M.P.
Felipe VI y Pere Aragonès se han encontrado por primera vez desde la constitución del nuevo Govern de Cataluña y en un momento de máxima tensión política por la posible aprobación de los indultos a los presos del procès.
El Rey ha viajado a Cataluña para liderar la inauguración de un evento ante los empresarios de la élite catalana en un acto de homenaje a los empresarios barceloneses Suqué y Puigel. Esta cita también ha contado con la presencia de Moon Jae-in, presidente de Corea del Sur, al que Felipe VI ha expresado su gratitud como socio comercial.
Además, el monarca ha destacado la importancia de Cataluña dentro de la economía española e internacional, refiriéndose, entre otras cosas, al puerto de Barcelona que «canaliza más del 50% de exportaciones surcoreanas hacia España».
En cuanto al encuentro con Aragonès, a pesar de que el presidente del Govern no ha asistido a la recepción del Rey; ambos se han saludado durante una conversación junto a otros dirigentes como Ada Colau, alcaldesa de Barcelona; Nadia Calviño, vicepresidenta de Asuntos Económicos del Gobierno; Reyes Maroto, ministra de Industria, Comercio y Turismo; y Moon Jae In, presidente de Corea del Sur.
Quim Torra, precedesor de Aragonès, estableció que el Govern no participaría en actos a los que asistiera también el Rey. Por eso, este acercamiento entre la Casa Real y la Generalitat supone un cambio en la relación entre ambas instituciones. Sin embargo, el presidente de la Generalitat no ha asistido a la cena que presidía el Rey con el dirigente de Corea del Sur, aunque en su lugar lo ha hecho Laura Vilagrà, consellera de Presidencia. Refiriéndose a esto, Pedro Sánchez ha dicho que “cuando hay una visita de Estado tan importante como el presidente de Corea del Sur sería bueno que estuvieran representadas todas las instituciones”.