Destacado Económico / N. L.
Como indicábamos la semana pasada, las grandes asociaciones empresariales catalanas están divididas en razón de sus respectivas posiciones acerca del independentismo, una división agudizada tras la sentencia: la Cámara de Comercio, la Feria de Comercio, la Fira, de Barcelona, son beligerantes a favor del independentismo, y Foment del Treball Nacional y el Cercle de Economía, a favor del mantenimiento de la legalidad.
Tendrá que pasar tiempo hasta que se eliminen las diferencias tomando en consideración la conveniencia de que regresen las empresas huidas, de que se recupere la inversión nacional y extranjera, hoy bajo mínimos, y el peso de Cataluña en el PIB español, que en los últimos dos años ha rebajado el tradicional 20% en beneficio de Madrid.
Sin embargo, en los últimos días empiezan a notarse coincidencias entre unas y otras patronales sobre la necesidad de generar una especie de tregua para los negocios.
Una tregua para los negocios
Un paso especialmente significativo respecto a esta aproximación ha sido que el ‘president’ Torra asistiera el pasado martes a una asamblea de empresarios en el Teatre Nacional de Catalunya organizada por Cecot, una especie de patronal de patronales presidida por el independentista Toni Abad, que congregó a un millar de empresarios, ejecutivos y cargos públicos y en la que Torra, según el diario ‘La Vanguardia’, fue recibido con indiferencia por los asistentes.
Abad, que en este acto protestó duramente contra la sentencia, pidió no obstante al presidente de Foment, Sánchez Llibre, en presencia de Torra, insistimos, que diera un paso adelante para “liderar una alianza empresarial de carácter transversal y unánime para exigir lo que es económicamente lógico y territorialmente justo” como la que se construyó en torno al aeropuerto de El Prat de Barcelona hace doce años.
Y es que Foment del Treball Nacional es la patronal más importante, la más antigua de Europa, fundada en 1771. Foment ha sido siempre una referencia catalanista pero no separatista, aunque hay dentro de la misma empresarios que sí lo son. Foment es como el brazo catalán de la CEOE, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales de la que es desde hace un año vicepresidente Josep Sánchez Llibre, un nacionalista moderado próximo a lo que fue Unión Democrática de Cataluña.

Sánchez Llibre emplaza a Torra y éste se escapa
Josep Sánchez Llibre aprovechó la oportunidad para expresar a Torra “nuestra gran preocupación por los hechos violentos de los últimos días”, que en su opinión “están afectando muy negativamente a la imagen, la reputación, el prestigio, la seguridad y la economía de nuestro tejido industrial y comercial de Barcelona y Catalunya”. El presidente de Foment reclamó al de la Generalitat que lidere “políticamente la recuperación del prestigio de nuestro país y de Barcelona” y que “contribuya con la complicidad necesaria de las otras administraciones a que estos actos violentos no se vuelvan a producir nunca más”.
Torra se escapó en la respuesta con una apelación tópica al diálogo y proporcionando cifras falsas sobre el crecimiento del PIB y de la inversión en Cataluña que indicarían una mejor situación relativa en la que se encuentra en relación con España. Aseguró erróneamente que este año la inversión extranjera en Cataluña ha crecido mientras desciende en el conjunto de España. O sea, que los empresarios no debían preocuparse con lo que está ocurriendo.
Torra falseó los datos
En realidad, los efectos de lo que ha ocurrido, especialmente entre 2016 y 2018 pero ya perceptible desde hace más tiempo, son dramáticos para Cataluña. El PIB catalán ha pasado de estar por encima de la media nacional a ir por debajo, mientras el de Madrid sube. Madrid representaba en 1995 un 16,5% de la renta nacional y hoy está en el 19,1, empatado con Cataluña, que hasta entonces lo superaba. Y el PIB per cápita, que es de 30.800 euros para toda España, ha bajado en Cataluña en los dos últimos años en un 2%.
La inversión extranjera directa realizada de enero a junio de 2019 no ha subido nada. Se ha secado, mientras en el conjunto de España crece en 12.000 millones de euros, 8.000 de ellos en Madrid. Antes Cataluña recibía el 35% de todo lo que entraba en España y Madrid el 44%. Pero en el año 2017 cayó dramáticamente hasta situarse en el 12% del total nacional. Y en 2018 fue menos del 6% mientras Madrid pasaba del 44% al 63% en 2017 y llegaba al 85% del total nacional en 2018. Cataluña perdió 4.000 empresas entre 2017 y mediados de 2019, mientras Madrid ganaba 2.500.
Al día siguiente, el pasado miércoles, las patronales Foment y Pimec, presidida por Josep González, presentaron un manifiesto denominado “A favor del progreso de Catalunya”, en un acto unitario a la que asistieron 250 empresarios en el que se condenó la violencia y se expresó la urgencia de alejar incertidumbres en el turismo, el comercio y la hostelería y se exigió a los políticos “responsabilidad” para intentar superar un conflicto que, señalaron, afecta no sólo a Catalunya, sino al conjunto de España.

“Una huida a ninguna parte”
Al mismo tiempo, el presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en España, Jaime Malet, criticaba en declaraciones a Europa Press la “enorme irresponsabilidad de los políticos catalanes al fomentar una huida hacia ninguna parte» y tachaba como un «desastre» para la inversión y el turismo en Catalunya y la economía de la región en su conjunto los disturbios registrados en los últimos días tras la sentencia del ‘procés’.
Añadió Malet que los disturbios de los últimos días en Catalunya son «muy preocupantes» porque reflejan la «intencionalidad», ya que dichos actos «no provienen de una espontaneidad», sino que «hay un plan». «Me preocupa que los que han diseñado el plan no tengan una idea de lo que se puede conseguir a través de ello, equivocada como ya pasó en 2017», cuando se celebró el referéndum en Cataluña.
A su juicio, este avance en el llamado ‘procés’ independentista se ha producido «siempre buscando el victimismo, sin ningún tipo de pensamiento hacia el mal que hacen a la convivencia, el bienestar de las familias, la inversión y los trabajadores». Y respecto a la imagen exterior, apunta que desde la parte independentista llevan «tantos años vendiendo su idea fuera que muchísima gente de la opinión pública mundial cree que es la lucha de reprimidos contra un gran poder», algo que achaca, en parte, a que «nadie» ha explicado que tienen 200.000 empleados y manejan más de 35.000 millones, además de contar con «televisiones y radios públicas y 7.000 hombres armados». El presidente de la Cámara de Comercio americana en España considera que hay una «falta de relato» respecto a la independencia, si bien valora la iniciativa España Global desarrollada por el Gobierno en los últimos meses, aunque cree que la parte independentista tiene una capacidad «impresionante» de convencer «con un relato de victimismo».
Según informaba el diario ‘Expansión’ el pasado miércoles, la asociación Multinacionales por la Marca España, que preside Beatriz Blasco, de Diageo, que agrupa a 50 grandes compañías extranjeras, alertó el martes señalando que los disturbios de Barcelona “crean inseguridad para el inversor extranjero”.
Lo que no puede negarse es que se percibe un gran cansancio entre los empresarios con la deriva radical de Torra y una coincidencia, fuera de los círculos más radicales, en la necesidad de que tras las próximas elecciones autonómicas surja un gobierno constitucionalista.