Mariano Rajoy en la comisión kitchen negándolo todo, hasta la financiación ilegal del PP. ¿Qué le pareció el modo en que él y la que fuera secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, se presentaron en sede parlamentaria?
Demostraron una absoluta falta de respeto. A la comisión y a quienes formamos parte de ella, pero sobre todo a la institución, sede de la soberanía popular. María Dolores de Cospedal se negó a contestar con una justificación que para muchos provocaba, cuanto menos, cierta perplejidad. Como ella no estaba imputada pero podría estarlo, no quiso declarar. Hay que recordar que su implicación en el caso kitchen es muy directa porque ha reconocido contactos con Villarejo, pieza clave en la trama. Y con los cargos públicos que ha desempeñado, al menos se esperaba de ella un mínimo de respeto hacia el Congreso. Lo mismo Mariano Rajoy, que vino a mentirnos a la cara. En algunos análisis sobre su comparecencia se ha dicho que los diputados teníamos que haberle reprochado que faltara a la verdad. Yo creo que, teniendo el tiempo tasado, no merecía la pena demostrar lo que era una evidencia, y es que hay dos sentencias que demuestran que el PP tenía una financiación irregular.
Lo que no han hecho es convencerles. Ustedes consideran probado que la trama para robar al extesorero Luis Bárcenas información comprometedora para el PP se financió con dinero público y que Rajoy y Cospedal tenían conocimiento de ello.
Sí, sacamos esa conclusión tras escuchar las cerca de 40 comparecencias en la comisión de investigación, tras ver la información publicada, tras oír los audios y tras acceder a la información requerida sobre las prebendas a mandos policiales y agentes, como medallas y mejores destinos o puestos de trabajo, por participar en este dispositivo ilegal. Hemos podido hacer deducciones a las que también han llegado el juez que instruye el caso y la Fiscalía. Incluso alguna de las partes que se personan. Hasta el imputado Jorge Fernández. El exministro del Interior ha pedido al juez que haga una valoración de cuál puede ser su interés en una operación para robar información a Bárcenas que demostrara las irregularidades del PP. Es él quien apunta a la cúpula del partido. Resulta muy difícil creer que quien más se puede beneficiar de la trama kitchen, que es Rajoy, sea alguien que pasaba por allí. Que el más afectado por los papeles de Bárcenas no supiera nada. El colmo es que nos quieran hacer creer que su número dos, María Dolores de Cospedal, se reuniera en Génova con Villarejo y se lo ocultara a Rajoy.
El proceso judicial sigue otros derroteros, Cospedal fue desimputada y la Sala de lo Penal ha de resolver el recurso de la Fiscalía para volver a imputarla.
Desde mi grupo parlamentario manifestamos un respeto absoluto a la labor que están haciendo el juez de instrucción y la Fiscalía. Nosotros entendíamos que era un caso de corrupción muy grave. El PP, cuando llega a los gobiernos locales y autonómicos, los utiliza para cobrar mordidas con las que financiar sus campañas electorales con dinero en b, como hizo en Madrid y Valencia y ahí está el caso Gürtel, y cuando llega al Ejecutivo lo que hace es poner el aparato del Estado, en este caso el Ministerio del Interior, a ocultar toda esa trama corrupta de financiación ilegal. Ese era un hecho conocido y creíamos que tenía que ser investigado en el Congreso de los Diputados por su implicación política. Desde la comisión de investigación no vamos a dictar una sentencia, vamos a plantear una serie de conclusiones en la que evidenciamos cómo desde el Gobierno se han utilizado los instrumentos del Estado para una operación corrupta en la que el PP y sus dirigentes son los principales beneficiados y responsables.
“Vamos con los deberes hechos y con nota de cara a cualquier cita con las urnas”
Está a punto de entrar en la recta final el juicio por los negocios de la trama Gürtel en la localidad madrileña de Boadilla del Monte y la red corrupta está aún pendiente de sendos juicios por otras tres líneas de investigación en la Audiencia Nacional. ¿Cree que el PP puede esperar alguna sorpresa, ahora que arranca un nuevo ciclo electoral, o ya ha amortizado entre el electorado las consecuencias de aquella etapa de la que Pablo Casado no quiere volver a hablar?
Más allá de que haya podido amortizarlo o no, es un hecho muy grave. Toda la sociedad española ha podido comprobar, con sentencias judiciales que lo demuestran, que el PP ha participado en procesos electorales totalmente corrompido y dopado. Ha financiado campañas extralimitándose en el gasto, ha hecho obras en su sede con dinero negro y ha pagado sobresueldos a dirigentes del PP. Si este año judicial que se le avecina al PP termina demostrando una vez más esa financiación irregular, cómo se cobraban mordidas por otorgar obra pública, vendremos nuevamente a demostrar lo que ya sabemos. Si eso le supone un coste electoral o no, no es lo más importante. Lo importante es el daño que supone para la democracia en nuestro país.
¿Y qué espera el PSOE de las próximas citas con las urnas? Las encuestas pintan bien para el PP en Castilla y León y en Andalucía.
Nosotros esperamos ganar la confianza de los ciudadanos y las ciudadanas. Mi compañero Luis Tudanca y mis compañeras y compañeros del PSOE en Castilla y León ya ganaron las elecciones. Por lo tanto, vamos a esos comicios sabiendo que podemos recuperar una vez más esa confianza mayoritaria que además es más necesaria que nunca. El PP ha vuelto a utilizar al Gobierno castellanoleonés para sus intereses. En este caso, para un adelanto electoral en plena pandemia, en pleno incremento de los casos por la nueva variante y cuando más se necesita una estabilidad que permita la recuperación económica. El señor Mañueco va a tener a la administración autonómica parada durante meses simplemente por una estrategia electoral. Confío en que los ciudadanos y ciudadanas de Castilla y León lo vean y decidan apostar una vez más por el cambio que supone el PSOE de Luis Tudanca.
Parece que en junio serán las andaluzas y que Macarena Olona sería la candidata de Vox. Usted la conoce en sede parlamentaria. ¿Qué cabría esperar de ella en esta autonomía?
Con Macarena Olona en Andalucía nos esperaría lo mismo que con cualquier otro candidato o candidata de Vox en cualquier territorio de nuestro país. Ya sabemos lo que es la extrema derecha, la represente quien la represente. Hace tan sólo unas semanas se llegaba a un acuerdo en la reforma laboral. ¿Qué plantea Vox en torno a las relaciones laborales en nuestro país? Entre otras cosas, ir limitando el derecho de huelga y acabar con los convenios colectivos. Podemos hablar también del derecho a la eutanasia o del sistema sanitario público, porque ya han dicho que hay que potenciar la sanidad privada. Ese es su ideario, acabar con nuestro modelo de derechos y libertades, mermar el Estado del Bienestar y seguir propagando sus discursos del odio.
¿Cuál va a ser el mensaje del PSOE en ambas campañas para tratar de revertir la ola conservadora que apuntan los sondeos y también el 4-M?
Demostrar que somos capaces de gestionar bien y de preocuparnos del interés general. Por lo pronto, podemos decirles a los ciudadanos y ciudadanas de nuestro país, y por tanto de las comunidades autónomas que tengan elecciones, que hemos protegido a los trabajadores y trabajadoras en el peor momento que ha vivido nuestro país. A través de los ERTE, de las ayudas a autónomos, de la reforma de pensiones para revalorizarlas conforme al IPC y dar estabilidad a nuestro sistema público durante las próximas décadas, de unos Presupuestos que ofrecen certidumbre para que haya inversiones y España sea el primer Estado miembro en recibir fondos europeos… Este es un Gobierno que dialoga, que acuerda, que es capaz de ver los problemas que tiene la ciudadanía y darles solución. También con nuevos derechos como el de la eutanasia, con la lucha contra el cambio climático, con la estrategia de vacunación que ha convertido a nuestro país en un ejemplo en el mundo. Por tanto, vamos con los deberes hechos y con nota de cara a cualquier cita con las urnas. Pero más allá de eso, más allá del resultado electoral, lo que nos preocupa es que podamos salir de esta crisis sin dejar a nadie atrás y, sobre todo, que podamos salir con la salud de los ciudadanos y ciudadanas protegida.
¿Serán extrapolables los resultados de estas elecciones a las de 2023, incluidas las generales, como espera Pablo Casado?
Será muy diferente porque son realidades distintas. Los ciudadanos de Castilla y León saben que, cuando vayan a las urnas el 13 de febrero, tienen que decidir si quieren seguir con un Ejecutivo de derechas, cada vez más dependiente de la extrema derecha, u optar por el cambio que representan el PSOE y Luis Tudanca. Cuando lleguen las elecciones generales, los ciudadanos y ciudadanas van a ver un Gobierno que se preocupa de la gente, que dialoga y que llega a acuerdos, frente a una derecha del señor Pablo Casado que está sólo en el no porque no tiene un proyecto de país. Las empresarias y empresarios le están pidiendo al PP que apoyen una reforma laboral que es buena para el país. Pero al frente tenemos a un señor Casado instalado en el obstruccionismo y sin modelo de país.
El modo precampaña en que se ha instalado la oposición, ¿cree que le va a complicar al Gobierno la segunda mitad del periodo de sesiones que, fondos europeos mediante, le debería resultar más llevadera?
El tono del PP lo hemos visto en este último año y, también, en lo más duro de la pandemia. Les ha dado igual la salud de la ciudadanía, oponiéndose a un estado de alarma que ha demostrado que ha salvado miles de vidas. Si han sido capaces de estar en el bloqueo continuo, de estar en el insulto cuando cada día fallecían miles de ciudadanos y ciudadanas en este país, del Partido Popular cabe esperarlo todo. Cuando más responsable creíamos que podía ser por el momento que estábamos viviendo, no lo fue. Qué cabe esperar en estos próximos meses, más de lo mismo. No cabe otra cosa del PP ni del señor Casado. Como le decía, no tiene proyecto de país ni tan siquiera un proyecto para el Partido Popular. Por eso están como están, a la deriva, con muchos dirigentes pidiéndole que se modere y ayude a la recuperación de nuestro país.
Los mismos socios que han aprobado los Presupuestos están poniendo objeciones a la reforma laboral. ¿Les espera una negociación parlamentaria dura en lo que queda de legislatura?
Durante este tiempo hemos demostrado que el Gobierno y el grupo parlamentario socialista dialogan y llegan a acuerdos. En los Presupuestos, en la ley de vivienda, en la reforma de las pensiones, en muchísimos decretos que se han ido aprobando en estos dos años. No me cabe duda de que seguirá siendo así en lo que resta de legislatura. La reforma laboral es una de las medidas, otra más, que hay que hablar con los grupos que conforman el arco parlamentario para que pueda ser aprobada. Estoy convencido de que saben lo importante que es y lo difícil y trabajoso que ha sido llegar a un acuerdo entre empresarios y sindicatos; son los más afectados e interesados y han sido capaces de hacerlo. Creo que los grupos serán conscientes de esta realidad y estoy convencido de que actuarán con responsabilidad y apoyarán la reforma laboral que se ha presentado. El resto de iniciativas, como todas las demás, habrá que irlas negociando, pero hemos demostrado nuestra capacidad para llegar a esos acuerdos.
El PP dice que va a votar en contra de una reforma laboral pactada con la patronal. Llegado el momento, ¿aguantará Casado las presiones para no abstenerse?
Lo que haga el señor Casado es una incógnita. Un día se quiere alejar de Vox en un debate y a día siguiente se acerca hasta el extremo de copiar sus medidas, su discurso y hasta sus formas, con ese tono insultante y brabucón que utiliza en muchas de las sesiones de control. Pero más allá de lo que vaya a hacer el PP, lo importante es que hay una buena reforma que va a modernizar nuestras relaciones laborales y puede permitir que la creación de empleo sea de calidad, poniendo fin a la temporalidad y la precariedad que nos ha dejado el modelo del Partido Popular.
¿Satisfechos en el PSOE con el éxito de Yolanda Díaz, la política más valorada, o despierta celos en su partido? Podría liderar en 2023 una candidatura que pueda hacerles daño electoral.
Celos, ninguno. Creo que todos los socialistas estamos satisfechos con que una vicepresidenta del Gobierno esté bien valorada. Es un Gobierno de coalición que actúa de manera conjunta, que toma decisiones cada martes de manera colegiada y, por tanto, que responde ante los ciudadanos, de manera muy particular su presidente, Pedro Sánchez. Que un miembro del Ejecutivo sea bien valorado por los ciudadanos lo que puede despertar es el ánimo de seguir trabajando en ese buen camino, porque al final se trata de un reconocimiento de que las cosas se están haciendo bien. Yolanda Díaz, Nadia Calviño o María Jesús Montero. Hablo de la parte económica, pero puedo mencionar otros ámbitos como el de Sanidad, Interior o Industria y Turismo. Al final, antes de las elecciones, los ciudadanos y ciudadanas decidirán a qué partido y líder prefieren. A día de hoy y según las últimas encuestas del CIS, siguen prefiriendo a Pedro Sánchez como jefe de Gobierno. Y en eso confiamos. En que sigan viendo al Partido Socialista como la opción más solvente y sólida y a Pedro Sánchez como el mejor presidente para liderar nuestro país.
“Ojalá haya muchas discusiones en el Consejo de Ministros y Ministras si nuestro país avanza en derechos y libertades”
Finalmente no ha sido en Navidad, pero parece que el regreso de Juan Carlos I a España va a ser inevitable. Cuando vuelva, ¿deberá dar explicaciones aunque la Fiscalía del Supremo archive la causa contra él? Explicaciones, cuanto menos, de sus dos regularizaciones fiscales, que son un reconocimiento implícito de fraude.
La decisión de venir o no le compete a la Casa Real y a Juan Carlos I. Desde el PSOE no podemos más que respetar una decisión que entra en el ámbito absolutamente privado. Evidentemente, lo que queremos desde el Partido Socialista es que se aclare la situación judicial lo antes posible y, en base a ello, se cumpla con las responsabilidades que se desprendan.
Está a punto de cumplir tres meses como portavoz del PSOE. ¿Qué tal está siendo la experiencia y cómo se prepara para el reto de los dos intensos años políticos que le esperan a la legislatura?
La experiencia, muy positiva. Tener la posibilidad de ser el portavoz de un partido como el PSOE y estando al frente del Gobierno de nuestro país con Pedro Sánchez como presidente es una experiencia muy gratificante y una grandísima responsabilidad. Poder transmitir en diferentes ruedas de prensa y entrevistas cómo nuestro país quiere hacer frente a la lucha contra el cambio climático y cuáles son las oportunidades para miles de jóvenes a través de la ley de vivienda o del impulso a las becas, explicar los nuevos derechos y libertades o la ley Pedro Zerolo que se está tramitando para atajar los delitos de odio… Para mí es un auténtico privilegio poder ser la voz de un partido como el PSOE, que tanto ha hecho por la democracia y por el bienestar de los ciudadanos y ciudadanas de nuestro país.
¿Espera que sus compañeros en el Gobierno tengan menos fricciones con sus socios de Unidas Podemos en lo que queda de legislatura?
Las fricciones son normales en cualquier Gobierno, imagínese en un Gobierno de coalición. Lo importante no es si un tema suscita más o menos controversia en el seno del Ejecutivo. Lo importante es que, al final, las medidas salgan. Ahí están los hechos. La reforma laboral. O la ley de vivienda. Se escribió mucho en prensa sobre la división que pudiera haber suscitado y el Gobierno sigue fuerte, estable y sólido y tenemos la primera ley de vivienda en 40 años de democracia. Lo importante no es cuánto se discuta en un Consejo de Ministros y Ministras, lo importante es cuántas medidas llegan al BOE que beneficien a la ciudadanía. Ojalá haya muchas discusiones si nuestro país avanza en derechos y libertades y todas terminan así, con una ley de libertad sexual, con una ley para hacer frente al cambio climático, con una ley de eutanasia, con los ERTEs, con las ayudas a los autónomos, con las ayudas a las empresas, con la posibilidad de poner en marcha el plan de recuperación europeo o con la mayor inversión de gasto social.