Vicepresidente de Castilla y León hasta que su socio del PP convocara elecciones anticipadas, Francisco Igea defiende su gestión de dos años y medio y avisa: después del 13-F, pactará con quien más le deje gobernar. El candidato de Ciudadanos a la presidencia de la comunidad autónoma exige que Alfonso Fernández Mañueco aclare si pactará o no con Vox, asegura que el PSOE de Luis Tudanca se comporta como un partido “esencialmente conservador” y lamenta que el PP utilice las declaraciones de Alberto Garzón de manera “torticera y populista”. “La gente que vive dentro de la M-30 nos mira como si aquí no hubiera vida inteligente” y, advierte, “empieza a resultarnos un poco insultante”.
Dice que no se presenta a las elecciones para prestar sus votos a PP o a PSOE. Pero, si así lo quieren las urnas, tendría que pactar. ¿Cuáles son sus exigencias?
Pactar no es prestar los votos. Nosotros lo hemos demostrado aquí estos dos años y medio. Nosotros nos presentamos para gobernar y, ¿qué hemos hecho? Gobernar. ¿Con quién vamos a gobernar? Con quien más nos deje gobernar. Hemos gobernado la sanidad, el empleo, la cultura, la transparencia. Con buenos resultados, liderando los rankings. Nosotros no somos prestamistas de votos. Es algo que ya hemos dejado claro. Quien quiera que gobierne el señor Mañueco, que le vote. Quien quiera que gobierne el señor Tudanca, que le vote. Y quien quiera que gobernemos la señora Casado, Amigo, yo, la gente que ha llevado el peso de la acción de Gobierno con buenos resultados, que nos vote a nosotros.
¿Se fiaría de Alfonso Fernández Mañueco?
¿Y usted? ¿Quién se fiaría? Creo que no lo haría nadie. Otra cosa es el Partido Popular, los consejeros del Partido Popular con los que hemos trabajado bien, entre los que hay gente responsable. Si nosotros diéramos por bueno esto, daríamos por buena la deshonestidad en política. Pero nosotros no la practicamos y no la vamos a admitir.
¿Está Vox más cerca del próximo Gobierno de Castilla y León?
Han manifestado su intención de entrar en el Gobierno, han dicho con nitidez que no darán su apoyo si no lo hacen. Quien no ha contestado es el presidente. Que entren o no depende de la voluntad de quien pueda sumar con ellos. Nosotros hemos manifestado con claridad que no vamos a prestar nuestros votos para un Gobierno en el que haya consejeros de Vox. El candidato del PP debería de manifestarse a este respecto porque es importante. Es importante saber si vamos a tener consejeros que creen o no en Europa en una comunidad que depende de la política agraria común. Es importante si vamos a tener consejeros que creen o no en los derechos individuales. Me preocupa que un presidente, que dice públicamente que ha estado sometido a nosotros que somos más o menos una versión renovada de Charles Ingalls en La casa de la pradera, vaya a meter en el Gobierno a unos señores como los de Vox. Si no ha podido gobernar con nosotros, qué va a hacer cuando esté Vox en la vicepresidencia.
“Mañueco está intentando hacer girar toda la campaña de la comunidad en torno al chuletón”
¿Y el socialista Luis Tudanca, se fiaría de él? En 2019 mantuvieron conversaciones que no interesaban al entonces presidente de Cs, pero Albert Rivera ya no está en el partido.
No se trata de lo que hicimos o no en 2019, sino de lo que ha ocurrido en esta comunidad durante estos dos años y medio en que hemos avanzado con cambios reales mientras el PSOE del señor Tudanca se comportaba como un partido esencialmente conservador. Se ha opuesto a la ley de transparencia, se ha opuesto a cambiar la ordenación del territorio que es esencial en las políticas contra la despoblación, se ha opuesto a afrontar la improrrogable reforma de la atención primaria… En todos estos puntos hace las mismas propuestas que el PP y es difícil saber si podríamos llegar a un acuerdo programático con él. No es que nos fiemos o no. Sus políticas fiscales, sus políticas sanitarias… no coinciden con las nuestras y eso va a complicar mucho la negociación. Pero para eso están las elecciones, para darnos a cada uno las herramientas que nos permitan negociar nuestros programas después de la votación.
¿Le parece un éxito para el PP haber conseguido que la precampaña gire en torno a las declaraciones del ministro Alberto Garzón sobre las macrogranjas?
Más que un mérito del PP es un demérito de un ministro bastante torpe y de un Partido Socialista bastante torpe. El ministro ha cometido una estupidez con unas declaraciones que ponen en solfa la calidad de un producto nacional en un mercado extranjero y merece ser cesado inmediatamente. Esto lo ha aprovechado un presidente muy populista que se queja mucho del sanchismo, pero utiliza más o menos las mismas herramientas y está intentando hacer girar toda la campaña de la comunidad en torno al chuletón. Además, de manera sobreactuada. Mandando a Pablo Casado con sus castellanos a rodearse de vacas y terneros recién nacidos en una verde pradera, igual te has pasado de frenada. Aquí hay ganaderos de verdad dedicados a la ganadería extensiva e intensiva que se gana la vida honradamente, que tienen muchísimos problemas con los insumos, con los costes, con los márgenes de beneficios, con una distribución que no está en sus manos, con nuestras marcas de calidad, en las cooperativas… Hay muchas cosas que hacer que dependen de la comunidad, pero esto se está utilizando de manera torticera y populista con unos señores recién salidos del Paseo de la Castellana de Madrid para llevarlos a un prado de ovejas.
¿Usted limitaría las macrogranjas?
No existen las macrogranjas en este país. Existe una regulación medioambiental diferente dependiendo del número de cabezas de las explotaciones. Pero lo que en el mundo se entiende como macrogranjas, aquí no existen. El problema no es el tamaño de la explotación, sino la regulación medioambiental. Si hay algo que mejorar, hágase. Pero no se demonice a un sector y, sobre todo, no se cuestione su calidad. Tenemos una sanidad animal de primerísima calidad. Lo del ministro es inadmisible, generando problemas en un sector que trabaja de manera honesta. El modelo de explotación, la agenda verde, es algo que hay que trabajar, pero no se puede hacer populismo ni a favor ni en contra. Este pequeño circo es un poco vergonzoso, sobre todo para quienes de verdad se dedica a esto.
Este debate, ¿está soslayando los problemas de la España vaciada?
Por supuesto. Porque los problemas reales de la España vaciada tienen mucho que ver con la gestión y la organización de nuestros partidos y nuestro sistema de representación. Con la falta de libertad de voto en algunas organizaciones, con cómo se eligen los representantes, con cómo los territorios se sienten vinculados a sus representantes. Esto está pasado en toda Europa, esto pasó en el Reino Unido y provocó el Brexit; el mundo rural fue el que sacó al país del mercado común. Es un asunto muy importante y no puede soslayarse con un análisis tan simplista.
Se ha mostrado molesto con que algunos dirigentes del PP se refieran a estas elecciones como una primera etapa de Casado hacia la Moncloa. Pero, ¿no es lo que hacen todos los políticos y partidos con las autonómicas y municipales?
Lo que me preocupa es que no hablemos de lo nuestro. Estas son unas elecciones autonómicas, y de lo que tenemos que hablar es de nuestras competencias. Sanidad, educación, ordenación del territorio, políticas agrarias, medioambientales… Lo que depende de nosotros es lo que tiene que estar sobre la mesa. Si esto se convierte en una campaña nacional donde viene todo el mundo a hablar del sanchismo, cuando no toca, lo que hace es menospreciar a los ciudadanos de nuestra comunidad y olvidarse de los problemas de aquí, que tienen que ser afrontados, analizados y debatidos en estas tres semanas. Eso es lo que pedimos a la gente que viene, que hablemos de lo de aquí.
¿Inés Arrimadas está preocupada con lo que ocurra el 13-F?
Todos estamos preocupados por lo que ocurra, pero sobre todo estamos preocupados por lo que ocurra en la comunidad. En unas elecciones autonómicas lo que te tiene que preocupar es qué te juegas. Aquí había un Gobierno que funcionaba cada vez con más transparencia, rompiendo un clientelismo de 30 años… Esto es lo que nos jugamos. La gente que vive dentro de la M-30 nos mira como si aquí no hubiera vida inteligente y esta campaña empieza a resultarnos un poco insultante.
“Lo que me preocupa no es nuestro futuro como partido, sino el de una herramienta imprescindible para articular la política en España”
¿Teme que a Ciudadanos en Castilla y León le pueda pasar como en la Comunidad de Madrid, que desapareció de la Asamblea tras el 4-M?
No, no lo temo en absoluto. La situación es completamente diferente, nosotros nos presentamos como un partido de Gobierno, con opciones bastante claras, con unas perspectivas electorales muy diferentes a las que teníamos en Madrid entonces. Pero también le digo una cosa, a mí lo que me preocupa de verdad no es nuestro futuro como partido, sino el futuro de una herramienta imprescindible para articular la política en España. La política en España no puede tener como únicas alternativas el pacto del PSOE con los nacionalistas, independentistas y populistas de izquierda frente a otra trinchera donde hay un PP resignado a ir de la mano de los nostálgicos de la política de incienso y sacristía y de la intolerancia. ¿De verdad que esto es lo que tienen los españoles por delante? ¿Eso es lo que les estamos diciendo? Eso es lo que me preocupa. Me preocupa el futuro de mi partido porque es la única opción que puede permitir salir a los españoles de esta triste resignación a una cosa u otra. Y creo que la inmensa mayoría de los españoles no quiere una cosa u otra.
¿A cree qué se debe el resultado de las encuestas? Les conceden un resultado más exiguo que el de 2019. Usted defiende los resultados de su acción de Gobierno, ¿cree que es el PP el que la ha rentabilizado en el Ejecutivo de coalición?
Nosotros hemos llevado la parte más dura, el anuncio de las restricciones. No nos hemos encargado de la parte más simpática sino de la más responsable. Vamos a trabajar estas tres semanas para explicarle a los ciudadanos que lo conseguido es el resultado de una acción de Gobierno responsable. Nos facilita mucho el trabajo el hecho de que el propio presidente renuncie a defenderla.
Cuando Mañueco convocó elecciones, usted le reprochó que lo hiciera con la incidencia del Covid disparada. De hecho, tuvo que salir del Gobierno la consejera de Sanidad, que era de Ciudadanos. ¿Ha afectado a la protección de la salud de los castellanoleoneses?
Se ha hecho una apuesta muy arriesgada que ha salido relativamente bien porque nosotros habíamos vacunado a toda la población, habíamos puesto la tercera dosis a los mayores de 50 años y eso ha permitido aguantar unas cifras de incidencia absolutamente disparatadas que han colapsado la atención primaria. Se han tomado medidas absurdas y populistas como la campaña completamente ineficaz de test de antígenos por seis millones de euros, según aparece en la página de transparencia, para que pareciera que se hacía algo. Nos ha costado menos vidas que otras veces, pero estamos con cifras diarias de mortalidad de más de 20 personas, con más de 1.000 personas ingresadas… Hay una frase muy reprobable por parte del actual consejero de Sanidad, ‘esto nos importa, pero nos importa más que los ciudadanos sean dueños de sus vidas’. Mire usted, lo primero que tiene que hacer un ciudadano para ser dueño de su vida es no perderla.